PADRE
MELVIN DOUCETTE
Miércoles
13 de febrero de 2013
“Negación de Pedro"
(Lectura del
Evangelio según San Lucas 22: 54-65)
“Apoderándose de Él (Jesús), lo llevaron e introdujeron en casa del sumo
sacerdote; y Pedro le iba siguiendo de lejos. Habiendo encendido
fuego en medio del atrio y sentándose, Pedro se sentó también entre
ellos. Viéndole la muchacha sentado a la lumbre y fijándose en él, dijo:
-‘Éste andaba también con Él.’ Pero él lo negó, diciendo: -‘No lo
conozco, mujer.’ Después de poco le vio otro, y dijo: -‘Tú eres también
de ellos.’ Pedro dijo: -‘Hombre, no soy.’ Transcurrida cosa de una
hora, otro insistió, diciendo: -‘De veras que también éste andaba con Él, pues
es galileo.’ Dijo Pedro: -‘Hombre, no sé lo que dices.’ Y al
instante, estando él hablando todavía, cantó un gallo. Vuelto el Señor,
miró a Pedro; y Pedro recordó la palabra del Señor cuando le dijo:
-‘Antes que el gallo cante, hoy me negarás tres veces.’ Y saliendo fuera,
lloró amargamente.
Los hombres que le guardaban le escarnecían, golpeándole, y tapándole la
cara, le preguntaban, diciendo: -‘Profetízanos, ¿quién es el que te
pegó?’. Y otros muchos insultos proferían contra Él.”
Queridos amigos:
Agradezco al Señor por todos los que me escriben y me ayudan. Estáis
bendecidos y el Señor os está enviando gracias maravillosas para fortaleceros.
(A continuación encontraréis el
mensaje de Nuestro Señor, el Hijo de Dios, entregado al Padre Melvin.
Jesús le habló con estas palabras:)
“Creed en Mis palabras porque son la verdad, Mi hermano Melvin y todos
Mis hermanos que creéis en Mí y Me seguís. Algunos que han estado muy
cerca de Mí, como San Pedro, pueden también cometer grandes pecados.
Aunque le había dicho que Me negaría tres veces, esa misma noche hizo lo que Yo
le había anticipado. Cuando finalmente se dio cuenta del horrible pecado
que había cometido, lloró y se arrepintió. Todos habéis pecado y debéis
arrepentiros: Yo os perdonaré así como perdoné a San Pedro. ¿Qué es el
pecado? Es una ofensa contra Dios. Es negarse a cumplir los
mandamientos que el Padre os ha dado. En vez de seguir al Padre, seguís
al maligno, que es vuestro enemigo. Arrepentíos de cada pecado, incluso
los que habéis olvidado, y os los quitaré a todos porque morí para expiar por
todos ellos. Una vez quitados, jamás los volveré a recordar. Se han
ido para siempre. Os amo a todos y deseo que estéis conmigo todos los
días.”
Padre Melvin
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