PADRE
MELVIN DOUCETTE
Lunes
4 de febrero de 2013
“Acerca del Hijo de David"
(Lectura del
Evangelio según San Lucas 20: 41-47)
“Entonces (Jesús) les dijo: -‘¿Cómo dicen que el Mesías es hijo de
David? Pues el mismo David dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor
a mi Señor: Siéntate a mi diestra hasta que ponga tus enemigos como escabel de
tus pies. Pues si David le llama Señor, ¿cómo entonces es hijo suyo?’.
Oyéndole todo el pueblo, dijo a sus discípulos: -‘Guardaos de los
escribas, que gustan de pasearse con su amplio ropaje, y son amigos de los
saludos en las plazas, y de los primeros asientos en las sinagogas, y de los
primeros puestos en los convites; que devoran las casas de las viudas y
por ostentación recitan largas oraciones. Ésos recibirán mayor condena’.”
Queridos amigos:
Ayer, domingo, nevó casi todo el día pero no mucho por la tarde. De todas
maneras, el campo está otra vez completamente blanco. Deseo agradecer
nuevamente a todos los que me han enviado donaciones. Que el Señor os
bendiga a todos.
(A continuación encontraréis el
mensaje de Nuestro Señor, el Hijo de Dios, entregado al Padre Melvin.
Jesús le habló con estas palabras:)
“Mi hermano Melvin y todos Mis hermanos que vivís en la tierra, os
exhorto a creer que soy tanto humano como divino. Antes de nacer sobre la
tierra, vivía en el cielo como el Divino Hijo de Dios, la Segunda Persona de la
Santísima Trinidad. En su momento, Mi Padre Celestial Me pidió que Me
convirtiera en un ser humano. Eligió a la Virgen María para ser Mi Madre
y ella entregó Su ‘sí’ por completo. Ella es la que Me dio Mi cuerpo
humano para que pudiera nacer como todos vosotros. Realmente soy
completamente humano y, al mismo tiempo, soy completamente divino. Soy el
único en tener dos naturalezas. Esto sucedió porque tenía que ser humano
para expiar vuestros pecados muriendo en la cruz. Tenía que ser divino a
fin de ofrecer el sacrificio perfecto a Mi Padre en nombre vuestro. Con
amor hacia todos vosotros completé lo que el Padre había dicho luego del primer
pecado de Adán y Eva. Verdaderamente soy del linaje del Rey David, y es
por eso que fui conocido como el Hijo de David. El Padre había elegido a
la raza judía para prepararlos para la venida del Mesías. Sabían que el
Mesías vendría de entre ellos, aunque no fui aceptado por los líderes judíos
cuando vine. Muchos judíos, sin embargo, creyeron en Mí. Soy ahora
vuestro Salvador y os exhorto a todos, judíos y no judíos, a seguirme.
Vine para salvaros a todos.”
Padre Melvin
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