PADRE MELVIN DOUCETTE
Domingo 18 de noviembre
de 2012
“La Cena del
Señor."
(Lectura del Evangelio
de San Marcos 14: 12-24)
“El primer día de los
Ácimos, cuando se sacrificaba la Pascua, le dijeron sus discípulos: -‘¿Adónde
quieres que vayamos a prepararte lo necesario para comer la Pascua?’. Envió a dos de sus discípulos y les dijo: -‘Id
a la ciudad, y os saldrá al encuentro un hombre que lleva un cántaro de
agua; seguidle; y donde entre, decid al dueño de la casa: El
Maestro dice: ¿Dónde está mi sala, donde coma la Pascua con mis discípulos? Y él os mostrará una sala superior, grande,
bella y aparejada. Y allí preparadnos lo
necesario.’ Salieron los discípulos y se
fueron a la ciudad, y lo hallaron como Él les había dicho, y prepararon la
Pascua.
Llegado el atardecer,
vino con los doce. Y estando a la mesa y
comiendo, dijo Jesús: -‘En verdad os digo que uno de vosotros, que come
conmigo, me entregará.’ Y empezaron a
entristecerse y a decirle uno en pos de otro: -‘¿Por ventura soy yo?’. Mas Él les dijo: -‘Es uno de los doce, el que
moja su bocado conmigo en el plato.
Porque el Hijo del hombre se va, según de Él está escrito; mas, ¡ay de aquel hombre por cuyas manos será
entregado el Hijo del hombre! Mas le
fuera a ese hombre no haber nacido.’
Mientras comían, tomó
pan y, pronunciando la bendición, lo partió, se los dio y dijo: -‘Tomad, éste
es mi cuerpo.’ Tomando el cáliz y dando
gracias, se los dio y bebieron de él todos.
Y les dijo: -‘Ésta es mi sangre de la alianza, que es derramada por
muchos’.”
Queridos amigos:
La Escritura nos relata la Primera Santa Misa, que fue
celebrada por el Mismo Jesús Nuestro Señor.
Quiere que todos participemos con regularidad de la Santa Misa.
(A continuación
encontraréis el mensaje entregado por Nuestro Señor y Salvador al Padre
Melvin. Jesús le dijo estas palabras:)
“Sed miembros perpetuos de Mi Reino, Mi hermano Melvin y todos Mis
hermanos que vivís hoy en el mundo.
Celebré la primera Misa con Mis Apóstoles y ellos participaron de la
Hostia consagrada y del cáliz lleno de Mi Sangre. Les entregué tanto Mi Cuerpo como Mi
Sangre. Fui luego a vivir en sus
corazones para comenzar su transformación.
Vosotros, amigos Míos, estáis llamados a hacer lo que hicieron los
Apóstoles participando de Mi Cuerpo y de Mi Sangre. Vosotros también, cuando recibís la hostia,
Me estáis recibiendo a Mí tal como vivo ahora en el cielo. Vengo a vivir a vuestro corazón. Recibidme en vuestro ser. Deseo vivir allí para siempre. Os amo con todo mi Corazón.”
Padre
Melvin
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