PADRE MELVIN DOUCETTE
Domingo 2 de diciembre
de 2012
“La Aparición de
Jesús."
(Lectura del Evangelio
de San Marcos 16: 9-18)
“Resucitado la mañana
del primer día de la semana, se apareció Jesús primeramente a María Magdalena,
de la que había echado siete demonios. Ella
fue a dar la alegre nueva a los discípulos, que estaban sumidos en la tristeza
y el llanto; pero, oyendo que vivía y
que había sido visto por ella, no lo creyeron.
Tras esto, a dos de ellos que iban de camino se apareció en diferente
forma, mientras iban al campo. También
éstos fueron a dar la nueva a los demás, y tampoco les creyeron. Finalmente, estando ellos a la mesa, se
apareció a los once y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón,
porque no habían creído a los que le vieron resucitado.
Y les dijo: -‘Id por
todo el mundo y predicad el Evangelio a todas las criaturas. El que crea y sea bautizado, se salvará; pero el que no crea, se condenará. Estas señales acompañarán a los que crean: en
mi nombre echarán demonios, hablarán lenguas nuevas, tomarán serpientes en sus
manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño; pondrán sus manos sobre los enfermos y se
curarán’.”
Queridos amigos:
Hoy comienza la temporada de Adviento. Tenemos cuatro domingos para prepararnos para
la gran fiesta de Navidad. Tomemos la
decisión de rezar todos los días, de rezar el rosario diariamente e ir a la
Santa Misa todos los domingos y, si es posible, durante la semana.
(A continuación
encontraréis el mensaje entregado por Nuestro Señor y Salvador al Padre
Melvin. Jesús le habló con estas
palabras:)
“Que la Paz esté con vosotros, Mi hermano Melvin y todos Mis hermanos
que vivís en estos tiempos en la tierra.
En este momento os estáis preparando para Mi nacimiento en Belén, pero
hoy deseo hablaros del gran evento de Mi resurrección de entre los
muertos. Después de regresar a la vida
la mañana de Pascua, Me mostré primero a María Magdalena y luego a los
Apóstoles. Otros también Me vieron. Me mostré a ellos para que pudieran ver con
sus ojos que realmente había resucitado de entre los muertos después de haber
estado en el sepulcro durante tres días.
Fue muy importante para los Apóstoles creer que Yo había resucitado para
que Me pudieran aceptar como el Mesías, el Salvador del mundo. Como Hijo de Dios, no podía quedarme en la
tumba porque, como sabéis, Dios es vida.
Como Dios os traigo a todos la vida.
Los Apóstoles sí creyeron en Mí y trabajaron duro para predicar la buena
nueva alrededor del mundo. Os exhorto a
todos, hermanos Míos, a creer en Mí con todo vuestro corazón. Creed que soy vuestro único Salvador que
tiene el poder de llevaros al cielo. Os
bendigo a todos.”
Padre
Melvin
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