“La Iglesia de Antioquía"

The Rev. Fr. Melvin Doucette, African Missionary/ 1704 Palmer Road, RR 2

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PADRE MELVIN DOUCETTE

Domingo 28 de abril de 2013

“La Iglesia de Antioquía"

(Lectura de los Hechos de los Apóstoles 11: 19-26)

“Los que habían sido dispersados por la persecución suscitada con motivo de Esteban pasaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, no predicando la palabra sino a los judíos.  Pero había algunos de entre ellos de Chipre y de Cirene que, llegando a Antioquía, comenzaron a predicar también a los griegos el evangelio del Señor Jesús.  La mano del Señor estaba con ellos, y fue grande el número de los que recibieron la fe y se convirtieron al Señor.  Llegó a oídos de la iglesia establecida en Jerusalén la noticia de esto, y enviaron a Antioquía a Bernabé;  el cual, así que llegó y vio la gracia de Dios, se alegró y exhortaba a todos a perseverar, con corazón resuelto, fieles al Señor, porque era hombre bueno y lleno del Espíritu Santo y de fe.  Y se allegó al Señor una gran muchedumbre.  Partió luego Bernabé para Tarso con el objeto de buscar a Saulo;  y hallándole, le condujo a Antioquía, donde estuvieron juntos por espacio de un año en aquella iglesia y enseñaron a una gran muchedumbre, tanto que en Antioquía comenzaron los discípulos a ser llamados cristianos.”

Queridos amigos:

         Ayer tuvimos un día muy lindo, con mucho sol y no muy frío.  Fui a pescar truchas por segunda vez en el año.  Esta vez fui con mi hermana Esther.  Ella pescó la trucha más grande de su vida.  Imagino que anoche habrá comido muy bien.

(A continuación encontraréis el mensaje de Nuestro Señor, el Hijo de Dios, entregado al Padre Melvin.  Jesús le habló con estas palabras:)

         “Alegraos, Mi hermano Melvin y todos Mis hermanos que pertenecéis a Mi Iglesia.  Leed lo que sucedió en Antioquía cuando los discípulos enseñaron acerca de Mí.  En ese momento, una inmensa multitud entró a la Iglesia en esa ciudad.  Como había problemas entre los judíos y los gentiles, enviaron a Bernabé a Antioquía para investigar y encontró que el Espíritu Santo se había derramado sobre los gentiles como les sucedió a los Apóstoles el día de Pentecostés.  Entonces todos ellos fueron bautizados y Bernabé se alegró mucho.

Mi hermano Melvin, viste algo similar en África cuando estuviste allí.  Abriste una iglesia en un pueblo donde no había católicos y todos los domingos la iglesia estaba llena, con más de 400 personas.  Al momento de recibir la Sagrada Comunión, sólo una persona se acercaba a recibirla porque los otros no estaban bautizados.  Una vez instruidos fueron bautizados y luego ya todos comulgaban.  ¡Qué alegría hubo en ese pueblo cuando todos se convirtieron en Mis discípulos!  Me alegró mucho ver a todos esos creyentes.  Os bendigo, Mi hermano Melvin y todos los que leéis este mensaje.  Os amo a todos.”

Padre Melvin