“El Amor de Dios y la Vida Cristiana"

The Rev. Fr. Melvin Doucette, African Missionary/ 1704 Palmer Road, RR 2

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PADRE MELVIN DOUCETTE

Viernes 22 de marzo de 2013

“El Amor de Dios y la Vida Cristiana"

(Lectura de la Primera Epístola de San Juan 4: 13-21)

“En esto conocemos que permanecemos en Él y Él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.  Y nosotros hemos visto, y testificamos, que el Padre ha enviado a su Hijo como salvador del mundo.  Quien confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.  Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios nos tiene.

Dios es amor, y quien permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios en él.  En esto ha llegado a su perfección el amor en nosotros, en que tengamos segura confianza en el día del juicio;  porque como es Él, así somos nosotros en este mundo.  En el amor no hay temor;  antes el amor perfecto lanza fuera el temor, pues el temor mira al castigo, y quien teme no ha alcanzado la perfección en el amor.  Nosotros amamos, porque Él primero nos amó.  Si alguno dijere: ‘Amo a Dios’, pero aborrece a su hermano, es un mentiroso;  pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve.  Y este mandamiento tenemos de Él: que quien ama a Dios ame también a su hermano.”

Queridos amigos:

         Ayer tuvimos otro lindo día de sol y se derritió mucha de la nieve que había caído.  Sin embargo, acabo de mirar mi tanque de combustible y veo que pronto necesitaré más combustible.  Tiene menos de la mitad.  Si alguien me puede ayudar, realmente estaré muy contento y el Señor lo bendecirá.

(A continuación encontraréis el mensaje de Nuestro Señor, el Hijo de Dios, entregado al Padre Melvin.  Jesús le habló con estas palabras:)

         “Amad a vuestro Dios y amad a vuestros hermanos, Mi hermano Melvin y todos Mis hermanos que queréis seguirme.  Alegraos porque Mi amor está llenando vuestro corazón todos los días.  Fuisteis hechos por amor y no podéis vivir realmente si no amáis a cambio.  Estad dispuestos a perdonar a todos los que os han lastimado de alguna manera.  No guardéis rencor contra nadie.  Es verdad que a veces os enojáis y decís palabras que no deberíais.  Si lo hacéis, pedid perdón a aquellas personas que hayáis ofendido, acudid a vuestro Padre Celestial y arrepentíos de vuestros pecados.  Entonces Él os quitara vuestros pecados y os dará las gracias para ayudaros a mejorar en el futuro.  Sabéis que perdoné antes de morir en la cruz a todos los que Me estaban matando.  Nunca guardé rencor ni odio contra nadie  Por lo tanto, seguid Mi ejemplo.  Os amo a todos.”

Padre Melvin