The
Rev. Fr. Melvin Doucette, African Missionary/ 1704 Palmer Road, RR 2
Tignish,
PE (Prince Edward Island) COB 2BO / CANADÁ
Tel: 902-882-2004 / E-mail: melvin.doucette@pei.sympatico.ca
PADRE MELVIN DOUCETTE
Sábado 27 de octubre de
2012
“El Mayor en el
Reino."
(Lectura del Evangelio
de San Marcos 9: 33-37)
“Vinieron a Cafarnaúm, y
estando en casa les preguntaba: -‘¿Qué discutíais en el camino?’. Ellos callaban, porque en el camino habían
discutido ente sí sobre quién era el mayor.
Tomando asiento, llamó a los doce y les dijo: -‘Si alguno quiere ser el
primero, sea el último de todos y criado de todos.’ Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos
y, abrazándole, les dijo: -‘Quien recibe a uno de estos niños en mi nombre, a
mí me recibe, y quien me recibe a mí, no me recibe a mí, sino al que me ha
enviado’.”
Queridos amigos:
Deseo señalar hoy la importancia de rezar el rosario cada
día. Nunca dejo de hacerlo. Esto es lo que Nuestra Madre Santísima le
pide que haga a cada cristiano que La ama.
Para rezar el rosario con mucho amor tenéis que tener el corazón de un
niño. No temáis repetir oraciones, ya
que al hacerlo estáis mirando a Nuestro Señor Jesús y a Su Madre. El Avemaría es una oración preciosa. La primera parte está tomada de la Biblia, y
la última es nuestro pedido para que Ella rece por nosotros. También debemos contemplar los misterios del
rosario. Tienen que ver con la vida de
Jesús y de Nuestra Madre Santísima.
Rezad el rosario con todo vuestro corazón.
(A continuación
encontraréis el mensaje de Nuestro Señor y Salvador entregado al padre
Melvin. Jesús le habló con estas
palabras:)
“Os exhorto, Mi amado hermano Melvin y todos Mis hermanos, a permanecer
siempre cerca de Mí. No estéis llenos de
orgullo ni penséis que sois mejores que los demás. Seguidme porque vine al mundo no para ser
servido sino para servir a Mis hermanos.
Los Apóstoles a veces discutían entre ellos acerca de quién era el más
importante. El orgullo estaba detrás de
esta pelea. Les mostré un niño. Ellos están siempre dispuestos a escuchar a
sus padres y a hacer, la mayoría de las veces, lo que se les dice que
hagan. No hay soberbia en los niños pequeños. Tenéis que estar dispuestos a ayudar a todos
los necesitados y a servirlos. Entonces
Me estaréis sirviendo a Mí. Os bendigo a
todos.”
Padre
Melvin
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