“Persecución de la Iglesia"

The Rev. Fr. Melvin Doucette, African Missionary/ 1704 Palmer Road, RR 2

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PADRE MELVIN DOUCETTE

Martes 16 de abril de 2013

“Persecución de la Iglesia"

(Lectura de los Hechos de los Apóstoles 8: 1-8)

“Se levantó aquel día (en que Esteban fue martirizado) una gran persecución contra la Iglesia en Jerusalén;  y todos se dispersaron por las regiones de la Judea y Samaria, a excepción de los Apóstoles.  Y llevaron a enterrar a Esteban hombres piadosos, e hicieron gran luto sobre él.  Saulo, entre tanto, devastaba la Iglesia, y entrando en las casas, arrastraba a hombres y mujeres y los entregaba para ser encarcelados.

Los que se habían dispersado fueron de una parte a otra anunciando el Evangelio.  Felipe, entrando en la ciudad de Samaria, les predicaba el Mesías.  Prestaba atención la muchedumbre unánimemente a lo que Felipe decía, por cuanto oía y veía los milagros que obraba.  Porque de muchos posesos salían los espíritus impuros, gritando a grandes voces;  y muchos cojos y paralíticos eran curados.  Y hubo por ello gran gozo en aquella ciudad.”

Queridos amigos:

         Ayer aclaró el cielo y salió el sol.  No lo habíamos visto por muchos días y había nevado durante tres o cuatro días.  La mayoría de la nieve desapareció ayer y fue primavera una vez más.  Esta semana debería hacer más calor y superar los 10 grados Celsius.

(A continuación encontraréis el mensaje de Nuestro Señor, el Hijo de Dios, entregado al Padre Melvin.  Jesús le habló con estas palabras:)

         “Una señal de que uno está haciendo la voluntad de Dios es la curación de los enfermos.  Alegraos cuando veis esto, Mi hermano Melvin y todos Mis hermanos dispersos por todos los países del mundo.  Felipe fue aceptado por el pueblo de Samaria cuando vieron que echaba a los espíritus impuros y sanaba a los enfermos.  Creyeron en Mí como su Mesías y Señor.

Produje muchas curaciones a través de ti, hermano, en distintas partes del mundo.  Rezaste sobre parejas que no podían tener hijos y dentro del año tuvieron uno.  Una mujer en silla de ruedas se levantó y caminó después de que tú le impusieras las manos.  Un hombre que tenía dificultad para caminar y necesitaba usar bastón fue curado y se deshizo de su bastón.  Una mujer que no podía oír de un oído fue sanada inmediatamente después de que tú rezaras con ella.  Una mujer de New Jersey que caminaba con muletas las dejó de lado después de que tú rezaras con ella y volvió a su asiento bailando.  Todo esto demuestra que estoy obrando contigo.  Así como Felipe atrajo a muchos a la Iglesia por estas señales, tú también, hermano, fuiste un instrumento para atraer a muchos a Mi Iglesia.  Continúa tu trabajo y serás bendecido.  Os amo a todos: os he dado a todos dones especiales que debéis usar para Mi Iglesia.”

Padre Melvin