PADRE MELVIN DOUCETTE
Jueves 6 de diciembre de
2012
“María visita a
Isabel."
(Lectura del Evangelio
de San Lucas 1: 39-45)
“Por aquellos días,
poniéndose María en camino, se dirigió presurosa a la montaña, a una ciudad de
Judá, y entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Así que oyó Isabel el
saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, y se llenó Isabel del
Espíritu Santo, y exclamó con fuerte voz: -‘¡Bendita tú entre las mujeres y
bendito el fruto de tu vientre! ¿Y de
dónde a mí esta gracia, que venga la madre de mi Señor a mí? Porque así que sonó la voz de tu saludo en
mis oídos, el niño saltó de alegría en mi seno.
Dichosa la que ha creído que se cumplirá lo que se le ha dicho de parte
del Señor’.”
Queridos amigos:
Rezo todos los días para que se termine el aborto en nuestro
país, Canadá, y alrededor del mundo.
Mirad al niño no nacido de Isabel, que reconoció a Jesús en el seno de
Su Madre y sólo había sido concebido unos pocos días antes. Dos niños no nacidos, como podemos ver,
actúan como niños. Jesús le envía una
gracia especial a Juan, Juan reconoce a Jesús y salta. Esto demuestra que debemos considerar a cada
niño concebido como un verdadero ser humano y debemos respetarlo. Dios ya le ha dado un alma a este niño,
cuando fue concebido, por lo que ese niño puede ser llamado persona, ser
humano. Respetemos a todos los niños
concebidos y protejámoslos.
(A continuación
encontraréis el mensaje de Nuestro Señor y Salvador entregado al Padre
Melvin. Jesús le habló con estas
palabras:)
“Os respeto, Mi hermano Melvin y todos Mis hermanos que vivís en cada
parte del mundo. Unos pocos días después
de Mi concepción, Mi Madre fue a visitar a su prima Isabel. Ocurrió algo maravilloso ni bien Mi Madre
entró en la casa de Isabel y la saludó.
Juan, en el seno de su madre, Me reconoció a Mí, que era sólo un niño
pequeñito en el seno de Mi Madre. Al
reconocerme, Juan saltó de alegría porque reconoció al Salvador del mundo que
acababa de entrar al mundo como ser humano.
Con ese salto de su hijo, Isabel se llenó del Espíritu Santo y profetizó
sobre Mi Madre diciendo: -‘Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de
tu vientre.’ Todos los que rezan el
Avemaría repiten esas mismas palabras de Isabel, ya que son parte de esa
oración. ¡Qué especial fue esta visita
de Mi Madre a Su prima Isabel!
Hermanos, primero
reconoced que los niños no nacidos son verdaderamente seres humanos y deben ser
respetados. Asimismo, reconoced que Mi
Madre es bendita entre las mujeres y debe ser respetada por todos los que creen
en Mí. Rezad el Avemaría con el corazón,
especialmente al rezar el rosario. Os
bendigo a todos.”
Padre
Melvin
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