sábado, 10 de noviembre de 2012

“La Presentación en el Templo."


The Rev. Fr. Melvin Doucette, African Missionary/ 1704 Palmer Road, RR 2
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Tel: 902-882-2004 / E-mail: melvin.doucette@pei.sympatico.ca


PADRE MELVIN DOUCETTE

Sábado 10 de noviembre de 2012

“La Presentación en el Templo."

(Lectura del Evangelio de San Lucas 2: 22-35)

“Luego, cumplidos los días de su purificación conforme a la ley de Moisés, le subieron a Jerusalén para presentarlo al Señor, según está escrito en la ley del Señor: ‘Todo varón primogénito será consagrado al Señor’, y para ofrecer como sacrificio, según lo prescrito en la ley del Señor, un par de tórtolas o dos palominos.
Había un hombre en Jerusalén llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que esperaba la consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba con él.  Y le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Cristo del Señor.  Vino al templo movido por el Espíritu, y al entrar los padres con el niño Jesús para cumplir cuanto ordenaba la Ley sobre él, Simeón le tomó en sus brazos y dio gracias a Dios, diciendo: -‘Ahora puedes, Señor, dejar ir a tu siervo en paz según tu palabra;  pues han visto mis ojos tu salvación, que preparaste ante la vista de todos los pueblos;  luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.’
Y su padre y su madre estaban maravillados de las cosas que decían de Él.  Los bendijo Simeón, y dijo a María, su madre: -‘He aquí que éste está destinado para ser ocasión de caída y resurgimiento de muchos en Israel, y como señal de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el alma, para que se descubran los pensamientos de muchos corazones’.”

Queridos amigos:
         En este día dedicado a Nuestra Madre Santísima tomemos la decisión de rezar el rosario todos los días.  Esto es lo que Ella les ha pedido a todos Sus hijos.

(A continuación encontraréis el mensaje entregado por Nuestra Madre Santísima al Padre Melvin.  Ella le dijo estas palabras:)

         “Te bendigo, Mi hijo Melvin, y bendigo a todos Mis hijos que viven sobre la faz de la tierra.  Sois todos Míos pues Jesús os entregó a Mí como hijos.  Sufrí mucho por cada uno de vosotros para que sigáis a Mi Hijo Jesús y evitéis el pecado.  En la Presentación en el Templo, Simeón predijo que Yo sufriría.  Dijo que una espada atravesaría Mi corazón y esto sucedió cuando estuve al pie de la cruz de Mi Hijo.  Un gran dolor penetró Mi corazón al verlo sufriendo tanto por todos vosotros.  Padecí todo eso por vuestra salvación.  Incluso hoy en día sufro al ver lo que sucede en el mundo.  Estoy hablando especialmente del aborto, los matrimonios del mismo sexo, la eutanasia y otras cosas más.  Rezad para que estos pecados terribles terminen pronto.  Os amo a todos.”

Padre Melvin

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