PADRE MELVIN DOUCETTE
Martes 22 de mayo de
2012
“El Juicio Justo de
Dios."
Por favor leed el
siguiente pasaje de la Carta a los Romanos 2, 1-11:
Dijo Pablo: -“Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que
juzgas; pues en lo que juzgas al otro, a ti mismo te condenas, ya que haces lo
mismo que tú juzgas. Ahora bien, sabemos
que el juicio de Dios es conforme a la verdad contra los que tales cosas
hacen. ¿Y te figuras, oh hombre, que
juzgas a los que tales cosas hacen, y tú mismo las haces, que escaparás al
juicio de Dios? ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, de su paciencia
y de su longanimidad, afectando ignorar que la benignidad de Dios te induce al
arrepentimiento? Pues conforme a tu
dureza e impenitente corazón atesoras sobre ti ira para el día de la ira y de
la manifestación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno según sus
obras: a los que con la perseverancia del bien obrar buscan gloria y honor e
inmortalidad, vida eterna; mas para los
contumaces y rebeldes a la verdad, pero dóciles a la injusticia, ira e
indignación.
Tribulación y angustia
sobre toda alma humana que obra el mal, así judío, primero, como gentil; gloria, en cambio, honor y paz para todo el
que obra el bien, así judío, primero, como gentil. Pues no hay en Dios acepción de personas.”
Queridos amigos,
Agradezco al Señor otra vez por el lindo día que tuvimos
ayer. Estuvo soleado y cálido todo el
día. Estoy preparando el Boletín de la
temporada de verano. Es el tercero de
este año. He estado trabajando durante
los últimos días en las cuentas de la sociedad ‘Our Lady of Prince Edward
Island Inc.' Espero poder terminarlas en
algún momento del día de mañana. Aún me
siento débil, aunque se ha ido la tos y espero que no vuelva. Estoy tomando vitaminas para ayudarme a
recuperar mis fuerzas.
(A continuación
encontraréis el mensaje entregado al padre Melvin por Nuestro Señor y
Salvador. Jesús le habló con estas
palabras:)
“Tengo misericordia de
vosotros, Mi hermano Melvin y todos Mis hermanos que vivís en el mundo. Mi amor y misericordia no tendrán fin. Sólo venid a Mí, abrid vuestro corazón y lo
llenaré. Mi gran amigo San Pablo tuvo una
relación muy especial conmigo después de su conversión, y fue aún más intensa
según pasaron los años. Sabía que Mi
juicio era justo porque conozco mejor que nadie lo que hay en el corazón de
cada persona. Muchos juzgan a otros pero
no pueden leer el corazón de su prójimo.
Sólo ven lo que hay afuera, pero Yo puedo mirar y ver el interior de una
persona y saber exactamente lo que le sucede.
Os digo, amigos Míos, no juzguéis a vuestro prójimo porque si lo hacéis
seréis juzgados de la misma manera. Si veis
que algo no está bien, rezad por esa persona para que pueda cambiar sus
hábitos. Es a través de la oración que
podéis ayudar a alguien necesitado.
Ofreceos a Mí con todas vuestras dificultades y os daré descanso. Puedo daros la paz que nadie os puede
dar. Hoy muchos necesitan Mi paz pero no
la piden. ¡Cuántas veces está escrito:
pedid y recibiréis! Estoy siempre
dispuesto a ayudaros. Venid y pasad
tiempo conmigo, especialmente en oración contemplativa, y recibiréis muchas
gracias para ayudaros en vuestra vida diaria.
Os amo y os bendigo.”
Padre Melvin
Padre
Melvin Doucette, (M. Afr.) / 1704 Palmer Road, RR 2, Tignish, PE (Prince Edward
Island) C0B 2B0 / CANADA Tel: 001-902-882-2004 / Email: melvin.doucette@pei.sympatico.ca
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