jueves, 6 de diciembre de 2012

“Jesús entrega un mensaje sobre el Padre Melvin."


“Jesús entrega un mensaje sobre el Padre Melvin."


Estimados amigos:

         Jean-Marie Pelletier, de 79 años de edad, es un ferviente católico que recibe desde hace muchos años mensajes de mucha espiritualidad.  Mucha gente se ha beneficiado con la luz interior que estos mensajes les han dado.

         Jesús le habló varias veces acerca del Padre Melvin Doucette, quien está de acuerdo en que se transmitan estos mensajes.  El primero lo recibió el 8 de septiembre de 2012, Fiesta de la Natividad de María.  Incidentalmente, el señor Pelletier no sabía que ese día es también el día en que celebramos la Fiesta de Nuestra Señora de la Isla del Príncipe Eduardo y tampoco conocía personalmente al padre Doucette.

         Ya he enviado ese mensaje pero, como el inglés no es mi lengua materna, no quedé satisfecho con su traducción.  Por lo tanto aquí está una versión revisada de aquel texto.  Luego publicaré los demás (cinco hasta ahora).

         Que la Señora de la Isla del Príncipe Eduardo os bendiga y os guarde.

         Roger Fiset

 
        
Jesús habla acerca del Padre Melvin
Mensaje 1 – Recibido el 8 de septiembre de 2012

         “Hombre cuyo corazón fue perforado por una espada, de tu herida brotaron ríos de agua viva que no se pueden detener aún en medio de todos los apremios impuestos a tus deseos.
Esta sed que sientes es frescura para tu alma y fuente de esperanza para la conquista de las almas.
Tu corazón, a pesar de la coraza transparente que protege su fragilidad, fue desgarrado por hombres animados por un espíritu ajeno a Mi Amor.
Pero esta llama que brota de tu corazón no morirá jamás en este mundo ni en Mi Universo Celestial.  Eres la estrella que brilla entre los hombres y Yo, el Señor tu Dios, habito en ti.
No dejes morir el fuego del Amor de Mi Sagrado Corazón en tu corazón;  que la fe en tu Dios permanezca en tu corazón.
Tus sueños no son los tuyos, sino realidades para tu Dios.
Tu alma le canta a tu Señor.  No temas, he hecho de tu alma una maravilla.
Trepar las montañas sólo se puede hacer por la grandeza del amor que tú tienes por tu Dios.
Gracias.  Jesús.”

Lectura: Hechos de los Apóstoles 6, 1-16.

Jean-Marie Pelletier
Cenáculo del Nido de Amor del Sagrado Corazón
(Hogar Jesús Obrero, Quebec City)

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