“Zaqueo, el Cobrador de Impuestos."

PADRE MELVIN DOUCETTE

Martes 17 de enero de 2012

“Zaqueo, el Cobrador de Impuestos."

“Habiendo entrado Jesús en Jericó, atravesaba la ciudad.  Había allí un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de los cobradores del impuesto y muy rico.  Quería ver cómo era Jesús, pero no lo conseguía en medio de tanta gente, pues era de baja estatura.  Entonces se adelantó corriendo y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por allí.  Cuando llegó Jesús al lugar, miró hacia arriba y le dijo: -‘Zaqueo, baja en seguida, pues hoy tengo que quedarme en tu casa’.  Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría.  Entonces todos empezaron a criticar y a decir: -‘Se ha ido a casa de un rico que es un pecador’.  Pero Zaqueo dijo resueltamente a Jesús: -‘Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y a quien le haya exigido algo injustamente le devolveré cuatro veces más’.  Jesús, pues, dijo con respecto a él: -‘Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también este hombre es un hijo de Abraham.  El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido’.”  (Pasaje del Evangelio de San Lucas 19, 1-10)

         Queridos amigos,

Ayer por la tarde estuve en el Hogar y vino una gran multitud a la Santa Misa.  También visité a los que están postrados y les di la Santa Comunión.  Hoy iré a nuestra iglesia parroquial para pasar un tiempo en adoración ante el Santísimo Sacramento expuesto sobre el altar.

(A continuación encontraréis el mensaje de Nuestro Señor y Redentor entregado al padre Melvin.  Jesús le dijo estas palabras:)

-“Te amo, Mi hermano Melvin, y amo a todos Mis hermanos que leen Mis mensajes cada día.  Las palabras que os dirijo todos los días son para ayudaros a llegar a conocerme y a estar íntimamente unidos a Mí.  Zaqueo era un hombre alejado de Mí que no era justo con las personas con las que trataba.  Pero sabéis que vine al mundo para salvaros y decidí salvar a Zaqueo.  Me quedé en su casa una noche.  Con este gesto Mío, Zaqueo se convirtió y se arrepintió de todos sus pecados.  Después de esto, fue Mi discípulo.

Os estoy exhortando a imitar a Zaqueo arrepintiéndoos de vuestros pecados y perdonando a los que os han lastimado de alguna manera.  Al hacer esto seréis un reflejo de Mí y haréis que otros también Me sigan.  Os bendigo a todos.”

Padre Melvin