jueves, 9 de agosto de 2012

“Vivir en Concordia."


PADRE MELVIN DOUCETTE

Jueves 9 de agosto de 2012

“Vivir en Concordia."

Lectura de la Epístola de San Pablo a los Filipenses 4, 1-9:

1 Por tanto, hermanos míos queridos y añorados, mi gozo y mi corona,
manteneos así firmes en el Señor, queridos.
2 Ruego a Evodia, lo mismo que a Síntique, tengan un mismo sentir
en el Señor.
3 También te ruego a ti, Sícigo, verdadero «compañero», que las
ayudes, ya que lucharon por el Evangelio a mi lado, lo mismo que Clemente
y demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.
4 Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres.
5 Que vuestra mesura sea conocida de todos los hombres. El Señor
está cerca.
6 No os inquietéis por cosa alguna; antes bien, en toda ocasión,
presentad a Dios vuestras peticiones, mediante la oración y la súplica,
acompañadas de la acción de gracias.
7 Y la paz de Dios, que supera todo conocimiento, custodiará vuestros
corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
8 Por lo demás, hermanos, todo cuanto hay de verdadero, de noble, de
justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa
digna de elogio, todo eso tenedlo en cuenta.
9 Todo cuanto habéis aprendido y recibido y oído y visto en mí,
ponedlo por obra y el Dios de la paz estará con vosotros.



Queridos amigos,

Algunas personas han llamado a mis superiores diciéndoles que tengo millones de dólares y que no obstante ello estoy pidiendo donaciones.  En un momento pensé que recibiría mucho dinero pero os puedo asegurar que no he recibido nada.  Estoy simplemente pidiendo algo de dinero para pagar el mantenimiento de la preciosa capilla de Nuestra Señora.  Estoy retirado y sólo recibo una pequeña pensión para vivir.  Como poco y no uso la electricidad si puedo prescindir de ella.

(A continuación encontraréis el mensaje de Nuestro Señor y Redentor entregado al padre Melvin.   Jesús le dijo estas palabras:)

“Os amo, Mi hermano Melvin y todos Mis hermanos que vivís en cada país del mundo.  Sois Mi alegría.  Es un hecho que muchos de vosotros a veces vivís en la incomprensión.  Algunos no entienden por qué hacéis esto o aquello.  Otros tratan de ver el mal en vuestros actos o en vuestras palabras.  Esto produce conflictos entre vosotros.  Lo que tenéis que hacer es juntaros y hablar sobre vuestros problemas.  De esta manera aclararéis cualquier malentendido que podáis tener con vuestros hermanos y habrá amor mutuo entre vosotros.  Sabéis que deseo que todos améis a vuestro prójimo y que nunca debéis calumniarlos ni hablar mal de ellos.  Os amo, y vosotros también estáis llamados a amar.”

Padre Melvin

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