domingo, 30 de diciembre de 2012

“El Niño Jesús en el Templo"


The Rev. Fr. Melvin Doucette, African Missionary/ 1704 Palmer Road, RR 2
Tignish, PE (Prince Edward Island) COB 2BO / CANADÁ
Tel: 902-882-2004 / E-mail: melvin.doucette@bellaliant.net


PADRE MELVIN DOUCETTE

Domingo 30 de diciembre de 2012

“El Niño Jesús en el Templo"

(Lectura del Evangelio de San Lucas 2: 41-52)

“Sus padres iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua.  Cuando cumplió los doce años, subieron como de costumbre a la fiesta.  Al volverse ellos pasados los días, el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin saberlo sus padres.  Creyendo que estaría en la caravana, hicieron un día de camino, y le buscaban entre los parientes y conocidos;  pero, al no encontrarle, se volvieron a Jerusalén en su busca.
Al cabo de tres días, le encontraron en el Templo sentado en medio de los maestros, escuchándoles y haciéndoles preguntas;  todos los que le oían, estaban estupefactos por su inteligencia y sus respuestas.  Cuando le vieron quedaron sorprendidos y su madre le dijo: -‘Hijo, ¿por qué nos has hecho esto?  Mira, tu padre y yo, angustiados, te andábamos buscando.’  Él les dijo: -‘Y ¿por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?’.  Pero ellos no comprendieron la respuesta que les dio.
Bajó con ellos, vino a Nazaret y vivía sujeto a ellos.  Su madre conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón.  Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.”

Queridos amigos:
         Hace un tiempo me pidieron que incluyera un sacerdote en el Libro Recordatorio porque tenía cáncer de huesos.  Ingresé su nombre y ofrecí la Santa Misa por todos los que están inscriptos en el libro, incluido este sacerdote.  Hace unos días recibí un llamado telefónico informándome que el sacerdote estaba totalmente curado.  Después de los análisis, el médico declaró que era un milagro porque ya no quedaba ni rastro del cáncer.  ¡Alabado sea el Señor!

(A continuación encontraréis el mensaje de Nuestro Señor y Salvador entregado al Padre Melvin.  Jesús le habló con estas palabras:)


         “Os bendigo, Mi hermano Melvin y todos Mis hermanos que camináis conmigo cada día.  Cuando tenía doce años Mis padres y Yo fuimos a Jerusalén para la fiesta de la Pascua.  Cuando terminó, Me quedé en Jerusalén mientras Mis padres volvían a casa.  Después de tres días Me encontraron en el Templo con los doctores de la ley.  Mi Madre no comprendió que Yo debía quedarme en el Templo mientras ellos tomaban el camino de regreso a casa.  Le recordé que tenía que estar en la casa de Mi Padre.  Les dije esto para recordarles que soy el Hijo de Dios y que tengo que obedecer al Padre en todo.  Tenía ya la edad de emprender la misión que Me había confiado Mi Padre.  Todos vosotros también debéis cumplir la misión encomendada por vuestro Padre Celestial.  Todos tenéis deberes particulares y un trabajo especial que hacer, y ésa es vuestra misión en la tierra.  Mi misión era ofrecerme en sacrificio por vuestra salvación.  Conoceréis la vuestra si le pedís al Padre que os la muestre.  Puede que tome cierto tiempo descubrirla, pero no claudiquéis, un día conoceréis vuestro llamado.  Os amo a todos.”

Padre Melvin

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