PADRE MELVIN DOUCETTE
Sábado 8 de diciembre de
2012
“La Inmaculada
Concepción."
(Lectura del Evangelio
de San Lucas 1: 26-33)
“En el sexto mes fue
enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea llamada
Nazaret, a una doncella desposada con un varón llamado José, de la casa de
David, y el nombre de la doncella era María.
Entrando a ella le dijo: -‘Dios te salve, llena de gracia, el Señor es
contigo’. Ella, al oír estas palabras,
se turbó, y discurría qué podía significar este saludo. El ángel le dijo: -‘No temas, María, pues has
hallado gracia a los ojos de Dios. He
aquí que concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, a quien darás por nombre
Jesús. Éste será grande, y será llamado
Hijo del Altísimo, y le dará el Señor Dios el trono de David, su padre, y
reinará sobre la casa de Jacob eternamente, y su reino no tendrá fin’.”
Queridos amigos:
Hoy honramos a Nuestra Santísima Madre María en Su gran
fiesta de la Inmaculada Concepción.
Muchos católicos irán a la iglesia, a la Santa Misa, y recibirán la
Sagrada Eucaristía. Rezarán el rosario
en honor a Nuestra Señora y le pedirán por todas sus necesidades. Ella es Nuestra Madre y nos debería encantar
acudir a Ella, no sólo en oportunidad de Sus grandes fiestas sino todos los
días del año. Ella se ocupa de cada uno
de Sus hijos y nos ama a todos. Tengamos
una gran devoción por nuestra Madre Celestial.
(A continuación
encontraréis el mensaje de Nuestra Madre Santísima entregado al Padre
Melvin. Ella le habló con estas
palabras:)
“Estáis en Mi Corazón, Mi amado hijo Melvin y todos Mis hijos que vivís
en cada parte del mundo. Soy vuestra
Madre y os llevo en Mis oraciones todos los días de vuestra vida. Intercedo por todos y cada uno de vosotros
ante Mi Hijo Jesús, para que podáis recibir toda la ayuda y las gracias que
necesitáis para estar un día con Jesús y conmigo en el cielo. Como le dije a Santa Bernardita: -‘Soy la
Inmaculada Concepción’. Fui preservada
del pecado original en Mi Concepción y fui preservada de pecado todos los días
de Mi vida en la tierra. Este es un gran
privilegio que recibí de Dios Padre en vista de que sería la Madre de Jesús, el
Hijo de Dios Padre. Acepté el llamado a
ser la Madre del Salvador del mundo a través del ángel Gabriel, que sé que vino
de parte de Nuestro Padre Celestial. Fui
protegida desde Mi concepción para esta gran tarea.
Ahora, además de ser la
Madre de Jesús, soy Madre vuestra. Os
exhorto a todos a escuchar Mi llamado y seguir a Jesús, vuestro Señor y
Salvador. Esta decisión es y será la más
importante de vuestra vida. Recordad que
vuestro destino es el cielo pero tenéis que obedecer a Mi Hijo Jesús en la tierra
y ser miembros de Su Iglesia. Abrid
vuestro corazón completamente a Él. Os
amo a todos.”
Padre
Melvin
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