|
|
Rosario vespertino
DIOS PADRE nos llama la atención a que hay que pedirLe que haga Su Obra en todo lo Creado, en todo lo visible e invisible -> Ver oración en: http://www.diospadresemanifiesta.com/index.php?option=com_weblinks&catid=280&Itemid=132
Temas:
- No temáis el venir hacia Mí, Mis pequeños, Soy vuestro Dios de Amor, siempre estaré con vosotros, pero dejadMe, dejadMe actuar, haced la prueba Mis pequeños, dejadMe actuar en vuestra vida.
- Yo quiero que vosotros tengáis ésa seguridad de que os podáis abandonar plenamente a Mis Brazos, a Mi Voluntad a lo que Yo quiera para vosotros, porque siempre se va a desarrollar en el Amor.
- Me habéis hecho a un lado de vuestra vida y no Me pedís a Mí, vuestro Dios, que haga Mi Obra en todo lo Creado, en todo lo visible e invisible.
- No entendéis Mi Amor y lo desperdiciáis, sed humildes, pedidMe que entendáis estos Misterios de Amor con que todo un Dios os regla en todo momento.
- Quiero que seáis pequeños, humildes, para que alcancéis ésa grandiosidad, porque Yo habitaré en vosotros.
Mensaje de Dios Padre a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: No temáis el venir hacia Mí, Mis pequeños, Soy vuestro Dios de Amor, siempre estaré con vosotros, pero dejadMe, dejadMe actuar, haced la prueba Mis pequeños, dejadMe actuar en vuestra vida.
Hijitos Míos, Yo Soy todo Amor, os prometí enviar a Mi Hijo para reparar el daño que habían causado vuestros Primeros Padres, y Lo tuvisteis entre vosotros. Ciertamente, el pueblo judío, duro de cerviz, se oponía continuamente a Mis Ordenes. Yo tenía que ser duro también para que éste pueblo entendiera y se Me conoció en el Antiguo Testamento como el Dios Guerrero, el Dios de temor, el Dios al que no se le podía ver Cara a cara, porque inmediatamente morirían. Se Me tenía más temor que amor y Yo no Soy así, Mis pequeños y por eso os envié a Mi Hijo Jesucristo, para que Lo tuvierais entre vosotros, para que pudierais gozar Mi Presencia entre vosotros y Me conocierais como realmente Soy, como un Dios de Amor y así el hombre pudo ver a su Dios de frente, a los Ojos, gozar con Su Presencia amorosa, gozar de Sus Milagros, gozar a Mi Hijo y con Él, a Mí Mismo, porque Yo también se lo dije a los apóstoles, aquél que ve a Mi Hijo, Me ve a Mí.
Sobre: No temáis el venir hacia Mí, Mis pequeños, Soy vuestro Dios de Amor, siempre estaré con vosotros, pero dejadMe, dejadMe actuar, haced la prueba Mis pequeños, dejadMe actuar en vuestra vida.
Hijitos Míos, Yo Soy todo Amor, os prometí enviar a Mi Hijo para reparar el daño que habían causado vuestros Primeros Padres, y Lo tuvisteis entre vosotros. Ciertamente, el pueblo judío, duro de cerviz, se oponía continuamente a Mis Ordenes. Yo tenía que ser duro también para que éste pueblo entendiera y se Me conoció en el Antiguo Testamento como el Dios Guerrero, el Dios de temor, el Dios al que no se le podía ver Cara a cara, porque inmediatamente morirían. Se Me tenía más temor que amor y Yo no Soy así, Mis pequeños y por eso os envié a Mi Hijo Jesucristo, para que Lo tuvierais entre vosotros, para que pudierais gozar Mi Presencia entre vosotros y Me conocierais como realmente Soy, como un Dios de Amor y así el hombre pudo ver a su Dios de frente, a los Ojos, gozar con Su Presencia amorosa, gozar de Sus Milagros, gozar a Mi Hijo y con Él, a Mí Mismo, porque Yo también se lo dije a los apóstoles, aquél que ve a Mi Hijo, Me ve a Mí.
Mis pequeños, Yo Soy todo Amor y Yo
quiero que vosotros entréis a Mi Corazón a través de Mi Hijo
Jesucristo. Él ha dado un Ejemplo Santo y Vivo, sobre todo, porque
convivió entre vosotros, convivió con el género humano y sigue
conviviendo cuando vosotros Lo dejáis vivir enteramente en vosotros.
Yo estoy en medio de vosotros, pero vosotros tenéis la última palabra, tenéis la libertad de dejarMe entrar en vuestro ser o dejarMe fuera.
Vosotros gozaréis realmente cuando Me tengáis en vuestro interior. Yo
no limito a las almas en su actuar, vosotros, al dejarMe entrar en
vuestro corazón, en vuestro ser, vengo a actuar en vuestra vida
plenamente y entonces veis cómo todo os sale mejor, porque Yo estoy
obrando por vosotros, os estoy aconsejando, os estoy llevando a que
vuestros actos, pequeñitos, se vuelvan actos Divinos, porque estáis
compartiendo vuestra vida y vuestro quehacer Conmigo, vuestro Dios.
Cuando vosotros Me sacáis
de vuestra vida, erráis, caéis, os llenáis de problemas, porque todo
lo queréis hacer por vuestras propias capacidades, y debéis estar
seguros que vuestras capacidades son muy pequeñas, no tenéis las
capacidades Divinas que tengo Yo ni la Sabiduría Divina que os va a
llevar por caminos de perfección.
Os digo esto, Mis pequeños, para que
Me dejéis vivir en vuestra vida, que Yo pueda hacer vuestras obras, que
Yo os pueda aconsejar en todo momento, para que vuestra vida sobre la
Tierra se desarrolle lo más perfectamente posible y deis mucho fruto,
como el fruto que dio Mi Hijo y de ahí crecieron muchas otras más
almas, al tomar Su ejemplo y Su vivir.
Sed sabios, Mis pequeños, tenéis al
Maestro entre vosotros, seguidLo y así aseguraréis que vuestra vida se
perfeccione y fácilmente podréis tener vuestro premio final y eterno.
No temáis el venir hacia Mí, Mis
pequeños, Soy vuestro Dios de Amor, siempre estaré con vosotros, pero
dejadMe, dejadMe actuar, haced la prueba Mis pequeños, dejadMe actuar
en vuestra vida y veréis una gran diferencia de cómo eráis antes a lo
que se os vendrá después, cuando Yo os ayude en todo lo que vosotros
hagáis, penséis, obréis, habléis. Os amo, Mis pequeños, os quiero
Conmigo y quiero que dejéis mucho ejemplo y muchas obras sobre la
Tierra, como Mi Hijo las dejó.
Gracias, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Yo quiero que vosotros tengáis ésa seguridad de que os podáis abandonar plenamente a Mis Brazos, a Mi Voluntad a lo que Yo quiera para vosotros, porque siempre se va a desarrollar en el Amor.
Hijitos Míos, cuando Yo os hablo, cuando Yo os guío, cuando Yo os llevo en lo profundo de Mi Corazón, para que vosotros trabajéis por Mí, no debe haber duda en vuestro corazón, no debe haber duda en que es Mi Presencia, en que es Mi Vida en vosotros.
Sobre: Yo quiero que vosotros tengáis ésa seguridad de que os podáis abandonar plenamente a Mis Brazos, a Mi Voluntad a lo que Yo quiera para vosotros, porque siempre se va a desarrollar en el Amor.
Hijitos Míos, cuando Yo os hablo, cuando Yo os guío, cuando Yo os llevo en lo profundo de Mi Corazón, para que vosotros trabajéis por Mí, no debe haber duda en vuestro corazón, no debe haber duda en que es Mi Presencia, en que es Mi Vida en vosotros.
Primeramente, para que
vosotros estéis seguros de lo que vosotros estáis recibiendo de Mí,
vuestro Dios, es la paz que habrá en vuestro corazón y ésa paz os
asegurará que Yo estoy Presente.
Mis pequeños, Conmigo, con vuestro
Dios, no debe haber ningún tipo de duda, porque Yo Vivo en la Verdad.
Vosotros dudáis, porque estáis rodeados de mentira, no entendéis todavía lo que es Mi Presencia en la vida del hombre. ¿Por qué dudáis?,
porque a lo largo de vuestra existencia, satanás os ha atacado tanto,
que sufrís con las mentiras, con la maldad con la que os ataca satanás a
través de hermanos vuestros.
Cuando Yo estoy con vosotros,
vosotros debéis estar alegres, y es porque ésa alegría se desarrollará
por la paz que, primeramente, tendréis en vuestro corazón. Agradeceréis
grandemente el ser escogidos como hijos Míos pero, también, sabréis
que tenéis un compromiso porque, al ser escogidos, deberéis mantener
ésa paz y ésa alegría con vosotros y eso Yo se lo pedí, primeramente, a
través de Mi Hijo, a los apóstoles y a todos aquellos primeros
cristianos que recibieron el Mensaje de Mi Hijo y lo llevaron a cabo en
su vida. Se les reconocía a ésos primeros cristianos por la alegría
que irradiaban, pero es una alegría Divina, Mis pequeños, es una
alegría que los envuelve, que la gozan y transmiten. Cuando hay verdad
en vuestra vida, en vuestras palabras, en vuestros hechos, es cuando
vosotros debéis voltear hacia Mí, primeramente reconocer que vuestra vida se está llevando a cabo en esa forma porque Me dejasteis entrar a vuestro corazón.
No os imagináis, Mis pequeños, el gozo que Me dais, vosotros,
pequeñitas creaturas, cuando Me hacéis feliz a Mí, vuestro Dios
Omnipotente, Inmenso, con vuestros pequeños actos, pero sobre todo, con
vuestra confianza plena en Mí.
Cuando vivís en la Verdad, cuando
vivís en la alegría, Me dais un gran gusto, como el gusto que le dan
los pequeños hijos a sus padres, porque ellos saben que el hijo está
confiando plenamente en ellos y además, que le aman inmensamente. El
padre goza con el abrazo del hijo, pequeñito, que ya reconoce de sus
padres, ésa protección inmensa que viene de ellos.
Mis pequeños, Yo quiero que vosotros
tengáis ésa seguridad de que os podáis abandonar plenamente a Mis
Brazos, a Mi Voluntad a lo que Yo quiera para vosotros, porque siempre
se va a desarrollar en el Amor. Yo no creo a un alma ni le doy vida a
una persona para que viva sobre la Tierra, para llevarla hacia el mal.
Ciertamente, el mal os rodea y estáis en la Tierra para producir amor,
ciertamente sufriréis, porque hasta Mi Hijo sufrió por llevaros Mi
Amor, pero siempre, al estar Conmigo, aún a pesar de que sufrís,
gozáis, porque estáis haciendo Mi Voluntad.
Mis pequeños, Yo quiero que os
envolváis en Mi Amor y cuando lo hagáis, reconoceréis Mis Potencias, Mi
Amor Infinito sobre vosotros, Mis Cuidados Celestiales para con
vosotros, los vuestros y todos aquellos por los cuales oráis. Cuando un
alma está plenamente Conmigo, ésa alma puede hacer grandes milagros,
que son Mis Milagros, pero que vosotros, en confianza, Me pedís y Yo
los realizo, porque os amo, porque vosotros amáis a aquellos por
quienes vosotros pedís.
¿Os dais cuenta, Mis pequeños, el
poder que tenéis sobre Mí, cuando vivís en el Amor, cuando Me pedís con
confianza? Yo no puedo negar nada a un alma cuando se acerca a Mí y en
confianza Me pide por los demás, no pide por sí misma, simplemente se
abandona a Mis Brazos, se abandona hacia Mi Amor y pide por sus
hermanos, porque reconoce que ellos necesitan de Mi Vida. Dadles Vida a
vuestros hermanos, ayudadles en lo que podáis y tomad de Mí todo lo
que necesitéis para darles a vuestros hermanos Mi Vida y con ello
alegraréis Mi Vida, Mis pequeños. Yo os Bendigo y quiero estar siempre
con vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Me habéis hecho a un lado de vuestra vida y no Me pedís a Mí, vuestro Dios, que haga Mi Obra en todo lo Creado, en todo lo visible e invisible.
Hijitos Míos, contrariamente a lo que muchos creen de Mí, siempre están brotando Bendiciones para todos vosotros, Soy una Fuente Inagotable de Bendiciones, de vida espiritual, de Amor.
Sobre: Me habéis hecho a un lado de vuestra vida y no Me pedís a Mí, vuestro Dios, que haga Mi Obra en todo lo Creado, en todo lo visible e invisible.
Hijitos Míos, contrariamente a lo que muchos creen de Mí, siempre están brotando Bendiciones para todos vosotros, Soy una Fuente Inagotable de Bendiciones, de vida espiritual, de Amor.
Ved a un foco y ved la luz que
irradia. Mi Luz va por todos lados, todo lo que está alrededor recibe
Mi Luz y todo cambia, las tinieblas se van y todo queda claro alrededor
de donde brota Mi Luz.
Así Soy Yo, Mis pequeños, de Mi irradia una Luz tremenda, bella, saludable, santa y todo lo que va tocando lo va transformando.
Mis pequeños, (Lenguas…) todo debió
haber quedado ya purificado desde hace mucho tiempo si el hombre no se
hubiera apartado de Mí. Cuando vosotros no estáis Conmigo, porque no
hay oración ni amor en vuestro corazón, Mi Luz, transformadora,
purificadora, santificadora, no puede llegar a donde debiera llegar,
porque vuestra negación impide que alcance a todo aquello y a todos
aquellos que debiera transformar. Vosotros mismos detenéis Mi Obra
purificadora y santificadora, porque Me habéis hecho a un lado de
vuestra vida y no Me pedís a Mí, vuestro Dios, que haga Mi Obra en todo lo Creado, en todo lo visible e invisible,
estáis distraídos con vuestras propias cosas, con vuestro mundo, con
vuestros intereses, que no necesariamente son Mis intereses y, muchas
veces, por ser instrumentos del mal, atacáis hasta Mi Obra en el corazón
de vuestros hermanos. Vosotros mismos os volvéis traidores,
destructores de Mi Obra de Amor transformadora sobre vosotros y sobre
el Universo entero.
Aunque Soy vuestro Dios, respeto
vuestro libre albedrio y Yo no os presiono ni os obligo, porque deseo
que entendáis, hasta en lo más profundo de vuestro ser, lo que es la
realidad Divina en vuestra vida.
Yo Soy vuestro Dios y Creador y
necesito de vuestra libertad para que apoyéis todo lo bueno que he
creado, pero que tiene que ser purificado, porque satanás lo afectó con
su mal.
Mis pequeños, si no os
acercáis a Mí, si no Me pedís a Mí, vuestro Padre y vuestro Dios, que
transforme y purifique todo aquello que ha sido afectado por el mal, Mi
gozo sobre la Tierra, sobre vuestra vida, tardará en llegar.
Entended, Mis pequeños, que el poder
de lograr todo esto, éste cambio que tanto necesitáis, solamente os lo
puedo dar Yo, pero si no Me dais el permiso para hacerlo, Yo no os voy a
obligar, porque os respeto, y daos cuenta, Mis pequeños que vosotros
mismos estáis alargando vuestra agonía, porque no Me estáis dejando
purificar todo lo que os rodea y que ya debierais estar gozando, porque
va a ser para vosotros, el Cielo sobre la Tierra.
PedidMe Mis Bendiciones, pedidMe
Sabiduría, pedidMe Discernimiento para que entendáis lo que debéis
pedirMe, para que entendáis que Me debéis dejar obrar en vuestra vida, a
vuestro alrededor, en el Universo entero, para que gocéis lo que Yo
tenía pensando para vosotros desde el Principio del Tiempo pero que
quedó trunco, quedó detenido y no se ha logrado llevar a cabo, en
totalidad, por el Pecado Original.
Si vosotros no entendéis esto, que
debe haber un cambio total en vuestra vida a favor Mío, que es el
dejarMe actuar en plena libertad, vosotros no gozaréis pronto lo que
debierais ya estar gozando. Vosotros mismos, al detener Mi
Obra, sufrís y vosotros Me culpáis a Mí, vuestro Dios de lo que sucede
en vuestro mundo y en vuestra propia vida y, esto quiero que lo
entendáis perfectamente, que no Soy Yo el que produce el mal, sino
vosotros no lo estáis deteniendo porque no estáis viviendo en el Bien
ni para el Bien. El mal, lo tenéis en vuestro corazón, en
vuestros actos, en vuestros pensamientos y si no os volvéis hacia el
Bien, que Soy Yo, para que os purifique y os santifique, no podréis
nunca actuar ni discernir de acuerdo a Mis Planes Divinos.
Sois pequeños, no tenéis Sabiduría
Divina, debéis entender esto perfectamente bien, Mis pequeños. Aprended
a ser humildes, para que Me dejéis actuar, en vosotros, a Mí, vuestro
Dios, que Soy Perfecto.
Haceos pequeñitos y sed obedientes a
lo que Yo os pida, que siempre será para vuestro bien. Yo Soy el Bien
Supremo y Yo quiero el Bien para los Míos, para los que viven para el
Amor, para los que quieren ser transformados por Mí, vuestro Dios. Yo
quiero ya, Mis pequeños que el mal termine, porque os quiero ver gozar.
Olvidaos de vosotros mismos y dejadMe actuar a Mí, es para vuestro
Bien, entendedlo. Yo ya tengo todo, porque Soy el Bien Supremo,
vosotros necesitáis de Mi Bien, pero necesitáis entender que en vuestro
libre albedrío, Me debéis llamar y humildemente dejarMe actuar en lo
que Yo quiera para vosotros. No detengáis Mi Obra ya, Mis pequeños,
quiero lo mejor para vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: No entendéis Mi Amor y lo desperdiciáis, sed humildes, pedidMe que entendáis estos Misterios de Amor con que todo un Dios os regla en todo momento.
Hijitos Míos, habláis mucho del cambio que se tiene que venir sobre la Tierra, habláis de los signos visibles, del Apocalipsis prometido en las Escrituras, estáis esperando que llegue, pero estáis ciegos, Mis pequeños. Lo prometido ya está a vuestro alrededor, lo profetizado ya está sobre vosotros, ¿qué estáis esperando para vuestro cambio?, ¿qué estáis esperando para vuestra conversión total?
Sobre: No entendéis Mi Amor y lo desperdiciáis, sed humildes, pedidMe que entendáis estos Misterios de Amor con que todo un Dios os regla en todo momento.
Hijitos Míos, habláis mucho del cambio que se tiene que venir sobre la Tierra, habláis de los signos visibles, del Apocalipsis prometido en las Escrituras, estáis esperando que llegue, pero estáis ciegos, Mis pequeños. Lo prometido ya está a vuestro alrededor, lo profetizado ya está sobre vosotros, ¿qué estáis esperando para vuestro cambio?, ¿qué estáis esperando para vuestra conversión total?
No queréis entender que el mal que os
rodea ya también está dentro de vosotros. Vosotros sois parte de ése
mal, vosotros mismos estáis incrementando ése mal, con el que satanás
os ha atacado, pero que vosotros no habéis detenido y hasta lo habéis
prodigado.
¿No entendéis, Mis
pequeños, que el ser parte de ése mal que os rodea, vosotros alargáis
el tiempo de Mi Triunfo sobre las fuerzas de satanás?
Ciertamente su mal tendrá un final, como prometido y profetizado está.
Ciertamente, Yo os estoy protegiendo, aún ha pesar del mal que vosotros
anidáis en vuestro corazón, en vuestra mente, en todo vuestro ser.
¿De qué ha servido la predicación de
todo un Dios para vuestro cambio, para vuestra salvación? Palabras
Divinas, se las ha llevado el viento, porque vosotros no las tomasteis
ni las llevasteis a lo más profundo de vuestro ser, para que ellas os
transformaran y vivierais ya de acuerdo a Mi Voluntad y así estuvierais
ya gozando de Mis Bienes en la Tierra, los Bienes Divinos de las almas
que ganaron su lugar en el Reino de los Cielos, en el Paraíso, en el
cual vivieron por un tiempo vuestros Primeros Padres, en un Paraíso
Terreno, pero que lo gozaban como si fuera el Reino de los Cielos. Y
vosotros estáis llamados a eso, Mis pequeños, también en la Tierra, a
recibir los gozos del Cielo.
Pero en vez de ayudarMe con vuestro
cambio total, y que ya empezarais a gozar con todo esto, ha sido todo
lo contrario, habéis abierto vuestro corazón y vuestra mente a satanás y
él es el que está dominando vuestra vida y vosotros no lucháis por
erradicarlo de vuestro ser.
Tanto que podríais ya estar gozando,
Mis pequeños y seguís en el fango. Vosotros no debéis ser los puercos
con que se ejemplifica a las almas malvadas en las Sagradas Escrituras,
vosotros, sois hijos del Rey y como hijos del Rey debéis de buscar
nuevamente vuestra dignidad, luchar por ella, porque todo lo bueno
cuesta y os tiene que costar el regresar a ésa dignidad de hijos de
todo un Rey, pero muy superior a los reyes de la Tierra, que Soy Yo,
vuestro Dios. Al alcanzar ésa dignidad estaréis gozando de los bienes
del Cielo y también de la Tierra, pero ya no queréis luchar, ya os
habéis acostumbrado a donde os ha llevado satanás. Como vivís con el mal
que os rodea y lo aceptáis en vuestra vida, no entendéis que hay una
Vida muy superior a lo que vosotros estáis viviendo y que no habéis
buscado para vuestra vida y para los vuestros.
Los padres buscan lo mejor para sus
hijos, se sacrifican por ellos, dan su tiempo, dan su cansancio, dan su
vida con tal de que los hijos vivan mejor que aún ellos mismos. Los
padres sufren, los padres se dan por el bienestar de los hijos. Yo Me
di, como Padre que Soy en Mi Hijo Jesucristo, para que sufriera hasta
la muerte por el bien vosotros, para que os rescatara de las garras de
satanás. Pero vosotros no habéis respondido como debisteis haber
respondido a ése Bien Divino que Yo os di a través de Mi Hijo, habéis
desperdiciado los bienes del Cielo que son vuestros también. Y seguís
sufriendo y Me echáis a Mí la culpa de vuestro sufrimiento, es injusto
lo que hacéis Conmigo, Mis pequeños, Yo que solamente os quiero dar
Amor, os doy protección contra satanás, os cuido, a pesar de vuestro
descuido hacia Mí, os amo a pesar del odio y la maldad con la que Me
pagáis todo Mi Bien y aún así os cuido y os amo, Mis pequeños.
Tiempo vendrá en que entenderéis todo
esto y lloraréis vuestros errores, pero Me lo agradeceréis, Mis
pequeños, porque ahora vivís en las tinieblas, en las tinieblas de
vuestra vida y de vuestra mente, porque así os ha querido llevar
satanás, para que no veáis la realidad que os rodea, que es Mi Verdad,
pero que vosotros no queréis tomar. No sólo el mal es el que os rodea, también Mi Bien os rodea y os protege de ése mal de satanás,
porque si Mi Bien no estuviera deteniendo el mal de satanás, no
sobreviviríais, Mis pequeños, su poder es inmenso sobre vosotros, pero
Mi Bien es infinitamente superior, pero no lo queréis tomar.
De vosotros depende vuestro cambio,
de vosotros depende el que, al pedirMe con humildad y que reconozcáis
vuestro pecado, Yo Me pueda derramar sobre vosotros y os consienta,
como hijos Míos que sois.
No entendéis Mi Amor y lo desperdiciáis, sed humildes, pedidMe que entendáis estos Misterios de Amor con que todo un Dios os regla en todo momento.
Quiero que estéis Conmigo plenamente, como plenamente Yo estoy con
vosotros y con vuestra vida. Mi Hijo os dijo, amaos los unos a los
otros, como Mi Padre os ama, pero no lo entendéis ni queréis
entenderlo. Vivís en el mal y en lugar de levantaros os quedáis en el
fango.
El hijo desobediente del rey lo
entendió después de que sufrió y se levantó para pedirle perdón a su
padre el rey y él lo perdonó. Entended ésta Parábola, Mis pequeños,
ponedla en vuestra vida, levantaos, no os quedéis en el fango, que es
el pecado con que os ha manchado inmensamente satanás, levantaos, como
hijos del Rey que sois para que tenéis los derechos Divinos de poseer
Mis Bienes, tomadlos ya, Mis pequeños, y no sigáis desperdiciando ni
rechazando el Bien que os pertenece.
Gracias, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Quiero que seáis pequeños, humildes, para que alcancéis ésa grandiosidad, porque Yo habitaré en vosotros.
Hijitos Míos, hay una gran diferencia entre un alma humilde y un alma soberbia. Cuando un alma reconoce sus pecados, reconoce sus errores, su pequeñez, su maldad, la poca donación de su vida a lo que Yo os pido, la humildad lleva a ésa alma a mirar el panorama alrededor de ella de una forma total. Con Sabiduría Santa puede darse cuenta plenamente de sus errores, de la maldad que le rodea, y la bondad que también está a las puertas de su vida, para que sea purificada y santificada.
Sobre: Quiero que seáis pequeños, humildes, para que alcancéis ésa grandiosidad, porque Yo habitaré en vosotros.
Hijitos Míos, hay una gran diferencia entre un alma humilde y un alma soberbia. Cuando un alma reconoce sus pecados, reconoce sus errores, su pequeñez, su maldad, la poca donación de su vida a lo que Yo os pido, la humildad lleva a ésa alma a mirar el panorama alrededor de ella de una forma total. Con Sabiduría Santa puede darse cuenta plenamente de sus errores, de la maldad que le rodea, y la bondad que también está a las puertas de su vida, para que sea purificada y santificada.
La humildad os abre muchas puertas,
Mis pequeños, hacia el Bien. El alma humilde está muy cerca de Mi
Corazón y con el alma humilde Yo puedo trabajar plenamente, porque el
alma humilde Me da Mi lugar como Dios, como Salvador, como Donador de
una vida profunda espiritual, una vida profunda y se podría decir,
secreta, entre el alma y su Dios. El alma humilde tiene un acercamiento
muy grande a Mi Corazón. El alma humilde Me va conociendo mucho más
que las otras almas soberbias y malas.
Y lo permito así, Mis pequeños, para
que el alma humilde crezca y al crecer, dé mucho fruto y al dar mucho
fruto, recibirá de Mí grandes Bendiciones, porque cuando vosotros dais
mucho fruto, que es el hacer Mi Voluntad y sobre todo, salvando almas y
regresándoMelas a Mí, Yo le agradezco con un derrame de Bendiciones,
para que no se salga de ésa situación humilde en la que vive, que le
traerá muchas más Bendiciones.
En cambio el alma soberbia, se ciega,
no sabe ver a su alrededor ni menos en su interior. El alma soberbia,
al cegarse en sí misma, no crece, y hasta disminuye, se llena con más
mal y acaba perdiéndose. El alma soberbia ni hace el bien para sí misma
ni ayuda a sus hermanos, es más, en su presunción, las ataca, se cree
mejor que los demás, presume y destruye, no soporta al alma humilde y
no entiende cómo ésa alma humilde, a la que ve pequeña, insignificante y
no la respeta, puede ser superior a ella, porque se siente con más
capacidades, se siente ser mejor. El alma soberbia ataca en todo
momento, no ayuda a sus hermanos, ve solamente lo material, lo humano,
lo del mundo, lo que le rodea para su bienestar. Al alma soberbia no le
gusta el sufrimiento y trata de evitarlo a toda costa y, a veces,
sacrificando el bienestar de los que le rodean, sin sacrificar su propio
bienestar. El alma soberbia no pide ayuda ni consejo, no confía en
nadie, más que en ella misma y menos en Mí, vuestro Dios. El alma
soberbia, no crece, al contrario, decrece, a tal grado, de que luego no
podrá hacer nada bueno, ni por ella misma ni por los demás. El alma
soberbia no mejora, porque Mi Sabiduría, Mis Bendiciones, no pueden
anidar en ella. El alma soberbia acaba perdiéndose, en la mayoría de
los casos, porque no reconoce Mis Verdades, no reconoce Mi Palabra, no
pide Mi ayuda para reconocerse que vive en el mal, que vive necesitada
de Mi Consejo, de Mi ayuda, de un cambio radical para su mejora. El
alma soberbia no se doblega, siempre quiere mantenerse derecha,
aparentando poseer el bien, aparentando tener el conocimiento total.
Ya que Mi Sabiduría y Mis Bendiciones
no están con las almas soberbias, estad seguros, Mis pequeños, que es
solamente apariencia lo que tienen éstas almas, porque la Verdad no
anida en su corazón.
Por eso os pido, Mis pequeños, que la
humildad habite siempre en vosotros, la humildad os hace aceptar
vuestra pequeñez y con eso, os da la Sabiduría necesaria para que
vosotros os acerquéis a Mí y pidáis constantemente Mi ayuda. La
humildad os lleva a reconocer vuestra pequeñez y vuestra imperfección y
os hace reconocer también que Me necesitáis en todo momento de vuestra
vida. Sois pequeños, muy pequeños y toda vuestra vida lo seréis, pero
si no os acercáis a Mí, os perderéis y el alma humilde acepta ésta
Verdad y por eso el alma humilde es tan grande ante Mis Ojos.
Quiero que seáis pequeños, humildes,
para que alcancéis ésa grandiosidad, porque Yo habitaré en vosotros y
así se reconocen las almas en el Reino de los Cielos. Llegan ahí, por
su pequeñez, por su humildad y por su confianza en Mí, vuestro Dios,
sabiendo que sin Mí, no sois nada.
Gracias, Mis pequeños.
Fuente: http://www.diospadresemanifiesta.com/index.php
Gracias, Mis pequeños.
Fuente: http://www.diospadresemanifiesta.com/index.php
No hay comentarios:
Publicar un comentario