The Rev. Fr. Melvin Doucette, African
Missionary/ 1704 Palmer Road, RR 2
Tignish, PE (Prince Edward Island) COB 2BO
/ CANADÁ
Tel: 902-882-2004 /
E-mail: melvin.doucette@bellaliant.net
PADRE
MELVIN DOUCETTE
Viernes
21 de diciembre de 2012
“Curación de un Leproso "
(Lectura del
Evangelio de San Lucas 5: 12-16)
“Hallándose Él en una de aquellas ciudades, se presentó de pronto un
hombre cubierto de lepra; y al ver a Jesús, cayendo de hinojos, le rogó,
diciendo: -‘Señor, si quieres, puedes limpiarme.’ Él, extendiendo la
mano, le tocó, diciendo: -‘Quiero, sé limpio.’ Y al instante la lepra
desapareció de él. Luego le ordenó: -‘No lo digas a nadie, sino anda,
muéstrate al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que prescribió Moisés,
para que les sirva de testimonio.’ Se extendía cada vez más su fama, y
concurrían grandes muchedumbres para oírle y para ser curadas de sus
enfermedades, pero Él se retiraba a lugares solitarios para orar.”
Queridos amigos:
Las ‘Familias para Jesús’ serán una organización fundamental en la Iglesia para
parejas cristianas (marido y mujer juntos) que han recibido el santo sacramento
del Matrimonio y son fieles a sus promesas. Como matrimonio existe una
alianza entre dos personas que forman una comunidad: su unión es una alianza de
comunidad cristiana. Donde haya una pareja de la organización, la
comunidad estará allí. Sin embargo, nos referiremos a ellos como las
‘Familias para Jesús’, ya que el mismo Jesús me reveló este nombre.
(A continuación encontraréis el
mensaje de Nuestro Señor y Mesías entregado al Padre Melvin. Jesús le
habló con estas palabras:)
“Os exhorto, Mi hermano Melvin y todos Mis hermanos, a creer que soy el
gran sanador. Sané a mucha, mucha gente cuando estuve en la tierra.
Los sané de todo tipo de enfermedades y una de ellas fue la curación de un
leproso. La lepra es una enfermedad horrible que destruye la carne de una
persona. En Israel, durante Mi vida allí, había muchos leprosos y curé a
muchos de ellos. Comparo la lepra con el resultado espiritual del pecado
mortal. Cuando una persona peca gravemente, está toda cubierta por una
enfermedad espiritual. Sólo Dios puede sacar esta enfermedad espiritual,
si esa persona se arrepiente de su(s) pecado(s). Os estáis acercando a Mi
gran Fiesta de Navidad: deseo que todos os arrepintáis de vuestros pecados y
recibáis el Sacramento de la Penitencia o Reconciliación. Entonces vendré
a vivir en vosotros y tendréis buena salud espiritual. Os bendigo a
todos.”
Padre Melvin
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