The Rev. Fr. Melvin Doucette, African Missionary/ 1704 Palmer Road, RR 2
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PADRE MELVIN DOUCETTE
Lunes 6 de mayo de 2013
“El fin de la Primera Misión"
(Lectura de los Hechos de los Apóstoles 14: 21-28)
“Evangelizada aquella ciudad, donde (San Pablo y Bernabé) hicieron muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, confirmando las almas de los hermanos y exhortándoles a perseverar en la fe, advirtiéndoles que por muchas tribulaciones hemos de entrar en el reino de Dios.
Habiéndoles ordenado presbíteros en cada iglesia, orando y ayunando, los encomendaron al Señor, en quien habían creído. Y atravesando la Pisidia, llegaron a Panfilia; y anunciada en Perge la palabra del Señor, bajaron a Atalía, y de allí se embarcaron para Antioquía, de donde habían partido, encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían cumplido. A su llegada, reuniendo la Iglesia, contaron cuánto Dios había hecho por medio de ellos y cómo habían abierto a los gentiles la puerta de la fe. Y moraron con los discípulos bastante tiempo.”
Queridos amigos:
Me alegré al enterarme que un niño de 11 años se había curado. Tenía cáncer y su madre y parientes me pidieron que rezara por él para que el Señor lo sanara. Fue llevado al hospital de Halifax, en Nova Scotia, hace una semana. Lo operaron y encontraron que no había cáncer, aunque lo habían visto muy bien en los análisis que le habían hecho. Los médicos dijeron que era incomprensible. Sí: realmente el Señor ha producido este gran milagro. Agradezcamos al Señor por todo lo que hace.
(A continuación encontraréis el mensaje de Nuestro Señor, el Hijo de Dios, entregado al Padre Melvin. Jesús le habló con estas palabras:)
“Permaneced fuertes, Mi hermano Melvin y todos Mis hermanos que formáis parte de Mi gran familia. San Pablo os dice en esta lectura que los cristianos deben sufrir muchas tribulaciones a fin de entrar al Reino de Dios. No temáis estos problemas. Vienen del maligno que quiere evitar que caminéis conmigo, quiere que regreséis al mundo y sigáis vuestras propias ideas. Para llegar al cielo es necesario cumplir la voluntad de Dios y no vuestra propia voluntad. Vuestra voluntad está corrompida y os llevará a pecar y a ir por la senda equivocada. Veis esto todos los días en el mundo. Como la gente hace su propia voluntad, vemos adulterio, abortos, eutanasia, matrimonios del mismo sexo, etc. Todo esto está totalmente en contra de Mi voluntad y, a menos que regresen a Mí y se arrepientan de sus pecados, no se salvarán. Tenéis que rezar con mucha fe todos los días. Nadie os ama como Yo, y estoy siempre presente para ayudaros. Os bendigo a todos.”
Padre Melvin
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