lunes, 15 de abril de 2013

“Discursos de Esteban (Cont.)"


The Rev. Fr. Melvin Doucette, African Missionary/ 1704 Palmer Road, RR 2
Tignish, PE (Prince Edward Island) COB 2BO / CANADÁ
Tel: 902-882-2004 / E-mail: melvin.doucette@bellaliant.net


PADRE MELVIN DOUCETTE

Lunes 15 de abril de 2013

“Discursos de Esteban (Cont.)"

(Lectura de los Hechos de los Apóstoles 7: 51-60)

(Les dijo Esteban a los miembros del Sanedrín) “-‘¡Duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos!  Vosotros siempre resistís al Espíritu Santo;  como vuestros padres, así también vosotros.  ¿Qué profeta hubo a quien no persiguiesen vuestros padres?  Mataron a los que anunciaban el advenimiento del Justo, a quien vosotros ahora habéis traicionado y asesinado;  vosotros, que recibisteis la Ley por ministerio de los ángeles, y no la guardasteis.’
Oyendo estas cosas se consumían de rabia sus corazones y rechinaban los dientes contra él.  Pero, lleno del Espíritu Santo, mirando al cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús en pie a la diestra de Dios.  Y dijo: -‘Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre en pie, a la diestra de Dios.’  Ellos, gritando a grandes voces, se taparon los oídos y se precipitaron todos a una contra él;  y sacándole fuera de la ciudad, le apedreaban.  Los testigos depositaron sus mantos a los pies de un joven llamado Saulo.  Y apedreaban a Esteban, que oraba y decía: -‘Señor Jesús, recibe mi espíritu.’  E hincando las rodillas, clamó con fuerte voz: -‘Señor, no les imputes este pecado.’  Y esto dicho, descansó en paz.”

Queridos amigos:
         Ayer por la mañana estaba todo blanco por la nieve que cayó durante la noche.  Parecía invierno otra vez, pero hoy saldrá el sol y desaparecerá toda la nieve.

(A continuación encontraréis el mensaje de Nuestro Señor y Salvador entregado al Padre Melvin.  Jesús le habló con estas palabras:)


         “No odiéis al que os dice la verdad, Mi hermano Melvin y todos Mis hermanos, porque sois pecadores y alguien debe enseñaros cómo regresar a la buena senda que os mostré.  San Esteban les enseñó a los miembros del Sanedrín que lo que Me hicieron fue un asesinato.  Me habían matado, pero ahora estaba sentado a la derecha de Mi Padre en el cielo.  Por supuesto los miembros del Sanedrín se negaron a aceptar las enseñanzas de San Esteban y en vez de eso lo atraparon, lo sacaron de la ciudad de Jerusalén y lo lapidaron hasta la muerte.  Cometieron otro asesinato.  San Esteban, que era un gran santo, pronunció esta admirable oración: -‘Señor, no les imputes este pecado.’  Hizo lo mismo que hice Yo en la cruz: perdonó a todos los que lo habían matado.
Vosotros también, hermanos, sois atacados a veces de manera injusta.  No odiéis a esas personas sino que rezad por ellos para que se puedan convertir y seguirme.  Lo importante es la conversión de todos los que no creen en Mí para que puedan ser salvados.  Vine al mundo para salvaros a todos y deseo ardientemente que regreséis a Mí y Me sigáis.  Os bendigo a todos.”

Padre Melvin

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