sábado, 26 de enero de 2013

“La Parábola de la Viuda Persistente"


PADRE MELVIN DOUCETTE

Sábado 26 de enero de 2013

“La Parábola de la Viuda Persistente"

(Lectura del Evangelio según San Lucas 18: 1-8)

“Les dijo luego (Jesús) una parábola sobre la obligación de orar siempre y no desfallecer: -‘Había un juez en cierta ciudad que ni temía a Dios ni respetaba a hombre alguno.  Había también en aquella ciudad una viuda, que venía a él diciendo: Hazme justicia contra mi adversario.  Por mucho tiempo no le hizo caso.  Pero luego dijo para sí: Aunque no temo a Dios ni me importa nadie, sin embargo, porque esa viuda me importuna, le haré justicia, no sea que acabe por abofetearme.’  Y dijo el Señor: -‘Oíd lo que dice el juez inicuo.  ¿Y Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a Él día y noche, aun cuando les haga esperar?  Os digo que les hará justicia prontamente.  Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿hallará por ventura fe sobre la tierra?’.”

Queridos amigos:
         Ayer fue la Fiesta de la Conversión de San Pablo.  Rezo mucho por la conversión de todos los no creyentes, para que lleguen a creer en Nuestro Señor Jesucristo con todo su corazón, para que recen con regularidad y vayan a la Santa Misa al menos todos los domingos.  También oré por la unidad de todos los cristianos.

(A continuación encontraréis el mensaje de Nuestra Madre Santísima, entregado al Padre Melvin.  Ella le habló con estas palabras:)


         “Vivid en la verdad, Mi hijo Melvin y todos Mis hijos que creéis en Mi Hijo Jesús y rezáis con regularidad.  ¿Qué significa la parábola de la viuda persistente?  El juez es Dios Padre y la viuda persistente sois cada uno de vosotros.  Sabéis que sois todos pecadores y que tenéis que arrepentiros de vuestros pecados.  Acudid a Mi Hijo Jesús y pedidle lo que necesitáis.  No se lo pidáis sólo una vez sino todos los días hasta que recibáis lo que pedís.  Con frecuencia, es probable que vuestro Señor no os dé inmediatamente lo que necesitáis hasta que vea que sois verdaderamente personas de fe.  Algunos sólo piden una vez y se niegan a pedir otra vez.  Piensan que el Señor se ha ido o que está durmiendo.  No: escucha todas vuestras oraciones y todo lo que pedís.  Acudid a Él con mucha fe y humildad y recibiréis lo que pedís.  Esta viuda al final recibió lo que quería.  Vosotros también recibiréis un don especial de Dios.
Estoy rezando para que todos sigáis a Jesús, Mi Hijo, y para que hagáis uso de todas las gracias que os ha dado.  Amaos los unos a los otros y perdonad a todos los que os han lastimado de alguna manera.  Os amo a todos.”

Padre Melvin

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