The Rev. Fr. Melvin Doucette, African
Missionary/ 1704 Palmer Road, RR 2
Tignish, PE (Prince Edward Island) COB 2BO
/ CANADÁ
Tel: 902-882-2004 /
E-mail: melvin.doucette@bellaliant.net
PADRE
MELVIN DOUCETTE
Domingo
30 de diciembre de 2012
“El Niño Jesús en el Templo"
(Lectura del
Evangelio de San Lucas 2: 41-52)
“Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la
Pascua. Cuando cumplió los doce años, subieron como de costumbre a la
fiesta. Al volverse ellos pasados los días, el niño Jesús se quedó en
Jerusalén, sin saberlo sus padres. Creyendo que estaría en la caravana,
hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos;
pero, al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.
Al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de
los maestros, escuchándoles y haciéndoles preguntas; todos los que le
oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas. Cuando
le vieron quedaron sorprendidos y su madre le dijo: -‘Hijo, ¿por qué nos has
hecho esto? Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos
buscando.’ Él les dijo: -‘Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo
debía estar en la casa de mi Padre?’. Pero ellos no comprendieron la
respuesta que les dio.
Bajó con ellos, vino a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre
conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón. Jesús crecía en
sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.”
Queridos amigos:
Hace un tiempo me pidieron que incluyera un sacerdote en el Libro Recordatorio
porque tenía cáncer de huesos. Ingresé su nombre y ofrecí la Santa Misa
por todos los que están inscriptos en el libro, incluido este sacerdote.
Hace unos días recibí un llamado telefónico informándome que el sacerdote
estaba totalmente curado. Después de los análisis, el médico declaró que
era un milagro porque ya no quedaba ni rastro del cáncer. ¡Alabado sea el
Señor!
(A continuación encontraréis el
mensaje de Nuestro Señor y Salvador entregado al Padre Melvin. Jesús le
habló con estas palabras:)
“Os bendigo, Mi hermano Melvin y todos Mis hermanos que camináis conmigo
cada día. Cuando tenía doce años Mis padres y Yo fuimos a Jerusalén para
la fiesta de la Pascua. Cuando terminó, Me quedé en Jerusalén mientras
Mis padres volvían a casa. Después de tres días Me encontraron en el
Templo con los doctores de la ley. Mi Madre no comprendió que Yo debía
quedarme en el Templo mientras ellos tomaban el camino de regreso a casa.
Le recordé que tenía que estar en la casa de Mi Padre. Les dije esto para
recordarles que soy el Hijo de Dios y que tengo que obedecer al Padre en
todo. Tenía ya la edad de emprender la misión que Me había confiado Mi
Padre. Todos vosotros también debéis cumplir la misión encomendada por
vuestro Padre Celestial. Todos tenéis deberes particulares y un trabajo
especial que hacer, y ésa es vuestra misión en la tierra. Mi misión era
ofrecerme en sacrificio por vuestra salvación. Conoceréis la vuestra si
le pedís al Padre que os la muestre. Puede que tome cierto tiempo
descubrirla, pero no claudiquéis, un día conoceréis vuestro llamado. Os
amo a todos.”
Padre Melvin
No hay comentarios:
Publicar un comentario