The
Rev. Fr. Melvin Doucette, African Missionary/ 1704 Palmer Road, RR 2
Tignish,
PE (Prince Edward Island) COB 2BO / CANADÁ
Tel: 902-882-2004 / E-mail: melvin.doucette@pei.sympatico.ca
PADRE MELVIN DOUCETTE
Lunes 5 de noviembre de
2012
“Bartimeo, el
Ciego."
(Lectura del Evangelio
de San Marcos 10: 46-52)
“Llegaron a Jericó. Y al salir de Jericó Él con sus discípulos y
una muchedumbre considerable, el hijo de Timeo, Bartimeo, ciego mendigo, estaba
sentado junto al camino. Al oír que era
Jesús el Nazareno, comenzó a gritar y a decir: -‘Hijo de David, Jesús, ten
compasión de mí.’ Y le increpaban muchos
para que callase; pero él gritaba mucho
más: -‘Hijo de David, ten compasión de mí.’
Deteniéndose, Jesús dijo: -‘Llamadle.’
Llamaron al ciego, diciéndole: -‘Ánimo, levántate, te llama.’ Él arrojó su manto y, levantándose de un
salto, fue a Jesús. Tomando Jesús la
palabra, le dijo: -‘¿Qué quieres que te haga?’.
El ciego le dijo: -‘Maestro, que vea.’
Y Jesús le dijo: -‘Anda, tu fe te ha salvado.’ Y al instante recobró la vista, y le seguía
por el camino.”
Queridos amigos:
Ayer domingo llovió aquí en la Isla del Príncipe
Eduardo. Estuvo muy oscuro por la tarde
pero hoy deberíamos ver el sol de a ratos.
Sí, se acerca el invierno y pronto nevará. Sé que el Señor me cuidará y que tendré
suficiente combustible para tener calefacción en mi casa. Otra vez agradezco a todos los que han sido
tan generosos y me han ayudado a pagar las deudas, aunque todavía no he pagado
todo.
(A continuación
encontraréis el mensaje que Nuestro Señor y gran amigo entregó al Padre
Melvin. Jesús le dijo estas palabras:)
“Os envío muchas gracias, Mi hermano Melvin y todos Mis hermanos
dispersos por la faz de la tierra. Fue
por todos vosotros que ofrecí el sacrificio de Mi vida en la cruz a Mi Padre
Celestial para que pudierais ser salvados.
Para demostraros que verdaderamente soy el Hijo de Dios, la Segunda
Persona de la Santísima Trinidad, realicé muchos milagros que sólo Dios puede
hacer. Considerad por ejemplo este
hombre ciego, Bartimeo, que vino a pedirme que le permitiera ver. Cuando vi su fe, lo sané inmediatamente. Hoy muchos de Mis discípulos tienen el poder
de sanar en Mi Nombre. Tú, Mi hermano
Melvin, has recibido de Mí este poder y muchos han sido sanados a través de tus
oraciones. De hecho, soy Yo el que sana
a la gente, pero a través de las oraciones de aquellos que he designado. Acudid a ellos con fe y seréis sanados. Os amo a todos.”
Padre
Melvin
Pequeño Santuario de
Nuestra Señora de la Isla del Príncipe Eduardo
Sitio Nuevo: www.ourladyofpei.com
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