PADRE MELVIN DOUCETTE
Viernes 6 de julio de
2012
“El Ministerio de
Reconciliación."
Lectura de la Segunda
Carta de San Pablo a los Corintios 5, 11-21:
“Sabiendo, pues, lo que
es el temor del Señor, tratamos de sincerarnos ante los hombres. Dios bien conoce lo que somos; y espero que también en vuestras conciencias
estemos patentes. No es que de nuevo nos
recomendemos a vosotros, sino que os damos ocasión de gloriaros en nosotros, a
fin de que tengáis con qué responder a los que se glorían de lo que aparece y
no de lo que está en el corazón. Porque
si perdimos el tino, fue con miras a Dios;
si nos moderamos es en atención a vosotros.
Porque el amor de Cristo
nos apremia al pensar que uno murió por todos y, por tanto, todos
murieron, y murió por todos, para que
los que viven no vivan ya para sí, sino para Aquel que por ellos murió y
resucitó.
De suerte que nosotros
desde ahora a nadie conocemos según la carne.
Aun cuando hemos conocido según la carne a Cristo, ahora, empero, ya no
lo conocemos así. De suerte que si uno
está en Cristo, es una nueva creación.
Lo viejo pasó: mirad, se ha hecho nuevo.
Y todo esto procede de Dios, quien nos reconcilió consigo por medio de
Cristo, y a nosotros nos ha dado el ministerio de la reconciliación. Porque, a la verdad, Dios en Cristo estaba
reconciliando el mundo consigo, no imputándole sus delitos, y poniendo en
nosotros las palabras de la reconciliación.
Somos pues embajadores
en nombre de Cristo, como si Dios os exhortase por medio de nosotros. Os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos
con Dios. Al que no conoció pecado, por
nosotros le hizo pecado, a fin de que nosotros viniésemos a ser justicia de
Dios en Él.”
Queridos amigos,
Deseo agradecer a los
que me han escrito durante el último mes diciendo que rezarían por mí. Les agradezco sus oraciones. Algunos hasta me han enviado una donación
para ayudarme con los gastos que tengo;
a ellos también les digo: ‘¡Muchas gracias!’. Sigamos rezando para que pronto se realice lo
pedido por Nuestra Madre Santísima.
(A continuación
encontraréis el mensaje de Nuestro Señor y Redentor entregado al padre
Melvin. Jesús le dijo estas palabras:)
“Reconciliaos con
Nuestro Padre Celestial y conmigo, vuestro Redentor. Os exhorto especialmente a vosotros, Mi
hermano Melvin y todos Mis hermanos que vivís en cada país del mundo. Vine al mundo para mostraros el camino que
deberíais seguir y para establecer Mi Iglesia.
Al final, Me ofrecí en oblación a Mi Padre Celestial muriendo en la
cruz; de esta manera pagué el precio de
todos vuestros pecados. Como Hijo de
Dios no había pecado, pero asumí todos vuestros pecados y pagué por todos ellos
con mucho sufrimiento. Derramé Mi
sangre: eso tuve que hacer para ofrecerle al Padre Mi propio sacrificio. En el Antiguo Testamento el pueblo judío
usaba animales para ofrecer un sacrificio por sus pecados. Se mataba el animal y su sangre se
derramaba. Realmente, soy el Cordero de
Dios que reemplacé al cordero de la Pascua de Egipto cuando morí en la cruz,
cuando un soldado atravesó Mi corazón y se derramó Mi sangre. Ahora es necesario que cada uno de vosotros
se reconcilie con el Padre a través de Mí.
Existe el Sacramento de la Reconciliación, que cada discípulo Mío debe
recibir de manos de los sacerdotes. De
esta manera, Mi Padre y Yo iremos a vivir en vuestros corazones, pues os
amamos.”
Padre Melvin
Padre
Melvin Doucette, (Misionero Africano) / 1704 Palmer Road, RR 2, Tignish, PE
(Prince Edward Island) C0B 2B0 / CANADA Tel: 001-902-882-2004 / Email: melvin.doucette@pei.sympatico.ca
No hay comentarios:
Publicar un comentario