PADRE MELVIN DOUCETTE
Viernes 11 de mayo de
2012
“Pedro devuelve la vida
a Tabita."
Por favor leed el
siguiente pasaje de los Hechos de los Apóstoles 9, 36-43:
“Había en Jope una
discípula, llamada Tabita, que quiere decir Dorcas, llena de méritos por las
buenas obras y limosnas que hacía.
Sucedió, pues, en aquellos días que enfermando, murió y, lavada, la
pusieron en la estancia superior. Como
Lida estaba cerca de Jope, los discípulos al oír que Pedro estaba allí, le
enviaron dos hombres con este ruego: -‘No tardes en venir a nosotros.’ Levantándose Pedro, se fue con ellos, y así
que llegó, le subieron a la estancia superior y le rodearon todas las viudas
llorando y mostrándole las túnicas y mantos que, en vida, les hacía
Dorcas. Pedro, haciendo salir a todos,
se puso de rodillas e hizo oración y, vuelto al cadáver, dijo: -‘Tabita,
levántate.’ Ella abrió sus ojos, y
viendo a Pedro, se sentó. Y dándole la
mano, la levantó. Y llamando a los
santos y a las viudas, se las presentó viva.
Se hizo público esto por todo Jope, y muchos creyeron en el Señor. Pedro permaneció bastantes días en Jope, en
casa de un tal Simón, curtidor.” [...]
Queridos amigos,
Pedro produjo una gran sanación en Jopa. Esta mujer estaba muerta y él la hizo volver
a la vida. Jesús hizo lo mismo con una
joven. El milagro más importante fue la
resurrección de Lázaro. Había estado
sepultado por tres días y con una palabra Jesús le devolvió la vida. Cuando estaba en África, un día me llamaron
para administrar el Sacramento de los Enfermos a una mujer de 29 años que
estaba muy enferma y tenía tres niños. Le
di el sacramento y todos en la casa esperaban que ella muriera esa noche. Después de darle el Sacramento de los
Enfermos, impuse mis manos sobre su cabeza y recé pidiendo su sanación. A la mañana siguiente su joven hermano vino
con una carta de ella pidiéndome que regresara inmediatamente a la casa. Fui enseguida y, cuando llegué, la mujer
estaba afuera trabajando en el jardín de su madre. Esa mañana se había levantado completamente
curada. Después de eso la vi muchas
veces y siempre con buena salud.
Agradezco al Señor por este gran milagro hecho en medio de los
africanos.
(A continuación
encontraréis el mensaje de Nuestro Señor y Salvador entregado al padre
Melvin. Jesús le habló con estas
palabras:)
“Te amo, Mi hermano
Melvin, y amo a todos Mis hermanos dispersos por toda la tierra. Sois amigos Míos si creéis en Mí y Me
seguís. ¡Qué gran milagro realizó Pedro
con Mi ayuda! Le devolvió la vida a esta
mujer santa que había muerto. Estaba
ahora en perfecto estado de salud. Les
había dicho a los Apóstoles que podrían hacer todo lo que había hecho Yo en
medio de ellos. Estoy siempre trabajando
con ellos y produciendo estos grandes milagros.
Se necesita fe para poder tener un milagro en medio de vosotros. Rezad, amados amigos, por todos los enfermos,
para que puedan recibir sanación.
Melvin, has rezado sobre mis enfermos y muchos han sido sanados a través
de Mi poder. Sigue con este gran trabajo
que demuestra que estoy siempre en medio de vosotros produciendo estos
milagros. Os amo y estoy siempre
dispuesto a ayudaros.”
Padre Melvin
Padre
Melvin Doucette, (M. Afr.) / 1704 Palmer Road, RR 2, Tignish, PE (Prince Edward
Island) C0B 2B0 / CANADA Tel: 001-902-882-2004 / Email: melvin.doucette@pei.sympatico.ca
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