domingo, 22 de julio de 2012

“La Ley no Anuló la Promesa."


PADRE MELVIN DOUCETTE

Domingo 22 de julio de 2012

“La Ley no Anuló la Promesa."

Lectura de la Epístola de San Pablo a los Gálatas 3, 15-29:

“Hermanos, hablo según los criterios usuales entre los hombres.  Aun tratándose de un hombre, un testamento legítimamente otorgado nadie puede anularlo ni añadirle nuevas cláusulas.  Ahora bien, a Abraham le fueron hechas las promesas, y en él a su descendencia.  No dice la Escritura: ‘Y a los descendientes’, como si se tratase de muchos, sino de uno solo: ‘Y a tu descendencia’, que es Cristo.  Digo, pues, esto: un testamento, ya válidamente otorgado por Dios, no puede ser anulado por la Ley, que vino cuatrocientos treinta años más tarde, de suerte que la promesa quedase anulada.  Porque si la herencia dependiera de la Ley, ya no procedería de la promesa.  Y, sin embargo, a Abraham le hizo Dios donación de la herencia mediante una promesa.
¿Por qué, pues, la Ley?  Fue adicionada a causa de las transgresiones hasta que viniese la descendencia a la que fue hecha la promesa;  y fue promulgada por ministerio de ángeles por intervención de un mediador.  Ahora bien, el mediador no lo es de una persona sola, y Dios es uno solo.
La Ley, pues, ¿va contra las promesas de Dios?  De ninguna manera.  Porque si hubiera sido dada una Ley capaz de vivificar, entonces realmente la justicia procedería de la Ley.  Pero la Escritura lo encerró todo bajo el dominio del pecado, para que la bendición de la promesa se otorgara a los creyentes en virtud de la fe en Jesucristo.  Mas antes de venir la fe estábamos encerrados bajo la custodia de la Ley, en espera de la fe que había de ser revelada.  De manera que la Ley fue nuestro pedagogo para conducirnos a Cristo, para que por la fe fuésemos justificados.  Pero, venida la fe, ya no estamos sometidos a la disciplina de un pedagogo.  Todos, pues, sois hijos de Dios, por la fe, en Cristo Jesús, pues cuantos habéis sido bautizados en Cristo, os habéis revestido de Cristo.  No hay ya judío ni gentil, no hay esclavo ni libre, no hay varón ni hembra, pues todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.  Y si sois de Cristo, sois, por tanto, descendencia de Abraham, herederos suyos según la promesa.”

Queridos amigos,

(A continuación encontraréis el mensaje de Nuestro Señor y Redentor entregado al padre Melvin.  Jesús le dijo estas palabras:)


“Te amo, Mi hermano Melvin, y amo a todos Mis hermanos que viven sobre la faz de la tierra.  Si creéis en Mí sois parte de la promesa dada a Abraham con respecto a Mí, Su descendiente.  Había sido prometido desde el momento del pecado de Adán y Eva, a través de Abraham y los Profetas.  Sí: el pueblo judío fue llamado para preparar Mi venida.  Verdaderamente, algunos se prepararon para Mi venida.  La primera que se preparó para Mí fue Mi Madre Santísima, que le dijo ‘sí’ al ángel cuando vino a pedirle que fuera Mi Madre.  Los Apóstoles se habían preparado y también otros en los tiempos en que Yo viví en Israel.  Sin embargo, como muchos Me rechazaron, los Apóstoles fueron enviados a los gentiles de cada país del mundo y ellos Me aceptaron y creyeron en Mí.  Todos los gentiles que creen en Mí son parte de la gran promesa del pasado, que provino de Mi Padre Celestial.
La fe es un don maravilloso.  Si lo pedís lo recibiréis.  Abrid vuestro corazón entonces para creer en Mí de todo corazón y seréis bendecidos.  Os amo a todos.”

Padre Melvin

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