Rosario vespertino - (Miércoles  de Ceniza) 
 
Temas:  
- Son tiempos de prueba, Mis pequeños en donde       realmente veréis si pertenecéis a Mí, vuestro Dios o podréis ser       aniquilados por las garras de satanás. 
 
- Mis ministros deben ser también ejemplo ante el       mundo, pero con muchas más responsabilidades, porque tienen el Sacramento       del Sacerdocio y eso les confiere una Gracia muy grande que no han querido       aprovechar en pleno.
 
- La santidad se da en un alto grado de humildad,       así que pedídmela y no creáis que esto os llevará a una soberbia inmensa,       al contrario, os repito, la santidad necesita un alto grado de humildad. 
 
- El hombre de la perdición, en breve       aparecerá ante el mundo entero. ¿Qué haréis, Mis pequeños? ¿Qué haréis si       no estáis Conmigo?
 
- BuscadMe       en todo momento, no Me abandonéis porque, ciertamente, es el hombre el que       Me abandona, Yo, vuestro Dios, nunca os abandono.
 
 
 
 
 
Mensaje  de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo  a J. V.  
  
Primer Misterio, Habla Dios Padre. Sobre: Son tiempos de prueba, Mis pequeños en donde realmente veréis si  pertenecéis a Mí, vuestro Dios o podréis ser aniquilados por las garras de  satanás.   Hijitos Míos, dejad al hombre que haga las  cosas del hombre, especialmente cuando se han dejado llevar por satanás.  Vosotros sois Míos, vosotros, los que habéis escogido el mejor camino, no os  debéis preocupar. Os he venido preparando por mucho tiempo para estos momentos  que padeceréis, son tiempos de purificación, son tiempos de prueba, son tiempos  de acrisolamiento, de aquí saldrán las almas que serán escogidas para los  Nuevos Tiempos. 
Recordad cómo Me he preocupado Yo, vuestro  Dios, vuestro Padre, de ir escogiendo el redil, Mi Hijo Me los ha traído, Mi  Hija, la Siempre Virgen María, va cuidando de que no salgan del redil y  especialmente cuida a aquellos que puedan ser más atacados por las garras de  satanás. 
Son tiempos de prueba, Mis pequeños en donde  realmente veréis si pertenecéis a Mí, vuestro Dios o podréis ser aniquilados  por las garras de satanás.  
Es tiempo en que la Fe os pondrá a salvo y  vosotros habéis sido preparados para estos momentos. Os he dicho que éstos  tiempos de tribulación os van a traer directamente a Mi Corazón, porque  aquellos que confían en Mí, siguen Mi Santa Voluntad. Aquellos que dudan,  fácilmente podrán caer y por eso os he pedido que oréis fuertemente por  aquellos que no tienen una Fe a prueba de todo lo que vendrá pero, sobre todo  por aquellos que no tienen amor a Mí, porque cuando alguien ama, se da  totalmente por el que ama y vosotros, que estáis Conmigo, sé que os daréis por  Mí. No necesariamente esto quiere decir una donación de muerte o de gran dolor,  sino de defensa de lo que es Mío. 
Recordad cómo Mi Hijo escogió como apóstoles  a unos pocos de tantos que estuvieron a Su alrededor. En este tiempo, son  también pocos los que Me aman, los que están Conmigo, los que quieren mantener  Mi Amor sobre la Tierra, pero sobre todo, que quieren mantener Mi Amor en su  corazón. 
¿A qué bando pertenecéis, Mis pequeños?,  vosotros os podréis contestar, Yo ya conozco la respuesta.  
Deseo, Mis pequeños, que luchéis, pero con amor,  contra todo lo que vaya a pasar a vuestro alrededor. Ciertamente, satanás,  dará sus coletazos para tratar de destruir la Fe, que es la que Yo estoy  manteniendo sobre la Tierra pero, ya os he dicho que, al resto fiel, Yo lo he  de mantener junto Conmigo, protegido, contra satanás. Y recordad nuevamente,  que satanás no tiene la fuerza, el poder, las capacidades que tengo Yo, como  Dios, así que no  le temáis, si estáis Conmigo, lo venceréis fácilmente.   Gracias, Mis pequeños.  
  
Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo. Sobre: Mis ministros deben ser también ejemplo ante el mundo, pero con  muchas más responsabilidades, porque tienen el Sacramento del Sacerdocio y eso  les confiere una Gracia muy grande que no han querido aprovechar en pleno.   Hijitos Míos, Soy vuestro Hermano Jesucristo  y lloro, junto con vosotros, al ver cómo el hombre, que se ha satanizado, al  ver cómo el hombre que se ha vuelto del mundo, no quiere seguir lo que a Mí  tanto Me costó y Me sigue costando y Me duele ver lo que se ha hecho con Mi  Iglesia, que deja mucho qué desear. 
Ciertamente, hay muy buenos elementos dentro  de ella que están manteniendo su vitalidad, pero se está viendo también cómo la  maldad se ha introducido y ya no se está dando lo que se debiera dar. 
Se ha tomado la Iglesia una posición muy  comodina, ya no se lucha por llevarMe a Mí a los pueblos necesitados, a aquellos hermanos  vuestros que necesitan conocerMe y amarMe. No se busca el sufrir ya hasta el cansancio o  muerte, por tomar una posición cómoda de muchos de Mis sacerdotes y religiosos,  siendo que, el mismo pueblo necesita de los Sacramentos y ésa posición cómoda,  hace que muchos mueran sin ellos, los cuales debieran ser administrados por Mis  ministros y sacerdotes. 
Mucha maldad se ha introducido dentro de  ella y ya no se busca vivir en el respeto a Mis Leyes y a Mi Amor, por eso,  tiene que ser purificada y santificada.  
Ciertamente, esto causará una gran  expectación mundial, causará muchas dudas, causará mucho dolor pero, al final,  Mi Amor se hará sentir entre los hombres, especialmente cuando quede purificada  y regresen a ella. 
La Iglesia, el Templo en sí, es Casa de  Oración y Yo estoy presente ahí, Mis pequeños y así debiera ser, que todo aquel  que Me quisiera encontrar, llegara a orar, llegara a arrepentirse de su mal  proceder, llegara a convivir un rato con su Dios. Vosotros sois Iglesia,  vosotros sois templo vivo de Mi Presencia en vuestro ser, vosotros debéis ser  ejemplo ante los hombres, simplemente por el hecho de vivir lo que Yo os he  enseñado, y eso os debe dar un carácter muy especial entre vuestros hermanos, a  tal grado de que se os reconozca como seguidores Míos. Los que Me viven,  realmente, Me transmiten sin darse cuenta y ahora no lo estáis viendo con  muchos de Mis ministros o sacerdotes. Os acercáis a ellos y viven bien más del  mundo, no viven ésa intimidad Conmigo, buscan cosas muy diferentes para la que  fueron ellos escogidos. Mis ministros deben ser también ejemplo ante el mundo,  pero con muchas más responsabilidades, porque tienen el Sacramento del  Sacerdocio y eso les confiere una Gracia muy grande que no han querido  aprovechar en pleno. 
Me duele ver, Mis pequeños, tanta confusión,  maldad, lucha de intereses mundanos y ataques satánicos por parte de ellos,  porque muchos  de mis ministros se han vuelto instrumentos de satanás y ofrecen sacrificios y  ofrendas a Mi enemigo, aún en Mi Templo Santo. ¡Cuánta traición  por parte de ellos!, ¡Me duele tanto, Mis pequeños! Ciertamente, desde un  principio, aquí sobre la Tierra, Mi Iglesia tuvo un traidor, no escogí lo mejor  que había entre los hombres. Sé y reconozco las debilidades que existen en la  humanidad, pero cuando son escogidas  estas almas, para el Sacramento Sacerdotal, Mi Gracia se derrama sobre éstas  almas importantes para todos vosotros y hay un cambio grande en su ser. Pero  muchos, que han obtenido ésta Gracia, la han hecho a un lado, han traicionado  Mis regalos, Mis Bendiciones y no han querido seguirMe. Han regresado  al mundo, buscando sus placeres y riquezas, al grado de ser escándalo entre sus  mismos hermanos sacerdotes y aún más, para Mi Iglesia Mundial, que sois  vosotros. ¡Cuánto  dolor Me causáis, Mis pequeños, ministros que habéis traicionado  Mi Amor, pero sobre  todo, que traicionasteis el que Yo os hubiera escogido para ésta misión grande  sobre la Tierra, que es la más grande que un hombre pueda tener, la de ser  sacerdote entre los hombres. 
No sabéis apreciar la grandiosidad de  vuestra posición ante los hombres y ante el Cielo. Habéis desperdiciado Mis  regalos pero, sobre todo, el que Yo haya puesto toda Mi Confianza sobre  vosotros, Me traicionasteis. 
Arrepentíos, ahora que tenéis todavía tiempo  para hacerlo, porque, ciertamente, Mi Juicio sobre vosotros será tremendo,  porque Me fallasteis a Mí, vuestro Dios, fallasteis y engañasteis a vuestros  hermanos en el mundo y causasteis escándalo, a tal grado, de que muchos  perdieron la Fe por vuestro mal proceder. Seréis juzgados severamente,  ministros de Mi Iglesia que fallasteis porque Me disteis la espalda y  quisisteis seguir a Mi enemigo. 
De cualquier manera, recibid Mis  Bendiciones, para que ellas toquen vuestro corazón y venga vuestro  arrepentimiento antes de vuestro Juicio severo.   Gracias, Mis pequeños. 
  
Tercer Misterio, Habla Dios Padre. Sobre: La santidad se da en un alto grado de humildad, así  que pedídmela y no creáis que esto os llevará a una soberbia inmensa, al  contrario, os repito, la santidad necesita un alto grado de humildad.   Hijitos Míos, a la Luz de Mi Santo Espíritu, vosotros debéis entrar en  vuestro corazón, solos y unidos perfectamente a Mí, sabiendo que os veo, que  escucho vuestro corazón, que os conozco perfectamente. Quiero que seáis  sinceros, honestos con vosotros mismos, ante Mi Presencia, que os  juzguéis ante Mí y, humildemente, caigáis de rodillas, presentándoMe  todo vuestro ser, con vuestras cualidades y defectos, con vuestros  errores, con vuestras necesidades espirituales, con vuestras fallas que, a  pesar de que Yo os di todo para que cumplierais con lo que Yo necesitaba que  cumplierais con vuestra misión, no lo quisisteis aprovechar. 
Mis pequeños, así solos, ante Mí, sabiendo que Yo Soy todo un Dios de  Amor y de Perdón, mostraos enteramente a Mí, para que Yo  purifique todo aquello en lo cual habéis fallado, porque os  quiero perfectos, porque os quiero santos y no podréis llegar a ése grado de  belleza espiritual si, primeramente, no sois humildes y, segundo, si no queréis  contar Conmigo, con Mi ayuda que transforma todo, aún lo más malo, aún aquello  que es abominable a Mis Ojos. 
Mis pequeños, fuisteis creados a Imagen y Semejanza Mía y así os  quiero y así os necesito pero, vosotros, en éstos momentos, cuando el pecado ya  ha tomado grados muy altos dentro de vosotros y a vuestro alrededor, no  tenéis idea lo que éstas Palabras significan, de que debéis ser a Imagen y  Semejanza Mía. Por eso necesitáis de Mi ayuda y la debéis pedir de todo  corazón, para que Yo pueda cambiar todo aquello que os está llevando hacia el mal, que  está destruyendo vuestra misión, para que podáis volver al camino que Yo os  tracé  y podáis cumplirlo como debéis  hacerlo. 
Mi Amor está con vosotros, Mi Gracia os cubre y así, como le dije al  apóstol, “Mi Gracia te basta”, y la tenéis, Mis pequeños, pero debéis pedírMela y con eso mostraréis vuestra  pequeñez que os la va a dar vuestra humildad. AprovechadMe, Mis pequeños, aprovechadMe  a Mí, vuestro Dios, que os regalo tanto de lo Mío y que además, desperdiciáis y  tantas oportunidades para vuestra santificación. 
Mis pequeños, siendo santos, podréis halagarMe mucho a Mí y podréis  ayudar muchísimo a vuestros hermanos a que lleguen a Mí, la  santidad se da en un alto  grado de humildad, así que pedídMela y no creáis  que esto os llevará a una soberbia inmensa, al contrario, os repito, la santidad necesita un  alto grado de humildad.    Gracias, Mis pequeños. 
  
Cuarto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo. Sobre: El  hombre de la perdición, en breve aparecerá ante el mundo entero. ¿Qué haréis,  Mis pequeños? ¿Qué haréis si no estáis Conmigo?   Hijitos Míos, vuestra oración es  importantísima, os la he venido pidiendo ya de tiempo acá, porque estáis en  momentos críticos de la humanidad. El hombre de la  perdición, en breve aparecerá ante el mundo entero. ¿Qué haréis,  Mis pequeños? ¿Qué haréis si no estáis Conmigo? 
Ciertamente será la presencia de satanás en  pleno y ha venido preparando el terreno de mucho tiempo para acá y vosotros, en  lugar de haber luchado contra todo lo malo con que os iba preparando, lo  tomasteis como forma de vida y aceptasteis la maldad en vosotros, en vuestros  actos y alrededor vuestro. Con esto, vosotros  preparasteis su trono, ahora viene a sentarse en su trono de maldad, para que  todos vosotros seáis sus súbditos. No quisisteis luchar contra  su maldad y, ahora, su maldad os querrá aplastar y lo logrará con una gran  cantidad de hermanos vuestros. 
Mis pequeños, son  tiempos críticos para vuestra salvación o perdición eternas, no  es tiempo de duda, no es tiempo de juego, no es tiempo de diversión, no es  tiempo el que debéis perder, lo que Yo os he dado en Enseñanzas. Yo os he ido  preparando para éstos momentos, que tarde o temprano tenían que darse y una  gran mayoría de vosotros no los aprovechasteis, ahora os atacará con vuestras  mismas flaquezas. Os fuisteis debilitando, no os esforzasteis en hacer crecer  las Virtudes y Mi Amor en vosotros mismos, con lo cual, fácilmente lo podríais  vencer. Él se ríe ante Mi Presencia, al mostrarMe el Mundo caído y a sus pies. Son tan pocos los que ciertamente están Conmigo de corazón pero, ésos pocos,  con Mi Gracia, le vencerán, pero ¿cuántos hermanos vuestros sufrirán  eternamente por su engaño y por vuestra falta de intercesión por su salvación? 
Desgraciadamente, también, muchos de los  que están Conmigo, no se pueden decir verdaderos hermanos de aquellos que están  viviendo en el mal, porque os falta mucha oración y donación por ellos,  no les tomáis de la mano, no les ayudáis a levantarse, no les tratáis de  comprender y, de ésta forma, entenderles para ayudarlos mejor. 
Habéis pasado junto a ellos y los dejasteis  maltrechos en el camino, no os detuvisteis ni les preguntasteis qué necesitaban.  Ya no sois el buen samaritano del que os hablé en las Sagradas Escrituras, para  que aprendierais a tratar a vuestro hermano caído y enfermo, enfermo de mal,  enfermo de pecado, destruido por satanás. 
Ciertamente sabéis que Yo no busco la  salvación de vuestro cuerpo, busco la salvación eterna de vuestra alma. ¿Cuánto  habéis hecho por vuestros hermanos necesitados? Escogéis con quién estar y no  os dais en general por todos. Aún os falta Caridad para tratar a todos por  igual. 
Este tiempo que padeceréis todos vosotros, será para que entendáis Mi Ser, para  que no veáis solo lo que Yo hice, sino más bien, el Amor que Yo le daba a cada  uno de ellos y que, ahora, también os doy a cada uno de vosotros. En este  tiempo Me conoceréis en lo profundo. Cómo oraba Yo a Mi Padre,  cómo vivía para cada uno de vosotros, cómo, a pesar de vuestra necedad y del  dolor que Me causabais, Yo seguía pendiente de vuestras necesidades y Me seguía  dando por vosotros, para que, llegar el momento de vuestro arrepentimiento, de  ése dolor interno, del saber cómo Me dañabais, al final regresarais a Mí. 
Agradeced pues éste tiempo de purificación  que tendréis todos vosotros, porque va a ser bueno y necesario para que  alcancéis vuestra santidad de vida. En estos momentos no estáis preparados para  recibirMe en Mi Segunda Venida a la Tierra. Hay demasiada maldad, error, pecado  en vuestro ser y, lo más doloroso para Mí, vuestro Hermano y vuestro Dios, es  que os dejé toda una escuela, una forma de vida espiritual para que, al  tomarla, viniera ésa transfiguración, que eso os iba a llevar a ser perfectos  para que pudierais convivir Conmigo fácilmente en Mi Segunda Venida, sin tener  que padecer lo que tendréis que padecer. 
La gran mayoría de vosotros escogisteis el  camino errado y, ahora, vuestra enseñanza, tendrá que ir unida al dolor. Si  hubierais entendido cómo os amo, y Me hubierais regresado Mi Amor como Yo os lo  di, éstos momentos serían de gozo, estaríais venciendo fácilmente a satanás y  estaríais esperando impacientes, con gran alegría, Mi Regreso Triunfal, pero no  pensasteis en ello y ahora tendréis que sufrir, pero que éste sufrimiento también  esté envuelto de gozo, sabiendo que al final de la  prueba Me tendréis y gozaréis inmensamente, cosas bellísimas, salidas de  Nuestra Trinidad, se os darán. Que ésta Promesa se  mantenga en vuestro corazón para que vosotros podáis pasar por la prueba  fácilmente, sabiendo que Me tendréis al final del camino. Que  sea para vosotros una gran esperanza y que el gozo ya os invada, porque,  ciertamente Me tendréis si triunfáis junto Conmigo en ésta purificación que  todos deberéis padecer. 
Os amo, Mis pequeños, os amo con todo Mi  Corazón.   Gracias, Mis pequeños. 
  
Quinto  Misterio, Habla Dios Padre. Sobre: BuscadMe en todo momento, no Me abandonéis  porque, ciertamente, es el hombre el que Me abandona, Yo, vuestro Dios, nunca  os abandono. 
   Hijitos Míos, vosotros podéis leer en las  Escrituras que, aunque una madre se olvidara de sus hijos, Yo nunca lo haría,  Mis pequeños y esto os lo digo, porque en muchos de  vosotros existe el temor de que Yo os vaya a abandonar en estos momentos de  prueba y ya os he repetido varias veces que no os voy a abandonar. Como  un Padre que Soy, Yo no puedo abandonar a Mi creatura en éstos momentos de  obscuridad espiritual. Yo os creé, no os quiero destruidos y menos por Mi  enemigo, satanás. Yo voy a estar junto con vosotros.  
Vosotros podéis, en cualquier momento,  pedir Mi ayuda, Mi Presencia, Mi Amor, Mis Dones, Mis Bendiciones, Mis Gracias,  todo lo que necesitéis de Mí, Mis pequeños. Un padre, una buena madre,  siempre están atentos por la salud de sus hijos, Quién mejor que Yo, que Soy  vuestro Dios. Si un buen padre o una buena madre están dando buen ejemplo Yo,  que Soy el Perfecto, y con mayor razón tengo que dar ése ejemplo de Amor hacia  Mis hijos.  
Abandonad pues ésa idea, Mis pequeños, que Yo estaré con vosotros en vuestros momentos de tribulación.  No estaría cumpliendo con lo que Soy, vuestro Dios y Creador y sobre todo, el  Amor, el Amor en pleno. No dudéis, Mis  pequeños, en ningún momento, del que no vaya a estar Yo con vosotros. Iréis  corroborando todo esto, que Yo os he dado en vuestros momentos de tribulación,  tened confianza plena en Mí, confianza de niño chiquito y veréis que no os  fallaré, os quiero vivos y, con esto, estoy diciéndoos que os quiero en Mí,  vivos en Mi Gracia, vivos en Mis Enseñanzas, vivos para servirMe, no solamente  aquí en la Tierra, sino eternamente y que Yo os pueda consentir por haber  permanecido en Mí. BuscadMe en todo momento, no Me abandonéis porque,  ciertamente, es el hombre el que Me abandona, Yo, vuestro Dios, nunca os  abandono. Aún a pesar de que veáis que todo se os pone obscuro, que se  os cierra el camino, que no veáis luz de salvación, para Mí, no hay imposibles,  Mis pequeños, Yo os puedo ayudar en lo que vosotros ni  siquiera os podéis imaginar, simplemente necesito vuestra confianza plena en Mí  y obtendréis Mi ayuda, Mi Compañía, Mi Amor en todo momento.   Gracias, Mis pequeños. 
  
 | 
No hay comentarios:
Publicar un comentario