The Rev. Fr. Melvin Doucette, African
Missionary/ 1704 Palmer Road, RR 2
Tignish, PE (Prince Edward Island) COB 2BO
/ CANADÁ
Tel: 902-882-2004 /
E-mail: melvin.doucette@bellaliant.net
PADRE
MELVIN DOUCETTE
Lunes
15 de abril de 2013
“Discursos de Esteban (Cont.)"
(Lectura de
los Hechos de los Apóstoles 7: 51-60)
(Les dijo Esteban a los miembros del Sanedrín) “-‘¡Duros de cerviz e
incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros siempre resistís al
Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros. ¿Qué
profeta hubo a quien no persiguiesen vuestros padres? Mataron a los que
anunciaban el advenimiento del Justo, a quien vosotros ahora habéis traicionado
y asesinado; vosotros, que recibisteis la Ley por ministerio de los
ángeles, y no la guardasteis.’
Oyendo estas cosas se consumían de rabia sus corazones y rechinaban los
dientes contra él. Pero, lleno del Espíritu Santo, mirando al cielo, vio
la gloria de Dios y a Jesús en pie a la diestra de Dios. Y dijo: -‘Estoy
viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre en pie, a la diestra de
Dios.’ Ellos, gritando a grandes voces, se taparon los oídos y se
precipitaron todos a una contra él; y sacándole fuera de la ciudad, le
apedreaban. Los testigos depositaron sus mantos a los pies de un joven
llamado Saulo. Y apedreaban a Esteban, que oraba y decía: -‘Señor Jesús,
recibe mi espíritu.’ E hincando las rodillas, clamó con fuerte voz:
-‘Señor, no les imputes este pecado.’ Y esto dicho, descansó en paz.”
Queridos amigos:
Ayer por la mañana estaba todo blanco por la nieve que cayó durante la
noche. Parecía invierno otra vez, pero hoy saldrá el sol y desaparecerá
toda la nieve.
(A continuación encontraréis el
mensaje de Nuestro Señor y Salvador entregado al Padre Melvin. Jesús le
habló con estas palabras:)
“No odiéis al que os dice la verdad, Mi hermano Melvin y todos Mis hermanos,
porque sois pecadores y alguien debe enseñaros cómo regresar a la buena senda
que os mostré. San Esteban les enseñó a los miembros del Sanedrín que lo
que Me hicieron fue un asesinato. Me habían matado, pero ahora estaba
sentado a la derecha de Mi Padre en el cielo. Por supuesto los miembros
del Sanedrín se negaron a aceptar las enseñanzas de San Esteban y en vez de eso
lo atraparon, lo sacaron de la ciudad de Jerusalén y lo lapidaron hasta la
muerte. Cometieron otro asesinato. San Esteban, que era un gran
santo, pronunció esta admirable oración: -‘Señor, no les imputes este
pecado.’ Hizo lo mismo que hice Yo en la cruz: perdonó a todos los que lo
habían matado.
Vosotros también, hermanos, sois atacados a veces de manera
injusta. No odiéis a esas personas sino que rezad por ellos para que se
puedan convertir y seguirme. Lo importante es la conversión de todos los
que no creen en Mí para que puedan ser salvados. Vine al mundo para
salvaros a todos y deseo ardientemente que regreséis a Mí y Me sigáis. Os
bendigo a todos.”
Padre Melvin
No hay comentarios:
Publicar un comentario