Rosario.
Temas:
- La Fe es la que hacía el Milagro, pedidMe pues Fe, para que vosotros sigáis recibiendo Mis Milagros.
- Yo Soy la Luz del Mundo y todos aquellos que os habéis
dejado iluminar por Mi Luz, la seguís dando, por medio Mío, a
todos vuestros hermanos.
- Ésa debe ser vuestra principal tarea sobre la
Tierra, salvación de almas, las necesito, las quiero, ayudadMe
pues, Mis pequeños, y dadMe ése gusto inmenso que Yo recibo cuando
vosotros salváis un alma, un hermano vuestro, eternamente.
- Así os lo prometí, que satanás no iba a destruir
Mi Obra sobre la Tierra y ya que vosotros sois Mi Obra, Mis
pequeños, vosotros Me debéis mantener Vivo, para así cumplir Mi
Profecía.
- Os pido no Le falléis a Nuestro Dios, invocadMe en
todo momento, para que Yo os acompañe, enjugue vuestras lágrimas,
os dé fuerza para que sigáis adelante, os dé ésas palabras de
aliento para que vosotros deis a Nuestro Dios, lo que Él quiere.
Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J. V.
Primer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: La Fe es la que hacía el Milagro, pedidMe pues Fe, para que vosotros sigáis recibiendo Mis Milagros.
(Lenguas…) ¡Oh! Hijitos Míos, no os imagináis cuánto Amor he
derramado por todos vosotros. No os imagináis lo que He hecho por
vosotros. Leéis acerca de Mí, se os transmiten Mi Palabra, se os
transmiten Mis Acciones. Yo, vuestro Hermano Jesucristo, que vivía entre
vosotros, Me di en totalidad.
Mi Palabra era para vosotros, Mis
Acciones eran para vosotros, Mis Pensamientos, Mis oraciones, todo Mi
Ser era para vosotros, pero vosotros, por ser tan pequeños, no os dais
cuenta de la inmensidad que esto representa, porque Soy Dios y todo lo
que Yo hice por vosotros, tiene un Poder Divino, que vosotros ni
siquiera podéis imaginar ni medir y todo esto que Yo os di, porque Mi
Padre, vuestro Padre, Me lo pidió para vuestra salvación, fue para
llevaros a la santidad de vida, y con ello, que pudierais regresar al
Reino de los Cielos. Al no comprender vosotros la inmensidad de Mi
Obra, la despreciáis, no la tomáis en cuenta o la tomáis en una mínima
proporción de lo que realmente es.
Mis Acciones, Mi
donación, Mi Vida, Mi Resurrección, fue para que todos vosotros, del
pasado, presente y futuro, tuvierais la oportunidad de vivir
eternamente en el Reino de los Cielos.
Pedid a Mi
Santo Espíritu de Amor, el poder entender la inmensidad de Mi Obra y,
al reconocerla, Mis pequeños, os arrodillaréis. Vuestras
lágrimas saldrán de vuestros ojos, vuestro corazón se postrará ante Mí,
vuestro Dios, en agradecimiento por todo lo que Yo hice por vosotros,
por la inmensidad de Mi Obra, por la purificación del Universo entero.
Mis pequeños, pedidLe a Mi Santo
Espíritu ésta Gracia, para que por fin reconozcáis lo que Yo, vuestro
Hermano Jesucristo hice por todos vosotros y, Me sigo dando por
vosotros cuando vosotros os acercáis a Mí. Mi Obra salvadora, de aquél tiempo, es actual, porque Yo no Vivo en el Tiempo y todo lo que Yo os enseñé, lo que viví, Mi donación, completa, es actual, Mis pequeños y podéis pedirMe por vuestra purificación y santificación en todo momento,
porque lo necesitáis porque sois muy pequeños, porque sois pecadores y
así, como visteis Mis Gracias, Mis Bendiciones, Mis Milagros,
derramarse en ése tiempo, en éste tiempo se siguen dando pero, porque
no pedís con Fe, desperdiciáis todo lo que Yo hice por vosotros. LlamadMe y ahí estaré, imploradMe, Mis pequeños, por vuestros hermanos y por vosotros mismos, que os dé lo que más necesitéis, especialmente en lo espiritual, y ahí estaré.
Os repito, Yo estoy en un eterno presente, estoy caminando entre vosotros. Escucho vuestros pensamientos, veo vuestros dolores y vuestras necesidades, acercaos a Mí, arrodillaos
y, en humildad, pedidMe lo que necesitéis y os lo concederé para el
bien de vuestra vida, para el bien de vuestra misión, para el bien de
vuestra santificación.
Fe, pedidMe Fe, como la visteis en
vuestros hermanos que recibieron Mis Bendiciones de aquél tiempo. La Fe
es la que hacía el Milagro, pedidMe pues Fe, para que vosotros sigáis
recibiendo Mis Milagros.
Os Amo, Mis pequeños y os bendigo en Mi Santo Nombre, en el de la Santísima Trinidad.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Yo Soy la Luz del Mundo y todos
aquellos que os habéis dejado iluminar por Mi Luz, la seguís dando, por
medio Mío, a todos vuestros hermanos.
(Lenguas…) Hijitos Míos, todos vosotros, los que habéis abierto
vuestro corazón a Mis Enseñanzas, todos vosotros, los que os habéis
dejado llenar de Mi Amor, todos vosotros, los que estáis respetando los
Mandamientos y Leyes que se os han dado y las vivís con alegría, que
los vivís con respeto y con amor, estáis llenos de Mí. Habéis escogido
la mejor parte y en vosotros puedo vivir plenamente.
Todos
vosotros, que Me escogisteis a Mí, sois ahora Mis apóstoles, sois ahora
Mi Espíritu sobre la Tierra, sois ahora Mi Ejemplo que Yo di cuando
viví entre los hombres. En vosotros Me derramo, a través
de vosotros enseño, a través de vuestras palabras y obras Me manifiesto,
vosotros ahora sois la Luz del mundo, porque Yo Soy la Luz del Mundo y
todos aquellos que os habéis dejado iluminar por Mi Luz, la seguís
dando, por medio Mío, a todos vuestros hermanos.
Yo Soy en vosotros, Yo Vivo a través
de vosotros y, así, vuestros hermanos Me pueden seguir teniendo, como
Me tuvieron vuestros hermanos en aquél tiempo, hace poco más de dos mil
años. Mi Luz, nunca se apagará, porque Yo Vivo en aquellos que se han
abierto plenamente a Mí, que han tomado Mis Enseñanzas, las viven con
alegría, las transmiten con alegría y respeto. Ciertamente, también
pueden hacer milagros en Mi Santo Nombre, porque Yo, así os lo prometí,
que todo aquel que estuviera Conmigo, podría hacer cosas que Yo hice y
aún mayores. Esto no es raro, Mis pequeños, no es difícil para
aquellos que viven Conmigo y para Mí y para llevar Mi Luz, Mi Vida, Mis
Enseñanzas, Mi Amor a sus hermanos, son almas humildes, son almas
sencillas, son almas que Me dan Mi lugar, que no se ensoberbecen, que
saben que Soy Yo a través de ellas, que son almas de oración, que son
almas de donación. Para todas éstas almas, Mis Bendiciones
continuamente se derraman, porque Somos uno, ellas Conmigo, Yo con
ellas.
Ved Mis pequeños, cómo son Mis
regalos Divinos sobre las almas y ya, de ésta forma, empezáis a vivir
el Cielo sobre la Tierra, vosotros, las almas escogidas, las almas
donadas a Mí. Sed Mis pequeños, almas de donación, almas de salvación,
almas que dan esperanza y vida a sus hermanos que han perdido la
esperanza y no tienen la Luz de Vida, o porque la han rechazado o
porque no la han obtenido. Dadles esperanza, para que abran también su corazón a Mí,
Mis pequeños. No despreciéis ningún alma que se acerque a vosotros.
Vosotros, las almas escogidas, dadMe almas para su salvación.
Yo os dije en la Cruz, tengo sed,
pero sed de almas que viven en la maldad, que se han llenado de ésa
maldad de satanás. DadMe almas y apagad Mi sed, Mis pequeños.
¡Oh!, almas escogidas, que habéis
tomado la mejor parte, benditas seáis, Yo Me seguiré derramando en
todos vosotros. Os Bendigo, os amo y Mi Amor queda en vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Ésa debe ser vuestra principal tarea sobre la
Tierra, salvación de almas, las necesito, las quiero, ayudadMe pues, Mis
pequeños, y dadMe ése gusto inmenso que Yo recibo cuando vosotros
salváis un alma, un hermano vuestro, eternamente.
Hijitos Míos, ya os había enseñado anteriormente lo que es el
acrisolamiento de las almas. El Reino de los Cielos se va ganando poco a
poco, Mis pequeños, caéis y os levantáis, cometéis errores y os
arrepentís, dudáis, pero regresáis en Fe hacia Mí. Eso es el
acrisolamiento, Mis pequeños, y lo tenéis a lo largo de vuestra vida
pero, lo que más debéis pedirMe y estar pendientes de ello, es la Fe, Mis pequeños.
El acrisolamiento se va protegiendo
con la Fe, porque, ciertamente tendréis muchas pruebas a lo largo de
vuestra vida, pero la Fe, siempre os va a regresar hacia Mí, por más
graves que sean las situaciones que vosotros viváis a lo largo de
vuestra vida. Si tenéis una Fe fuerte, siempre regresaréis a Mí,
aceptando Mi Voluntad, aceptando lo que Yo quiera hacer en vuestra vida,
porque el Reino de los Cielos os lo debéis ganar por la misma Fe que
viviréis a lo largo de vuestra vida.
Vosotros, cuando caéis,
os levantáis, porque queréis estar Conmigo y sabéis que, al estar
Conmigo, tenéis derecho de regresar al Reino de los Cielos. Ésa es la
meta que deben tener todos Mis hijos. Estáis en la Tierra
para cumplir una misión de Amor, pero sabéis que satanás está entre
vosotros y él tratará de destruir ésa Fe, ésa confianza en Mí, tratará
de evitar que vosotros os mantengáis en los valores espirituales que Yo
os he pedido que tengáis, no solamente para vuestra salvación, sino
para que vuestra intercesión también salve a muchas almas del pasado,
del presente y del futuro.
Sí, Mis
pequeños, vosotros, ciertamente, no conocéis las almas del pasado,
conocéis algunas del presente, no conocéis las del futuro, pero como Yo
Soy Dios para todos los tiempos, vuestras oraciones abarcan todos los tiempos, como los Méritos de Mi Hijo también lo son.
Vuestra salvación está en el futuro
de vuestra misión sobre la Tierra, vosotros estáis llamados a vuestra
salvación y a vuestro gozo eterno, pero vosotros también debéis darles
ése regalo a vuestros hermanos, porque es lo mismo que hizo Mi Hijo por
vosotros. Si sois los nuevos Cristos sobre la Tierra, debéis ver no
solamente por vuestra salvación, sino por la de vuestros hermanos de
todos los tiempos, como Mi Hijo lo hizo. Grandes méritos se ganan con
esto, Mis pequeños y un gusto inmenso Me dais cuando no solamente estáis
viendo por vosotros mismos, sino que estáis viendo por la obra
salvadora que debéis llevar a cabo como Mi Hijo, para todos los
tiempos.
Ésa debe ser vuestra principal tarea
sobre la Tierra, salvación de almas, las necesito, las quiero, ayudadMe
pues, Mis pequeños, y dadMe ése gusto inmenso que Yo recibo cuando
vosotros salváis un alma, un hermano vuestro, eternamente.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Así os lo prometí, que satanás no
iba a destruir Mi Obra sobre la Tierra y ya que vosotros sois Mi Obra,
Mis pequeños, vosotros Me debéis mantener Vivo, para así cumplir Mi
Profecía.
Hijitos Míos, ciertamente tenéis, pudiéramos decir, dos vidas sobre
la Tierra. Lleváis vuestras obligaciones del mundo y lleváis también
vuestra vida espiritual, pero vosotros las dividís. Dividís éstas dos
entidades, cuando debieran ser una sola. No debéis vivir para el mundo y apartar lo espiritual en vuestras acciones del mundo.
Cuando estáis en vuestras
obligaciones del mundo, también Yo debo estar con vosotros, Yo no
apartaba lo espiritual en Mi Vida, con lo del mundo. Al estar entre
vosotros, os manifesté Mi Divinidad en Mis Obras, en Mis Palabras, en
todo momento. Mi Divinidad actuaba en Mí y así lo veían vuestros
hermanos de aquél tiempo. Yo no era Jesucristo hombre en algún momento y
Dios en otro momento, Yo era una sola entidad y así debéis ser
vosotros.
Mis actos se santificaban en Mí Mismo, vosotros debéis ir santificando también vuestros actos dejándoMe vivir en ellos. Si
vosotros estáis llenos de Mí, Me tengo que manifestar, necesariamente,
en todo momento a través de vosotros y así aprenderéis a ser más
cuidadosos en lo que pensáis, en lo que actuáis, en lo que decís.
Ya no podéis ser solamente vosotros y, de ésta forma, al actuar Yo, a
través de vosotros, la santidad, necesariamente llega a vosotros,
porque dejáis que Mi Voluntad, Mi Vida, Mi Espiritualidad, Mi Divinidad
se dé en vosotros, vuestra alma se purifica, vuestra alma se santifica,
porque de ésta forma ya vosotros y Yo, vuestros Dios Jesucristo,
Seremos una sola entidad. Por eso, os he pedido tanto el ser Cristos
sobre la Tierra, para que no actuéis, solamente, humanamente en algunos
momentos y actuéis con los defectos del mundo que os ha enseñado
satanás, sino que actuéis según como Yo actué, a pesar de que satanás estaba alrededor, pero que Yo no permití, como Dios, que echara a perder Mis Obras.
Vuestras obras tampoco se deben de
echar a perder dejando que vuestra humanidad, que es vuestra voluntad,
caiga en el mal, vuestra voluntad debe estar unida a Mí, vuestro Dios.
Esa es vuestra misión sobre la Tierra, dejadMe a Mí actuar, para que Yo
siga enseñando a vuestros hermanos, para que Yo siga salvando almas,
para que se sigan dando almas santas sobre la Tierra.
Así os lo prometí, que satanás no iba
a destruir Mi Obra sobre la Tierra y ya que vosotros sois Mi Obra, Mis
pequeños, vosotros Me debéis mantener Vivo, para así cumplir Mi
Profecía. Os amo, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: Os pido no Le falléis a Nuestro
Dios, invocadMe en todo momento, para que Yo os acompañe, enjugue
vuestras lágrimas, os dé fuerza para que sigáis adelante, os dé ésas
palabras de aliento para que vosotros deis a Nuestro Dios, lo que Él
quiere.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María. Cuando
vosotros Me invocáis, Mis pequeños, Yo ya estoy ahí, junto a vosotros.
Una Madre nunca desoye las peticiones y necesidades de sus hijos.
He aprendido de Mi Hijo, Nuestro
Dios, Mi Dios, la donación del Amor que hay que tener hacia Nuestros
pequeños. Él se dio por vosotros, Yo Me doy por vosotros, una Madre
enjuga las lágrimas de los hijos, una Madre comparte las alegrías de
los hijos, una Madre enseña a los hijos, los guía, los lleva por buen
camino, los protege de todo mal.
Sabéis
que éstos son Mis momentos para salvaros, para cuidaros, para
protegeros contra las garras de satanás, invocadMe en todo momento,
Mis pequeños, porque son tiempos de una gran prueba para el Universo
entero. Son momentos culmen para la salvación de las almas. Son
momentos en que se va a manifestar la calidad espiritual en todas las
almas.
Se os ha
dado la Evangelización de Mi Hijo, se os han dado las Leyes del Padre,
se os ha dado el Amor del Espíritu Santo. Son armas que vosotros tenéis
para luchar contra las fuerzas de satanás y éstos son
los momentos de la gran lucha, donde no iréis desarmados en ningún
momento, si os habéis mantenido con Nuestro Dios, si os habéis mantenido
Conmigo, vuestra Madre, que Me doy, también en totalidad por vosotros.
Unidos, Mis pequeños, venceremos las fuerzas de satanás.
Primeramente, os debéis vencer a
vosotros mismos, debéis apartar toda maldad de vuestro ser, debéis
dejar que el Amor, la Voluntad, la Vida de Nuestro Dios, habite en
vosotros y al estar libres, vosotros mismos, de la maldad de satanás,
podréis luchar más fuertemente contra él, porque Nuestro Dios, en Su
Santísima Trinidad, os proveerá de toda la Fuerza Espiritual necesaria
para poder vencer al mal. La batalla
ya está alrededor de vosotros, en los Cielos, en el Universo entero,
vosotros apenas la empezáis a sentir, pero ya está fuertemente y,
pronto caerá sobre vosotros también y deberéis estar preparados,
Mis pequeños y, como os dije, primeramente, abandonaos a la Voluntad
de Nuestro Dios y purificaos de toda maldad, al dejar la maldad fuera
de vosotros mismos.
Recuerden que Nuestro Dios no os puede obligar a nada, vosotros os debéis soltar perfectamente a Su Voluntad. Pedid a Nuestro Dios, que por Mi Medio, Yo os pueda ayudar a crecer y a purificaos,
para que estéis preparados, para que El Santo Espíritu os invada y os
dé todo lo necesario para vuestra protección y para que vosotros deis
protección también a vuestros hermanos. Sois los soldados espirituales de éste tiempo, sois la vida espiritual de éste tiempo, de éste momento de la eternidad.
Os pido no Le falléis a Nuestro Dios,
invocadMe en todo momento, para que Yo os acompañe, enjugue vuestras
lágrimas, os dé fuerza para que sigáis adelante, os dé ésas palabras de
aliento para que vosotros deis a Nuestro Dios, lo que Él quiere que
deis para el bien de vuestros hermanos y para que se dé la Luz ya en el
Universo entero.
Mis pequeños, ¿no os dais cuenta de la importancia tan grande que es vuestro momento, en la eternidad?
Ciertamente sois pequeñitos, pero
podéis hacer grandes cosas cuando Nuestro Dios os invade. Vuestra
pequeñez se engrandece con la presencia de Nuestro Dios en vosotros. No
dudéis de esto, Mis pequeños, grandes obras, milagros, podéis hacer
porque seréis en éstos momentos la fuerza que vencerá a satanás.
Nosotros, a través de vosotros, venceremos. Cuidad vuestra alma, cuidad
del regalo que se os da, que es la Espiritualidad Divina, que es la
que os acompañará en éstos momentos tan difíciles de la humanidad y del
Universo entero.
Yo nunca Me apartaré de vosotros, os
repito, invocadMe en todo momento, que Yo estaré ahí, Soy vuestra
Madre, Soy vuestra protectora, Soy vuestra Guía, Soy vuestro aliento
para que sigáis adelante, sirviendo a Nuestro Dios, como Yo Lo he
servido.
Os amo, Mis pequeños, os llevo en Mi Corazón.
Gracias, Mis pequeños.
|