sábado, 29 de septiembre de 2012

“Mensaje de Nuestra Madre Santísima."


The Rev. Fr. Melvin Doucette, African Missionary/ 1704 Palmer Road, RR 2
Tignish, PE (Prince Edward Island) COB 2BO / CANADÁ
Tel: 902-882-2004 / E-mail: melvin.doucette@pei.sympatico.ca


PADRE MELVIN DOUCETTE

Sábado 29 de septiembre de 2012

“Mensaje de Nuestra Madre Santísima."

Queridos amigos,

Permítanme comenzar con un mensaje que recibí hace unos días de Nuestra Madre Santísima:

         “Te bendigo, Mi hijo Melvin, y bendigo a todos Mis hijos que viven en cada parte de la tierra.  Os amo a todos.  Me hacéis feliz y hacéis feliz a Mi Hijo Jesús porque seguís a vuestro Salvador, rezáis con regularidad y cumplís los mandamientos.  Continuad con vuestras buenas obras y seréis bendecidos por Jesús, Mi Hijo.  Sin embargo, hay muchos en el mundo que se niegan a creer y viven en pecado.  Caen en las trampas de satanás y, en vez de amar, odian.  Siguen sus enseñanzas y viven sólo para el dinero y el placer.  Rezad, hijos Míos, para que se conviertan antes de que sea demasiado tarde.

Sabéis que soy la Madre de la Vida y que estoy en contra de la cultura de la muerte.  Deseo que se ponga fin al aborto, la matanza de los no nacidos que son Mis hijos amados.  Estoy también en contra de la eutanasia, la matanza de los mayores y de los que están mentalmente enfermos.  Deseo que todos aceptéis que hay un ser humano ni bien un niño es concebido.  En ese momento Dios Padre le da al niño un alma humana: ese niño debe ser respetado desde el momento de la concepción.  El asesinato de los niños no nacidos le produce a Mi Hijo Jesús y a Mí Misma mucho sufrimiento porque cada niño concebido tiene derecho a nacer y a la vida.  Por favor, amados hijos Míos, haced todo lo que podáis para quebrar esta cultura de la muerte.

Mi hijo Melvin, estoy rezando por ti, para que pronto puedas estar curado y puedas comenzar tu tarea otra vez.  Has sufrido mucho, unido a Mi Hijo Jesús.  Rezo por ti en todo momento.  Ten la seguridad de que Jesús te sanará completamente en poco tiempo.  Soy quien te pidió que comenzaras Mi santuario en la Isla del Príncipe Eduardo.  Has estado cumpliendo Mis deseos y has construido Mi capilla, el Pequeño Santuario.  Deseo que no te vayas de la Isla sino que te quedes para hacer lo que te he pedido.  Recibirás el dinero a tiempo para terminar todos los edificios y para comenzar los Hermanos y Hermanas de Jesús.  Estoy a tu lado en todo momento.  Te bendigo a ti y a todos Mis hijos.”

Deseo agradecer a todos los que me han enviado donaciones para ayudarme a pagar mi cuenta del combustible para la calefacción.  No la he cancelado totalmente aún y ya comienza a hacer frío por la noche.  No me darán combustible hasta que pague todo.  Les estaré muy agradecido por cada dólar que me envíen.
Casi todos los días una o más personas envían nombres para ingresar al Libro Recordatorio.  Estoy ofreciendo tres Misas a la semana por todos los que están en ese libro.  Sabéis que cuesta $15.= por cada persona registrada.
Aún no estoy bien pero estoy mejorando cada día.  Todavía me duele el estómago y eso me impide dormir bien de noche.  Estoy algo débil y me siento cansado, así que me recuesto varias veces al día.  Nuestra Señora está rezando por mí.  Os agradezco a todos por vuestras oraciones.

Padre Melvin


Pequeño Santuario de Nuestra Señora de la Isla del Príncipe Eduardo
Sitio Nuevo: www.ourladyofpei.com
- El sitio puede aceptar donaciones online a través de tarjetas de crédito
- También acepta pedidos de libros, etc.

Santa Misa: Miércoles y Sábado 9:30 a.m.
Rosario/Misa de Sanación generalmente el primer viernes 7:00 p.m.
Los horarios pueden cambiar según los compromisos del P. Doucette. El Pequeño Santuario está abierto en general durante el día, pero recomendamos llamar con anterioridad.

Para suscribirse a los grupos del padre Melvin Doucette:

Mzo 29_12 Ya no habrá medianías, seréis o no seréis, Me buscaréis o Me haréis a un lado.

        Imprimir E-Mail
Rosario vespertino
Temas:
  • Ahora que tenéis el tiempo, todavía podéis cambiar ciudades, pueblos, familias, podéis hacer mucho, Mis pequeños, no desperdiciéis vuestro tiempo.
  • Os pido que busquéis vuestra santidad, que también podáis morir en olor de santidad, que dejéis estela en la Tierra.
  • Acercaos a Mí, Mis pequeños y os llevareis muy bellas sorpresas de lo que Yo puedo hacer con el ser humano cuando confiáis plenamente en Mí.
  • Dejaos guiar por Mi Santo Espíritu, estos son tiempos ya del actuar fuerte de Mi Santo Espíritu entre los hombres, Él ya está entre vosotros, Él va reuniendo ya al pueblo mundial, al que entrará a los Cielos Nuevos y a las Tierras Nuevas.
  • Lo que traéis en vuestro corazón os unirá con vuestros hermanos, el amor unirá a los buenos, la maldad, el odio, los rencores, unirán a los malos.
Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Ahora que tenéis el tiempo, todavía podéis cambiar ciudades, pueblos, familias, podéis hacer mucho, Mis pequeños, no desperdiciéis vuestro tiempo.
Hijitos Míos, Yo, como Dios Encarnado, vine a poneros el ejemplo para alcanzar la santidad. Yo Soy el Santo de los Santos, qué mejor ejemplo a seguir que el de un Dios Encarnado.
Yo, entre los hombres, os he dejado Mis Enseñanzas, caminé entre los hombres, Me atacaron y respondía con Amor, transmití Amor, viví el Amor que profetas del Antiguo Testamento habían anunciado sobre Mí.
Mis pequeños, os vuelvo a repetir, qué mejor ejemplo a seguir, que el Mío, para que vosotros pudierais asegurar que vuestra vida aquí en la Tierra diera mucho fruto y que a la vez, esto os asegurara el entrar al Reino de los Cielos.
Ciertamente, satanás os ataca todo el tiempo, a Mí Mismo no Me respetó, a través de los fariseos, los escribas, Me atacaba todo el tiempo. Vosotros, ciertamente, sois más débiles, perdéis la paciencia, os peleáis, pero Yo estoy con vosotros. En el momento en que caigáis en debilidad espiritual, acudid a Mí, Yo estaré con vosotros y os sacaré adelante del problema en el que estéis, que mucho de vuestros problemas, son causados por vuestra falta de crecimiento espiritual.
Sí, Mis pequeños, la humanidad ha ido en declive espiritual. No estáis buscando vuestra perfección espiritual y, si vosotros sois honestos y hacéis un examen de conciencia y os comparáis con Mi Vida, Mis Enseñanzas, con el Amor que di a vuestros hermanos y que os doy todavía en este tiempo y seguiré dando, si vosotros contestáis con honradez, veréis que no estáis siguiendo Mis Pasos, os habéis desviado mucho y por eso la humanidad está padeciendo lo que ahora veis, porque no estáis viviendo con amor, no os tratáis los unos a los otros con Virtudes, con respeto especialmente, queréis imponer, la humildad ya no la vivís, la soberbia ha crecido demasiado y por eso os peleáis los unos a los otros, por las imposiciones que queréis hacer en el medio en que os rodeáis y, ciertamente, hay problemas, porque cada quien quiere imponer su palabra, su forma de ser. Dais órdenes aquí y allá y todos quieren dar órdenes. ¿Acaso Yo Me comporté así, Mis pequeños?
Yo os llevaba con cuidado amoroso, respetando vuestra forma de ser, pero buscando ir cambiando al ser humano, poco a poco y con delicadeza. Cuando vosotros imponéis, en ése momento, os rechazan.
Yo por eso os he dado la libertad, el libre albedrío. Yo os doy el conocimiento y en vuestro libre albedrío escogéis si lo tomáis o lo rechazáis.
Daos la oportunidad de crecimiento espiritual, porque si seguís así, será tremendo vuestro declive espiritual, que ya de por sí, la humanidad lo está sufriendo.
Creced pues, Mis pequeños, todavía podéis hacer mucho por la humanidad. Aún en los últimos momentos de vuestra vida, podéis cambiar almas y darles su salvación eterna. Ahora que tenéis el tiempo, todavía podéis cambiar ciudades, pueblos, familias, podéis hacer mucho, Mis pequeños, no desperdiciéis vuestro tiempo.
SeguidMe, seguid Mis Pasos, Yo hacía Mi trabajo para Mi Padre y luego Me apartaba del mundo para estar con Él, en lo íntimo, en lo secreto, Él Me daba fuerzas, Yo, Me acercaba a Él, tratando de complacerLe en todo y, eso es lo que quiero que hagáis cada uno de vosotros.
ComplacedMe, para que Yo pueda llevaros a vuestra felicidad eterna, pero sobre todo, para que vosotros os sintáis satisfechos de haber aprovechado vuestro tiempo correctamente aquí en la Tierra y así podréis regresar al Reino de los Cielos, felices, porque cumplisteis con vuestra misión.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Os pido que busquéis vuestra santidad, que también podáis morir en olor de santidad, que dejéis estela en la Tierra.
Hijitos Míos, alguna vez habréis escuchado que algún hermano vuestro murió en olor de santidad. Mis pequeños, esto quiere decir que fue un alma donada a Mí, vuestro Dios. Para morir en esa situación, en la que todos aquellos que están a su alrededor lo reconocen como un alma santa, se va ganando con el tiempo, no es de un día para el otro que se gana el alma ése título. Ciertamente es un alma querida por Mí, pero es un alma que trabajó por su santidad, donándose, como Mi Hijo se donó por cada uno de vosotros.
Vosotros estáis llamados a ésa muerte santa, que no necesariamente tiene que ser cruenta, no tiene que ser como murió Mi Hijo, pero sí hay sacrificio y, a veces, sacrificios fuertes, profundos de esa alma y que solamente, lo sé Yo.
Las almas santas son almas sencillas, son almas sublimes, son almas humildes, pequeñitas ante los ojos de los hombres, pero que hacen grandes cosas para la salvación de muchos y para que Mi Nombres sea Glorificado en el Cielo y en la Tierra.
Estas almas santas van buscando siempre el darMe gusto, no se dan gustos ellas mismas, se donan totalmente a Mi Voluntad, ellas se pierden en Mi Voluntad, están buscando agradarMe y al agradarMe, están salvando a infinidad de almas.
Os he dicho que os tenéis que volver otros Cristos y estas almas realmente se vuelven otros Cristos al donarse y dejarse mover por Mi Voluntad. El sufrimiento para estas almas es una bendición, es un agradecimiento, es vida para ellas, porque se unen plenamente a la Vida de Mi Hijo.
Mi Hijo, tuvo sufrimientos constantes desde Su Encarnación. Vosotros recordáis solamente Su Pasión Dolorosa, pero en Su donación hacia Mí, Él hizo a un lado Su Divinidad para dejar que Yo viviera en Él.
Mis pequeños, os pido que busquéis vuestra santidad, que también podáis morir en olor de santidad, que dejéis estela en la Tierra, que dejéis ejemplo entre vuestros hermanos, pero el mayor ejemplo es el dejar que Yo viva plenamente en vosotros, como lo hice con Mi Hijo Jesucristo.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Acercaos a Mí, Mis pequeños y os llevareis muy bellas sorpresas de lo que Yo puedo hacer con el ser humano cuando confiáis plenamente en Mí.
Hijitos Míos, Yo, como Padre, en Mi Santísima Trinidad, cada uno de Nosotros, de las Tres Divinas Personas, llevamos también una misión Divina. Amamos, os amamos, de una forma muy especial y a cada uno le respetamos su forma de ser como fuisteis creados.
Se os ha enseñado a vivir en el Amor a través del conocimiento que tenéis en las Sagradas Escrituras. Siendo Tres Divinas Personas, Somos Un Solo Dios, unidos en el Amor.
Eso es lo que une al Universo entero y quedó desunido por el Pecado del Principio. Vosotros, sois también individuos, cada uno de vosotros tenéis una misión y cada uno de vosotros debéis estar unidos, también, en una función específica, que es la de amar. Así como Somos Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad, también debéis estar todos vosotros, la humanidad entera, unidos en un solo amor.
Desgraciadamente, satanás se ha encargado de ir desviando a la humanidad de esta meta, a la que todos vosotros debéis llegar. Cada uno de vosotros debéis hacer algo por vuestros hermanos, cada uno de vosotros, tiene una misión diferente a la de vuestros hermanos, pero todo lo que hagáis, debe estar siempre lleno de amor, envuelto en amor y debe tener una finalidad de amor.
Os habéis desviado, a tal grado, de que ya no buscáis el Verdadero Amor entre vosotros y estáis buscando vuestros propios intereses y así os habéis vuelto egoístas, estáis viendo nada más para vuestro propio bien y eso ya no es amor, Mis pequeños.
ImaginadMe a Mí, como vuestro Dios, solamente viendo para Mi propio bien y abandonándoos a vosotros, ¿qué quedaría de vosotros después de un tiempo, sin Mi Divina Providencia, sin Mi Protección, sin Mi Amor para cada uno de vosotros?, seríais destruidos rápidamente por las fuerzas de satanás. Yo os voy protegiendo a lo largo de vuestra vida, os voy protegiendo contra todo el mal que tenéis a vuestro alrededor y, todo esto, Mis pequeños, es contrarrestado por el Amor, por el Amor que os doy a través de vuestros hermanos. No necesariamente Yo, directamente, os doy Mi Amor, cada uno de vosotros debéis ser Mi ejemplo vivo sobre la Tierra. Cuando cada uno de vosotros os llenáis de Mi Amor, os volvéis mensajeros Míos. Cuántas veces no habéis dado un consejo y llenasteis a vuestro hermano de vida, y luego recapacitáis que ése consejo ni siquiera lo habíais imaginado o que ésa no es vuestra forma de pensar, pero que ayudó a vuestro hermano, y así es como Yo os voy ayudando a cada uno de vosotros a través de vuestros hermanos. Mientras más cerca estáis de Mí, mejores mensajeros os volvéis con vuestros hermanos y así vais cambiando a éste mundo hacia el bien.
Acercaos a Mí, Mis pequeños y os llevareis muy bellas sorpresas de lo que Yo puedo hacer con el ser humano cuando confiáis plenamente en Mí. Soy vuestro Dios, Mis capacidades son infinitas, debierais tomar esto como un honor inmenso, el ser portadores de Mi Amor, de Mis Gracias, de Mi Vida hacia vuestros hermanos, ésa es vuestra misión, Mis pequeños, estáis en la Tierra para dejar vivirMe entre vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Dejaos guiar por Mi Santo Espíritu, estos son tiempos ya del actuar fuerte de Mi Santo Espíritu entre los hombres, Él ya está entre vosotros, Él va reuniendo ya al pueblo mundial, al que entrará a los Cielos Nuevos y a las Tierras Nuevas.
Hijitos Míos, en una familia grande, donde hay muchos hijos, cada uno de ellos es un individuo diferente, cada uno tendrá una misión en esta vida, pero cuando son pequeñitos, juegan en lo que más les gusta, a veces jugarán unidos, a veces jugarán en lo individual, pero todos ellos, al fin y al cabo escucharán una sola voz, que es la autoridad de los padres.
Así Yo os dejo vivir en el mundo, tenéis vuestra libertad, podéis hacer lo que queráis, pero también debéis respetar Mi Autoridad de Padre y Dios. No necesariamente con vuestra distracción os vais a apartar de Mis Leyes y de Mi Amor, pero muchos de vuestros hermanos, sí escogen caminos errados y se apartan de Mis Leyes y ya no viven en el Amor.
El hijo obediente, el hijo que ama, ha aprendido, precisamente a amar, por el amor que ve de sus padres y también aprenden a obedecer, porque se dan cuenta que los padres buscan el bien de ellos y, al obedecerlos, todo les sale bien.
Cuando ellos desobedecen, reciben un castigo, porque en su desobediencia, han causado un mal.
¿Cuántos males vosotros habéis cometido a lo largo de vuestra vida, Mis pequeños?, muchos, ciertamente, porque sois débiles, porque no habéis crecido fuertemente en la Gracia, porque no habéis aprendido a respetar Mis Leyes y os habéis apartado de Mi Amor. No habéis querido escuchar la autoridad de Padre, Me habéis rechazado de vuestra vida, o Me habéis dado la espalda por momentos. No queréis estar ya Conmigo, queréis vivir en vuestro libre albedrío, que no es lo perfecto. No queréis ya vivir unidos en el Amor.
Cuando realmente os unís, a pesar de que tenéis cada uno de vosotros una misión por separado, pero os une Mi Amor, es cuando empezáis realmente a gozar como hermanos de todos Mis Bienes, os compartís de las bellezas, de los dones, de las cualidades con las que os he regalado a cada uno de vosotros. Gozáis realmente cuando vivís una espiritualidad profunda, la compartís con vuestros hermanos, ellos aprenden y vosotros crecéis.
Sí, Mis pequeños, cuando vosotros transmitís las Enseñanzas, los regalos espirituales que os he dado, las bellezas a lo largo de vuestra vida, vuestros hermanos aprenden y, sobre todo, lo más importante, que aprenden que Yo Soy un Dios Vivo, que estoy entre vosotros, que vivo en vosotros y que no Soy un Dios lejano, que no os escucho y que no os comprendo. Yo Vivo con vosotros conozco perfectamente vuestros pasos, vuestros pensamientos, vuestros deseos, vuestras metas, vosotros sois los que os separáis de Mí, Yo no Me separo de vosotros.
Cuando vosotros, realmente, buscáis el hacer Mi Voluntad, y esto es vivir en el Amor, os empezáis a unir como hermanos, porque tenéis el mismo gusto, los mismos deseos y esto es lo que os une y os une Mi Santo Espíritu que os lleva al Amor profundo, por eso ahora aquí estáis reunidos, porque Mi Santo Espíritu os ha reunido y, así, iré reuniendo al mundo entero. Pero hay que quitar los egoísmos, soberbias, maldad en los corazones y vivir en la humildad y en el deseo de que el hermano crezca y crezca no solamente ayudado en lo material, sino en lo espiritual especialmente, porque así es como viviréis eternamente, con los bienes espirituales.
Dejaos guiar por Mi Santo Espíritu, estos son tiempos ya del actuar fuerte de Mi Santo Espíritu entre los hombres, Él ya está entre vosotros, Él va reuniendo ya al pueblo mundial, al que entrará a los Cielos Nuevos y a las Tierras Nuevas, Él está dando vida a las almas que se han dejado mover por el Amor.
Dejaos pues, Mis pequeños, mover por Mi Amor, por el Amor que une, por el Amor Verdadero que es el Amor Divino.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Lo que traéis en vuestro corazón os unirá con vuestros hermanos, el amor unirá a los buenos, la maldad, el odio, los rencores, unirán a los malos.
Hijitos Míos, ya mucho se os ha avisado de los cambios que vendrán pronto, muy pronto, la diferencia estriba en que cómo van a ser tomados éstos cambios.
Algunos, los que están Conmigo, lo tomarán con amor, con paciencia, con una paz total en su corazón y aceptando Mi Divina Voluntad en su vida y en lo que suceda. Pero aquellos que no están Conmigo, lo tomarán de una forma muy diferente, con desesperación, a veces hasta con maldad, no habrá discernimiento santo en su corazón y hasta guerras causarán.
Serán momentos en que se marcará fuertemente el Bien y, el mal y así, la humanidad sola, se separará. Estarán los Míos y los que están en contra Mía, estarán los hijos buenos y los hijos problema.
Estos son momentos en que la humanidad sola escogerá su camino, lo que traéis en vuestro corazón os unirá con vuestros hermanos, el amor unirá a los buenos, la maldad, el odio, los rencores, unirán a los malos. Ya no habrá medianías, seréis o no seréis, Me buscaréis o Me haréis a un lado de vuestra vida. Estos son momentos decisivos para la humanidad. Se os ha ido preparando, se os ha ido anunciando, habéis tenido muchas oportunidades los unos y los otros, los que estáis Conmigo, habéis creído, tenéis Fe, la habéis dejado crecer, habéis buscado lo que viene de Mí y os habéis mantenido en lo que se os ha dado en Enseñanzas, porque han llegado hasta lo más profundo de vuestro ser.
En cambio, los que no quieren estar Conmigo, los que se han apartado de Mí, los que no buscan el Verdadero Camino, también tuvieron su oportunidad, pero la despreciaron, prefirieron seguir otros caminos, muy apartados de las Enseñanzas que tenéis en las Escrituras, Enseñanzas Divinas, a las que todos tuvisteis la oportunidad de conocer. Vosotros mismos seréis vuestros jueces ante Mi Presencia, los que estáis Conmigo, gozaréis estar ante Mi Presencia, porque dentro de vuestro corazón, existe ésa esperanza que en algún momento de vuestra vida, cuando vuestra alma se tenga que presentar ante Mí, vosotros, gozaréis estar ante Mi Presencia, no temeréis, vuestro amor se unirá al Mío; pero vosotros, los que fuisteis malos hijos, los que Me habéis traicionado y atacado, los que habéis tratado de destruir a vuestros hermanos, ante Mi Presencia, querréis esconderos, no querréis ver Mis Ojos que os quemarán. Vosotros mismos os avergonzaréis de lo que hicisteis y ni en ése momento os arrepentiréis de vuestro mal proceder, vosotros mismos sabréis cuál será vuestro futuro espiritual.
Mis pequeños, tuvisteis muchas oportunidades, a lo largo de vuestra vida, Yo Soy un Dios Justo y quiero salvar a todos Mis hijos, pero vosotros mismos escogéis vuestro camino, escogéis vuestro futuro, Yo no os presiono ni os obligo, vosotros vais a donde os sentís a gusto. Los que están a gusto de estar Conmigo, son los buenos hijos, los que no os sentís a gusto al estar Conmigo o con lo Mío, son hijos de satanás, y así os lo tengo que decir, porque o estáis Conmigo o estáis con el mal. Os amo, Mis pequeños, aún a pesar del mal que tenéis en vuestro corazón, pero vosotros sois libres y habéis escogido el camino del mal y a vosotros, Mis pequeños, Mis amados, os agradezco que hayáis escogido el camino del Bien, el camino que os ha atraído hacia Mí, que habéis sido fieles, que habéis luchado por manteneros en el Amor. Vuestro regalo está pronto por darse y gozaréis infinitamente, porque así Soy Yo, vuestro Dios, regalo en forma desproporcionada al bien que vosotros hacéis. Pronto lo veréis y Me lo agradeceréis.
Gracias, Mis pequeños

Fuente: http://www.diospadresemanifiesta.com

Mzo 22_12 Sois el Sodoma y Gomorra de este tiempo


. Imprimir E-Mail


Rosario vespertino
Temas:
  • No confundáis la felicidad de la Tierra a la felicidad que tendréis Conmigo eternamente.
  • ¿Por qué os separáis de Mí, cuando pudierais estar Conmigo? Yo os cuidaría como a un niño pequeño.  
  • Con vuestra intercesión y con vuestros deseos de amar, podéis lograr muchísimo para el bien de vuestros hermanos.
  • Sois el Sodoma y Gomorra de este tiempo y, como os dije, tuve que destruir a ésos dos pueblos para que su pecado no afectara a otros pueblos, o sea, a otras almas buenas.
  • Os amo, Mis pequeños, vosotros, los que estáis Conmigo y estad seguros que os cuidaré hasta el último momento, hasta el gran cambio, que gozaréis y que Me agradeceréis.
Mensaje de Dios Padre a J. V.                        
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: No confundáis la felicidad de la Tierra a la felicidad que tendréis Conmigo eternamente.

Hijitos Míos, la felicidad la obtenéis cada uno de vosotros cuando Me dejáis a Mí habitar plenamente en vuestro ser. Podréis decir que estáis felices por alguna situación buena, bella que hayáis tenido, pero es humana y es momentánea. La felicidad que Yo os doy, Mis pequeños, la empezáis a gozar desde la Tierra y se va incrementando hasta alcanzar su plenitud en el Reino de los Cielos, y eternamente, pero debéis luchar por obtener ésa felicidad que cada uno de vosotros debéis tener y no equivocar la felicidad mundana con la felicidad Celestial.
Ciertamente, vivís en el mundo y tendréis momentos de felicidad, como os dije, pero ¿realmente ésa felicidad os está llevando a la pureza y a la santidad? Porque hay felicidad que no os lleva a la santidad y que os va a hundir más. Esto os lo digo, Mis pequeños, porque ahora el mundo vive en una gran confusión, vive para los placeres, vive para la carne, vive para lo que es del mundo solamente, a donde satanás os lleva para que vosotros equivoquéis el camino.
Ciertamente, estas situaciones empiezan con una felicidad, pero falsa y, después, vuestro corazón se llenará de amargura, porque sabréis en vuestro interior, que lo que vosotros gozasteis, no venía de Mí y no era para que vosotros crecierais espiritualmente.
Cuando vosotros estáis Conmigo, lo primero que se manifiesta, en vuestro interior, es una paz, que solamente se puede obtener de parte Mía. Esa paz os lleva a la felicidad, la felicidad os lleva a que vosotros transmitáis a vuestros hermanos lo que tenéis en vuestro corazón y de esta forma se va transformando la Tierra entera, porque Yo vivo en plenitud en vosotros, Me habéis dado el primer lugar en vuestra vida, Me habéis puesto en Mi Corazón todas vuestras metas y deseos.
Cuando vosotros estáis Conmigo, Mis pequeños, Me buscáis y estáis buscando la perfección de vuestra vida, Yo os voy a dar de lo que necesitáis y, además, os voy a cuidar para que no caigáis en las tretas de satanás; él es muy astuto y no quiere que vosotros gocéis la verdadera felicidad, que viene de Mí.
Tened cuidado pues, Mis pequeños, de que no caigáis en los errores a donde os lleva satanás, no confundáis la felicidad de la Tierra a la felicidad que tendréis Conmigo eternamente.
Gracias, mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: ¿Por qué os separáis de Mí, cuando pudierais estar Conmigo? Yo os cuidaría como a un niño pequeño.  

Hijitos Míos, vosotros criticáis mucho, vosotros juzgáis a vuestros hermanos, ¿os sentís que tenéis derecho a lanzar la primera piedra contra vuestros hermanos?, ¿sentís que tenéis derecho a criticar, a juzgar, porque tenéis un corazón limpio, puro, santo? No, Mis pequeños, estos son momentos de introspección espiritual, son momentos en que cada uno de vosotros, alrededor de la Tierra, tendréis que entrar en vuestro corazón y mostrarMe vuestro ser, todo lo que habéis hecho, todo lo que habéis dejado de hacer.
Sí, Mis pequeños, son momentos de la Verdad espiritual ante Mí, vuestro Dios, pero todo esto será para bien de toda la humanidad, porque vuestra soberbia ha crecido demasiado. La soberbia ha ido destruyendo lo que Yo he querido daros desde el Principio.
La soberbia separa todo lo que es unión. Satanás fue el primero en caer en soberbia y sabéis lo que esto provocó, luego él hace caer en soberbia a vuestros Primeros Padres y viene una separación entre el hombre con su Dios. Y así se va dando la soberbia entre los hombres y se sigue separando el hombre de Mí, vuestro Dios.
Tenéis la Torre de Babel, un grado de soberbia muy grande y, entonces, tengo que separar al hombre del hombre y ésta se da por medio del Espíritu, en donde cada uno de los que estaban ahí empieza a hablar diferentes lenguas. Viene una separación, porque el hombre se pone en contra Mía, vuestro Dios; en una forma muy fuerte y directa, Me retan.
Mis pequeños, os sentís autosuficientes, os sentís que podéis retarMe a Mí, vuestro Dios. No, Mis pequeños, no os habéis dado cuenta todavía de vuestra pequeñez y estos son tiempos en que veréis realmente vuestra pequeñez, veréis que no podéis retar a vuestro Dios Todopoderoso, al Creador del Universo entero, ¿qué sois vosotros ante Mí, Mis pequeños?, sois polvo, sois nada y aún así os amo, porque os he creado a cada uno de vosotros, Yo os doy la oportunidad de que vosotros os estrechéis a Mi Corazón, os estrechéis a Mí, vuestro Dios a través del amor.
¿Por qué os separáis de Mí, cuando pudierais estar Conmigo? Yo os cuidaría como a un niño pequeño. Los niños pequeños no se tienen que preocupar de nada ¿No quisierais ser nuevamente niños pequeños, que fuerais consentidos todo el tiempo, que no os tuvierais que preocupar de nada, mas que amar a vuestros padres y jugar con vuestros hermanitos?
Conozco la respuesta en vuestro corazón, estáis llenos de preocupaciones y problemas y quisierais ya salir de ellos. Yo os puedo dar todo esto, puedo terminar con vuestros problemas, preocupaciones, dolores, si solamente os acercarais a Mí y Me tuvierais esa confianza de Padre.
Lo podríais logar, Mis pequeños, pero os falta tanta Fe y estáis llenos, además, de tanta soberbia, que por eso no os acercáis a Mí y por eso estáis como estáis personalmente y en el mundo entero.
Vosotros podéis hacer grandes cosas si os unierais y vinierais a Mí, empezaríais a unir lo que vosotros mismos habéis desunido por vuestra soberbia.
Meditad todo esto, Mis pequeños y primeramente hacedlo con humildad, para que os apartéis de vuestra soberbia y dejéis entrar la humildad a vuestro corazón, humildad que os empezará a unir a Mí, vuestro Dios, a Mi Corazón, a Mis Deseos, a Mi Voluntad y de esta forma empezaréis ya a lograr el Reino sobre la Tierra, Mi Reino de Amor en vuestro corazón, primeramente.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Con vuestra intercesión y con vuestros deseos de amar, podéis lograr muchísimo para el bien de vuestros hermanos.

Hijitos Míos, en general, la humanidad vive con muchos temores, eso no es vida, Mis pequeños, fuisteis creados para venir a la Tierra a servirMe y traer una espiritualidad muy alta, muy grande, para destruir la maldad de la Tierra.
Os he mandado a Mi Hijo para que vosotros crecierais en ésa espiritualidad y fuerais cambiando todo el error en el que se vive en la humanidad. Vosotros conocéis los errores, porque habéis crecido, habéis vivido entre todos estos errores que satanás ha diseminado y debéis poner un alto a todos ellos.
Mi Hijo os trajo toda una Evangelización de Amor, satanás ha difundido el temor entre los hombres y vosotros os habéis llenado de él. Sois Mis hijos y habéis sido creados para una misión muy grande, que es la de la transformación Universal, sí, Mis pequeños, y la lograréis con vuestra oración, con vuestra presencia ante los hombres, que debe ser Mi Presencia en vosotros.
Se dará esta transformación porque os debéis haber llenado ya del Conocimiento del Cielo que os dio Mi Hijo, os debéis de haber llenado de Virtudes y de Amor que también, Mi Hijo os dio y que Mi Santo Espíritu, que habita en vuestro interior, os está transmitiendo continuamente. Vosotros debéis ser Luz ante los hombres, vosotros debéis ayudar a todo aquel que necesita encontrar Mi Luz, que es la Verdad, que es la alegría, que es el don Divino pero, desgraciadamente, os embebéis en tantas cosas del mundo que olvidáis vuestra verdadera misión.
Os he repetido todo esto tantas veces, Mis pequeños, pero os seguís distrayendo con las cosas del mundo. Vuestra única misión aquí en la Tierra es la de sembrar Mi Amor y las Enseñanzas que os dejó Mi Hijo y todo esto se os hace difícil.
Cuando regreséis a Mí, Mis pequeños, os daréis cuenta de vuestros errores. Os daréis cuenta de que tuvisteis la oportunidad de la salvación de las almas a través de vuestro ejemplo, de la oración, de la intercesión y seguisteis perdiendo el tiempo, nada más para cubrir todas vuestras alegrías personales, mundanas, carnales. Vuestra misión, Mis pequeños, es mucho más alta, es mucho más grande, es espiritual, lo humano, lo carnal, se va a quedar aquí en la Tierra. Os he dicho que la Tierra es un granito de arena en el Universo, vosotros, con vuestra misión espiritual, vais a pasar al Reino de los Cielos que es inmenso, es inconmensurable, no podéis comparar vuestra vida terrena, que es de un momento, con vuestra vida futura, si os la ganáis, en el Reino de los Cielos. Pero vuestra misión la habéis echado a perder, porque no habéis tenido la visión grande, inmensa, de lo que debe ser vuestra alma sobre la Tierra. Es tan grande, Mis pequeños, que el hombre se da cuenta demasiado tarde de esta misión que Yo os confié y os dais cuenta cuando regresáis a Mí y tenéis vuestro Juicio Particular. Desperdiciáis mucho, ciertamente os amo, pero todos aquellos dones y capacidades que Yo os di para que hicierais mucho por Mí y por vuestros hermanos, los desperdiciáis. Todavía tenéis tiempo a través de vuestra oración y ejemplo, con vuestra intercesión y con vuestros deseos de amar, podéis lograr muchísimo para el bien de vuestros hermanos y no solamente a nivel mundial, sino Universal.
AyudadMe, Mis pequeños, a destruir el mal en el Universo entero. Ciertamente, el Pecado Original afectó al Universo entero y debéis reparar todo ese mal con vuestra donación. Aunque sois pequeñitos, vuestra oración, unida a la de Mi Hijo Jesucristo, se vuelve inmensa, y por eso debéis dejar que Mi Hijo viva plenamente en vosotros y, así, el mundo se llenará nuevamente de Mi Hijo, actuando a través de vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Sois el Sodoma y Gomorra de este tiempo y, como os dije, tuve que destruir a ésos dos pueblos para que su pecado no afectara a otros pueblos, o sea, a otras almas buenas.

Hijitos Míos, las Sagradas Escrituras están llenas de ejemplo para vuestro comportamiento espiritual. La humanidad ha decaído, ya no hay la suficiente espiritualidad como para que vosotros crecierais y pudierais vivir Conmigo si en este momento os mandara llamar.
Vosotros mismos tenéis la sabiduría para reconocer cómo está el mundo entero. En las Escrituras se os narra sobre dos pueblos, Sodoma y Gomorra, la maldad que imperaba ahí. Conocéis bien cómo se vivía en estos dos pueblos, el pecado se había difundido en tal forma, que iba creciendo más y más y afectaba a todos los que estaban en estos pueblos, a tal grado, que tuve que destruirlos, sobre todo para que esta maldad no saliera a destruir a otros pueblos. Tuvieron la oportunidad del cambio, pero no la quisieron tomar. Yo siempre doy la oportunidad a los hombres de escoger de entre el Bien y el mal, pero ellos quisieron seguir en el mal.
Ahora, tenéis también el ejemplo de Nínive. Se les anunció que si se mantenían en su error, iba a ser destruida toda la ciudad, entendieron el llamado, aceptaron el llamado del profeta y cambiaron. Aceptaron sus errores, sus pecados, aceptaron que Me habían dado la espalda con sus pecados, con la maldad que realmente estaban viviendo, pero tuvieron humildad, se arrepintieron, hicieron penitencia y alcanzaron el perdón de sus pecados y, así, el pueblo se mantuvo vivo.
Ahora a vosotros, os pregunto, conocéis el estado de vuestro mundo, ¿a cuál de estos dos pueblos se parece ahora el mundo entero? Creo que conocéis la respuesta y, eso Me entristece, porque el pecado ha crecido a niveles altísimos. Se os ha dado la oportunidad del arrepentimiento y no habéis querido tomarlo. Muy pocos son los que han aceptado el llamado y son los que han estado deteniendo que el castigo ya hubiera caído desde hace tiempo sobre la humanidad entera. Pero no se ven cambios benéficos en la generalidad de las almas y el pecado sigue aumentando a tal grado que puede llegar a afectar a las almas buenas. Sois el Sodoma y Gomorra de este tiempo y, como os dije, tuve que destruir a ésos dos pueblos para que su pecado no afectara a otros pueblos, o sea, a otras almas buenas.
Este es el tiempo de purificación también para la Tierra, para el Sodoma y Gomorra que estáis viviendo y tengo que proteger a las almas buenas que Me han escogido, que quieren estar Conmigo, pero que la maldad puede llegar a envolverlos y a destruirlos. Por estas almas buenas tiene que venir ya la purificación.
Los que estáis Conmigo, agradecédMelo, Mis pequeños, los que no habéis querido entender, sufriréis vuestra necedad, vuestra soberbia, por vuestra maldad. Mucho, mucho se hizo por vosotros, se os anunció a través de profetas y por mucho tiempo. Mi Hija, la Siempre Virgen María, también os anunció y os advirtió por mucho tiempo, los Méritos de Mi Hijo que se derramaron por toda la humanidad y por todos los tiempos no fueron aceptados por una gran mayoría de vosotros. La respuesta la conocéis en vuestro corazón, los que estáis Conmigo, preparaos para el gran cambio, que será bueno para vosotros y lo gozaréis, como lo gozaron las almas de Nínive, porque recibieron Mi Bendición al seguir viviendo y, sobre todo, de saber que recibieron Mi Amor, Mi Perdón, Mi Benevolencia.
Manteneos Conmigo, Mis pequeños, los que Me amáis y pedid por vuestros hermanos que tendrán que sufrir por su necedad.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Os amo, Mis pequeños, vosotros, los que estáis Conmigo y estad seguros que os cuidaré hasta el último momento, hasta el gran cambio, que gozaréis y que Me agradeceréis.

Hijitos Míos, en estos momentos de vuestra historia, es cuando os daréis cuenta quiénes son los que realmente están Conmigo, los que están en contra Mía y a los que ni siquiera les interesa estar Conmigo.
Vosotros, los que estáis Conmigo, habéis buscado el vivir bajo Mi Voluntad. Al vivir así, Mis pequeños, os he llenado de paz, paz que debéis transmitir a vuestros hermanos y, especialmente, en la tribulación que estáis viviendo y viviréis más acentuada en el tiempo por venir.
Los que estáis Conmigo, Mis pequeños, estaréis aceptando lo que venga a vuestra vida, porque sabréis que es Mi Voluntad la que os estará acompañando y que, si es Mi Voluntad, sobre vosotros, lo que se dé, será lo mejor para vuestra vida.
En cambio, para aquellos que no están Conmigo, ni Me buscan y que no están bajo Mi Voluntad, estos tiempos, para ellos, serán un sufrimiento continuo. Lo que vosotros veréis como un cambio benéfico, los que no están Conmigo, lo verán como desastres, destrozos, muerte, todo obscuro, todo negro a sus ojos.
Vosotros, los que estáis Conmigo, que seréis Luz en las tinieblas, veréis Mi Luz, aceptaréis Mi Voluntad en todo lo que esté a vuestro alrededor y esa paz que tendréis, aún en los momentos difíciles, hará que vuestros hermanos vean la diferencia entre el tenerMe y el no tenerMe, entre aceptar Mi Voluntad y aferrarse a las cosas de la Tierra.

Vosotros, los que estáis Conmigo, sabéis que si os estoy quitando algo, después os lo regresaré, aumentado, multiplicado, más bello y, sobre todo, inimaginable a vuestras capacidades humanas, porque el cambio va a ser Divino y vosotros aún no estáis preparados para lo Divino, pero este tiempo de tribulación espiritual y tribulación humana y material, será para que os deis cuenta de lo que Yo quiero para vosotros.
Para los que no están Conmigo, se les hará demasiado difícil el aceptar lo que verán y, ciertamente, muchos de ellos se pondrán todavía más en contra Mía. Blasfemarán Mi Santo Nombre, se querrán apartar todavía más de Mí, porque creerán que el castigo es directamente en contra de ellos y que no se merecen ése castigo. Nuevamente causado por la soberbia, la falta de humildad para reconocer vuestros pecados y el abandono a Mis Leyes y a Mi Amor.
Mis pequeños, gozad desde ahora el cambio y pedidMe que se dé ya, para que empecéis a gozar de lo que tengo preparado para las almas buenas, como vosotros, que, aunque ciertamente caéis y que todavía hay pecado en vuestro corazón, sabéis arrepentiros y regresar a Mí. Pero aquellos que no están Conmigo, caen en pecado y se mantienen en él y no les interesa el arrepentimiento de corazón.
Grandes cosas bellas veréis, Mis pequeños, los que estáis Conmigo, sabréis ver Mi Amor, Mi Compasión, Mi Misericordia en los momentos difíciles dentro de esta tribulación, porque veréis a través de Mis Ojos, viviréis con Mi Corazón en vuestro interior y de esta forma, podréis gozar y estar en paz, porque estaréis Conmigo, mientras que muchos de vuestros hermanos llorarán, se desesperarán y hasta se quitarán la vida, porque no sabrán cómo tomar toda esta purificación que se dará en toda la humanidad.
Os amo, Mis pequeños, vosotros, los que estáis Conmigo y estad seguros que os cuidaré hasta el último momento, hasta el gran cambio, que gozaréis y que Me agradeceréis.
Gracias, Mis pequeños.

Fuente: http://www.diospadresemanifiesta.com

Mzo 08_12 La Luz Divina vencerá a la obscuridad de satanás.

       Imprimir E-Mail
Rosario vespertino
Temas:
  • Meditad esto, Mis pequeños, porque no entraréis al Reino de los Cielos si no estáis viviendo en el Verdadero Amor.
  • Habéis sido avisados por mucho tiempo, no es nuevo lo que ahora os digo, el Cielo desde hace tiempo se abrió para anunciar lo que se os vendría.
  • Sed pequeños, sed esos hijos obedientes, humildes, necesitados de vuestro Dios y dóciles a Sus Mandatos, a Sus Palabras, a Sus Deseos y de esta forma, podréis vencer a satanás.
  • ¿Por qué queréis seguir sufriendo cuando podéis vivir plenamente en un Amor y en un consentimiento Divino de hijos de Dios, como no lo habéis experimentado nunca?
  • Es una exigencia Divina, que las almas sean purificadas en totalidad antes de entrar al Reino de los Cielos, buscad que esa purificación no os duela tanto.
Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J. V.
Primer Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Meditad esto, Mis pequeños, porque no entraréis al Reino de los Cielos si no estáis viviendo en el Verdadero Amor.
Hijitos Míos, habéis desperdiciado el núcleo familiar, vosotros en la familia que os he permitido tener en la Tierra, para que os unierais en Mi Pensar, en Mi vivir, y así pudierais vosotros vivir ya desde la Tierra lo que debéis vivir eternamente en el Reino de los Cielos.
Pero no ha sido así, en la gran mayoría de los hogares no se vive lo que se os ha enseñado. Debisteis haber vivido bajo Mis Enseñanzas, tomando una responsabilidad grande, muy grande, que es la enseñanza de Mi Amor y de todo lo que se os ha dado de vida espiritual, primeramente de parte Mía, de vuestro Padre y después, de Mi Hijo.
¿Qué habéis hecho con todas éstas enseñanzas que os iban a llevar a la perfección y al ser perfectos, ser santos?
Antes del Matrimonio debierais haber tendido a la búsqueda de la perfección, tomando para sí, todo lo enseñado que tenéis en las Sagradas Escrituras y, después, haberos unido con esa finalidad, mantener Mi Vida espiritual sobre la Tierra, uniéndoos el hombre con la mujer para mantener la especie, pero sobre todo, para mantener Mi Vida, Mis Enseñanzas, la Vida que se os ha dado, que se os ha enseñado, que Mi Hijo os la vino a dar y que la vino a vivir para que vosotros la tomarais, que fuerais vosotros ejemplo de Él y de esta forma, pudierais entrar después al Reino de los Cielos fácilmente.
Habéis desperdiciado mucho, Mis pequeños, los valores del Cielo no se deben desperdiciar, la vida espiritual la debéis vivir y con ello, dar ejemplo a vuestros hermanos de lo que debe ser un alma entregada a Mí, aquí en la Tierra, pero, desgraciadamente, os habéis entregado a satanás, una gran mayoría de vosotros, Mis hijos, habéis preferido a satanás que a Mí, en vuestro corazón, y con esto, al tomar sus enseñanzas, caísteis, volvisteis a caer, como vuestros Primeros Padres. Vosotros habéis venido, después de ellos, para recuperar lo que ellos perdieron, para que vosotros levantarais, nuevamente, al género humano a donde habían estado ellos antes de su caída. Pero, al contrario, en lugar de subir, bajasteis, y seguís bajando, seguís cayendo, seguís desperdiciando lo que se os ha dado y, todo esto, debió salir de la familia, del núcleo familiar, del apoyo de los padres hacia los hijos, de los hermanos entre sí.
Mis pequeños, no habéis luchado por lo que es Mío, ¿de qué ha servido que se os dijera en el Primer Mandamiento que Yo Soy lo Primero y lo último? Habéis preferido al enemigo antes que a Mí, vuestro Padre, que Soy más que un amigo, Soy vuestro Dios y Creador. Me hicisteis a un lado y por eso la humanidad está así porque, ciertamente, que satanás no os va a enseñar nada para que vosotros os unáis, por eso estáis ahora desunidos, peleados unos con los otros, creando guerras, creando destrucción por todos lados, separando las familias, guerras internas dentro de vuestra familia y en vosotros mismos.
Yo, vuestro Dios, creé todo para la unión, satanás es el que desune, es el que aparta, ¿acaso esto es lo que vosotros deseáis?, ¿os gusta el pleito, la destrucción, la muerte, la maldad?
Si es así, Mis pequeños, no merecéis entrar al Reino de los Cielos, el Reino de los Cielos es para los que saben amar, para los que saben ayudar, para los que saben unir, para los que saben amarse los unos a los otros, para los que saben ayudarse los unos a los otros, para los que saben ayudar a crecer a los demás en Mis Leyes y en Mi Amor.
Si vosotros seguís prefiriendo lo que satanás os ha dado, desde ahora os vuelvo a repetir, no merecéis el Reino de los Cielos.
Envié a Mi Hijo para que os enseñara todo esto, para que vosotros pudierais ver y sentir, con Su Presencia, lo que se vive en el Reino de los Cielos, y es el Amor, Mis pequeños, un Amor intenso, un Amor Divino y esto no lo estáis viviendo en la Tierra, porque vosotros habéis preferido la destrucción de vuestra alma, a su santidad, a vuestra santificación.
Meditad esto, Mis pequeños, porque no entraréis al Reino de los Cielos si no estáis viviendo en el Verdadero Amor.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: Habéis sido avisados por mucho tiempo, no es nuevo lo que ahora os digo, el Cielo desde hace tiempo se abrió para anunciar lo que se os vendría.
Hijitos Míos, os he dicho tantas veces que vosotros fuisteis creados para vivir vida de amor. Fuisteis creados para que Yo, vuestro Padre y vuestro Dios, os consintiera, porque vosotros bajasteis a la Tierra a servirMe, y este es un sacrificio grande y bellísimo, Mis pequeños, dejasteis ése lugar Bendito, que es el Reino de los Cielos, para bajar, como Mi Hijo, a servirMe en el Amor.
Mis pequeños, por eso os amo tanto y por eso os pongo tanta protección porque, como Mi Hijo os dijo, satanás es el príncipe de este mundo, es el reino de la maldad, ¿cómo voy a dejar Yo, que Mis hijos, que se donan a Mí, queden sin protección? Os doy toda la protección posible para que vosotros no seáis afectados por satanás a tal grado de que vuestra alma se pierda.
Os he dejado Mi Vida de Sacramentos, se os ha dado protección con los santos Ángeles, tenéis la protección de los unos para con los otros con vuestra oración, viviendo en la hermandad. Mi Hija, la Siempre Virgen María os cuida y os protege, os ha dejado el rezo del Santo Rosario como el arma más poderosa en estos tiempos para vencer a satanás, tenéis las Enseñanzas de Mi Hijo para que, viviendo con Su Ejemplo, con Su Amor, con Su protección, pudierais vosotros ir quitándole poder a satanás. Él no puede contra el Amor, vosotros vinisteis a vivir el Amor Divino a la Tierra, vinisteis a destruir su reino con vuestro ejemplo, que deben ser las Enseñanzas de Mi Hijo y las normas que Yo, como Padre Divino os di, aquí a la Tierra.
Vuestra misión es Amor, Mis pequeños, os lo he dicho tantas veces, pero seguís haciendo a un lado el Amor y el respeto que os debéis los unos a los otros, con las Virtudes, pero insistís en vivir en la maldad del Príncipe de este mundo, que es satanás.
¿Qué queréis pues, entonces, Mis pequeños? Tenéis Mi protección, tenéis todo lo que un alma necesita para que satanás no os venza aquí en la Tierra, pero vosotros os escapáis de Mis Manos para que no os consienta. Preferís vivir en la maldad, viendo maldad, transmitiendo maldad, en lugar de imponer el Amor, exigiendo Amor entre vuestros hermanos y no dejando que la maldad os destruya y destruya a los demás.
Estáis viviendo en el error y en el odio porque así vosotros lo habéis buscado, no porque Yo quisiera que así vivierais. Vuestros Primeros Padres vivían en la plenitud del Amor y eran felices por ello, hasta que fueron engañados por satanás.
Yo os di los Diez Mandamientos en el Antiguo Testamento, Mi Hijo os dio Sus Enseñanzas en el Nuevo Testamento y todo se resume en el Amor.
Ciertamente, Mi Hijo no fue aceptado por una gran mayoría de personas de su tiempo porque también vivían en la maldad y es que, necesariamente, para vivir en el Amor y vivir en el bien, debéis primero vivir en la humildad, reconociendo vuestra debilidad, vuestros errores, vuestra mala vida, al aceptarlo, es cuando empezáis a mejorar y es cuando venís a Mí para pedir Mi ayuda, para que vuestro cambio se vaya dando, pero son muy pocos los que aceptan el error en el que vivís y buscáis, con vuestra soberbia, aprovecharos de vuestros hermanos, buscando ser superiores a ellos, para destrozar a las almas en diferentes formas. Estáis aquí para vivir como verdaderos hermanos, os habéis vuelto enemigos de vuestros hermanos, no hay cordialidad entre los pueblos, os queréis quitar vuestros bienes unos y otros y muy pocos buscan el deseo de mejora espiritual y, desgraciadamente, aquellos que están luchando por su perfección, para que los lleve a la santidad, son atacados por sus mismos hermanos, empezando muchas veces desde dentro de la familia, en donde no reciben ese apoyo, porque se salen de la normalidad en la que viven y ésa “normalidad” es ya la maldad de satanás.
Ciertamente, en estos momentos, si os queréis mantener en el Bien, seréis castigados con desprecio, con maldad, con grosería y hasta con muerte. Si queréis vivir en el Bien, y buscáis el Bien, sois luz entre las tinieblas, pero la gran mayoría no quieren ver la luz, no quieren ver Mi Luz que traéis ya de los que Me estáis buscando y los que os mantenéis Conmigo y, por eso, sois despreciados los que Me buscáis, porque al estar entre los que viven en las tinieblas, vosotros, los que sois luz, destacáis y se sienten mal los que están viviendo en la obscuridad. Prefieren destruir a aquellos que están produciendo luz, para que, entonces, el mal sea lo “normal” y ya no se sientan mal los unos con los otros.
Ciertamente, a eso Me refería cuando os decía que ibais a ser otros Cristos sobre la Tierra en estos tiempos, pero también ibais a ser despreciados por vuestros hermanos, como Mi Hijo lo fue. Él fue Luz en ése momento cuando todo alrededor eran tinieblas. Los mismos altos dirigentes, vivían en la obscuridad y llevaban al pueblo hacia la obscuridad, al venir la Luz al mundo con Mi Hijo, Él hizo que se sintieran mal los que vivían y transmitían la obscuridad y para no sentirse mal, Lo destruyeron, Lo crucificaron, se burlaron de Él.
Ciertamente, la Luz surgirá, es tiempo ya de que se dé la Luz nuevamente entre los hombres, estos son tiempos de una gran lucha espiritual, de entre la Luz y las tinieblas, y la Luz Divina vencerá a la obscuridad de satanás.
Manteneos pues, Mis pequeños, los que habéis sido llamados hacia la Luz, los que reflejáis Nuestra Luz Divina, manteneos en pie, aceptad el dolor que recibiréis, como Mi Hijo lo aceptó, porque eso os llevará a la santificación de vuestras almas.
Manteneos transmitiendo la Luz Divina, para que las tinieblas se vayan disipando sobre la Tierra. Manteneos unidos los que sois luz, para que se dé la Gran Luz en vuestro mundo con la llegada de Mi Hijo a la Tierra. Es inevitable que la Luz se dé, satanás no puede vencer a la Luz Divina, éstos son tiempos de la obscuridad y son tiempos de la gran prueba entre aquellos hermanos vuestros que escogerán la Luz o escogerán las tinieblas.
Se os dio la Luz, y vosotros escogisteis a las tinieblas, aceptad pues vuestro castigo, los que habéis aceptado las tinieblas en vuestra vida. En estos momentos, vuestra soberbia os hace creer que vivir en las tinieblas es lo mejor, porque tenéis el poder del mundo y ¿qué es el mundo ante el Universo? Los que habéis escogido la Luz, estáis Conmigo y tenéis el Universo entero con vosotros, porque el Universo fue creado para los que estuvieran en la Luz.
Grandes regalos tendrán los que viven en la Luz, mucho dolor tendrán los que sigan despreciando la Luz y sigan escogiendo las tinieblas, habéis sido avisados por mucho tiempo, no es nuevo lo que ahora os digo, el Cielo desde hace tiempo se abrió para anunciar lo que se os vendría. Es el tiempo de la separación del trigo y la cizaña, escoged pues vuestro futuro, acercaos a Mí, pedid Sabiduría y Discernimiento Santo, pero antes que nada, pedid humildad, que eso es lo que os va a abrir las Puertas de Mi Misericordia sobre vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio, Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: Sed pequeños, sed esos hijos obedientes, humildes, necesitados de vuestro Dios y dóciles a Sus Mandatos, a Sus Palabras, a Sus Deseos y de esta forma, podréis vencer a satanás
Hijitos Míos, Yo, como Madre vuestra, busco vuestro bien, así como os lo dio Mi Hijo a través de Su Vida, de Sus Enseñanzas, de Su Amor, de Su Muerte, de Su Resurrección, sois Mi herencia, porque así Me lo pidió Mi Hijo desde la Cruz. Un Gran Dolor donado por vosotros, Él dándose por vuestra salvación y pidiéndome a Mí, Su Madre, que siguiera Su tarea de Salvación por Él para vosotros. Mi Corazón, adolorido, al ver a Mi Hijo en la Cruz sufriendo pero, también, contento, porque os estaba redimiendo. Mi Corazón, ciertamente, adolorido, uniéndose al de Él y recibiendo ésta tarea de seguir con vuestra salvación, en el tiempo venidero.
Mis pequeños, Mi Corazón de Madre os ama infinitamente, porque el Corazón de Mi Hijo está junto con el Mío. Una madre también busca lo mejor para sus hijos y se da plenamente por su bienestar.
Mi Hijo Me encomendó a la humanidad entera, para que fuerais salvados, porque todos tenéis que regresar al Reino de los Cielos, al Reino del Amor. Seréis juzgados en el Amor, se os abrirán las Puertas si vuestro corazón sabe amar.
¡Cuántos, cuántos han cerrado su corazón al amor!, pero Yo, como Madre vuestra sigo tocando corazones, sigo buscando que vuestro corazón aprenda a amar.
Habéis constatado los milagros que se han dado alrededor del mundo, ya sea con la Presencia de Mi Hijo o con Mi Presencia, para que regresarais hacia las Verdades enseñadas y para que vivierais plenamente el Amor que se os enseñó. Muchos han sido tocados en su corazón y aún corazones muy duros, completamente cerrados, por la Gracia de Nuestro Dios, se han abierto. El Amor de Dios todo lo puede, vuestras oraciones, unidas a las Mías, pueden producir Milagros, Mis pequeños.
Todos estamos unidos en el Amor y por eso se os ha insistido tanto que viváis en la oración, en vuestra donación y en el respeto a lo enseñado por Nuestro Dios en Su Santísima Trinidad. Mucho se puede lograr todavía para la salvación de tantas almas que alejadas están del Verdadero Amor.
Ciertamente, satanás Me tiene pavor, porque nada puede contra Mí, contra ésta humilde Esclava del Señor, donada completamente a Su Voluntad. Es Mi pequeñez, es Mi Humildad, es Mi Amor total por Mi Dios lo que no soporta satanás y, por eso, cuando rezáis el Santo Rosario y vuestra boca y vuestro corazón, pronuncian Mi Nombre, satanás se aleja, se desvanece, porque no puede contra Mí, que Soy reflejo de Nuestro Dios. Por eso os hemos pedido que vosotros seáis reflejo también del Amor de vuestro Dios, por eso Mi Hijo os enseñó cosas sencillas, para que en estos tiempos fueran grandes.
La Humildad, la sencillez, la docilidad, es lo que os hace grandes ante los Ojos de Nuestro Dios y cuando sois más pequeños, sois más grandes ante Su Presencia y más poderosos contra los poderes del mal; satanás no puede contra los pequeños por eso os lo decía así Mi Hijo, que fuerais pequeños, porque al ser pequeños, estáis confinado plenamente en vuestro Dios, al ser pequeños, aceptáis vuestra debilidad y os acercáis a Aquél que tiene el Poder grande de protegeros y en este caso es vuestro Dios y, si vuestro Dios os protege, nada puede satanás contra vosotros.
Ahora, como Madre vuestra, os repito nuevamente las Palabras de Mi Hijo, sed pequeños, sed esos hijos obedientes, humildes, necesitados de vuestro Dios y dóciles a Sus Mandatos, a Sus Palabras, a Sus Deseos y de esta forma, podréis vencer a satanás y ayudaréis a vuestros hermanos para que satanás no los destruya. Dad ejemplo de esto, Mis pequeños, a vuestros hermanos y, os repito, al estar trabajando y viviendo plenamente Nuestro Dios en vosotros, lo primero que transmitiréis a vuestros hermanos, será una paz indescriptible, porque ¿qué más podréis necesitar cuando el Creador del Universo está con vosotros? Eso es la plenitud de la Gracia, Mis pequeños, que viva vuestro Creador, vuestro Dios plenamente en vosotros, como vivía plenamente en vuestros Primeros Padres.
Esa es vuestra misión, regresar, regresar nuevamente a ése tiempo de vuestros Primeros Padres viviendo la plenitud con vuestro Creador. Cuando Él vive plenamente en un alma, el alma no necesita nada más, no desea nada más, no envidia nada más, es el éxtasis de Amor al que todos vosotros debéis llegar.
Venid a Mí, Mis pequeños, para que Yo os guíe, para que Yo os enseñe a llegar a ése éxtasis de Amor en el que Yo también vivo, porque estoy plena del Amor de Nuestro Dios. Sois Mis hijos, Soy vuestra Madre y deseo lo mejor para vosotros como Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad así lo desea. Buscad pues la plenitud siendo pequeños, siendo como niños.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio, Habla Dios Padre.
Sobre: ¿Por qué queréis seguir sufriendo cuando podéis vivir plenamente en un Amor y en un consentimiento Divino de hijos de Dios, como no lo habéis experimentado nunca?
Hijitos Míos, los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas que os he prometido, ciertamente, por un lado, es el vivir en un Nuevo Mundo, un Mundo preparado para los escogidos, pero escogidos por Mí, porque vosotros primero Me escogisteis, cambiasteis vuestra vida y quisisteis manteneros Conmigo, con vuestro Dios.
Ciertamente, tendréis un lugar bello, porque eso es lo que quiero para los hijos consentidos. Vosotros sufristeis y estáis sufriendo por haber escogido vivir en Mis Enseñanzas, vivir Mi Amor y transmitirlo y, como os he dicho, habéis sido también mártires de éste tiempo, mártires cruentos e incruentos y por eso os consentiré con éste regalo tan grande que daré para vuestro cuerpo, para vuestra vida, pero también los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas, no solamente será algo externo, sino, sobre todo, será un experiencia espiritual bellísima, porque vuestro ser no puede gozar plenamente si vuestra alma no vive plenamente Conmigo y por eso ése estado espiritual va a ser algo bellísimo que no habéis experimentado la gran mayoría de vosotros. Y eso será todavía más bello que el lugar en el que viviréis y las cosas que veréis con vuestros ojos humanos. Viviréis plenitud de gozo en cuerpo y en alma, gozaréis lo que Yo, vuestro Dios puedo crear para vosotros que, en éste momento, es inimaginable, porque no tenéis ningún punto de comparación para lo que Yo os daré, porque no ha habido antes, en la historia de la humanidad, lo que tendréis ahora vosotros, los escogidos, porque Me escogisteis a Mí, vuestro Dios.
Todo actuar tiene su repercusión, si actuáis en el Bien, gozaréis Mi Bien y todo os saldrá bien, si actuáis en el mal, todo os saldrá mal. No os puedo Bendecir como quisiera, si vosotros estáis escogiendo vivir en el mal porque, de esta forma, estáis atacando al Bien Supremo, que Soy Yo, Me estáis traicionando, Me estáis cambiando a Mí, vuestro Dios, que Soy todo Bien, por el mal que habéis escogido para vuestro corazón y para vivir en él.
El mal y el Bien, no pueden vivir en el mismo lugar, si escogéis el mal, Yo Me aparto, si escogéis el Bien, estoy con vosotros y os protejo para que el mal no entre en vosotros, a menos que, en vuestro libre albedrío, insistáis en hacerMe a un lado, en sacarMe de vuestro corazón. Pero entended, que en vuestro libre albedrío, podéis escoger la Bendición o la maldición, el Bien o el mal, la Vida o la muerte, la Luz o las tinieblas, sois libres y podéis escoger lo que queráis.
Todo esto son tribulaciones para el alma, mientras vivís sobre la Tierra, porque sois débiles y satanás os pone muchas tentaciones, a lo largo de vuestra vida, para desviaros. Ciertamente, en momentos estaréis en contra Mía, porque estaréis pecando y, a veces, hasta gravemente. En otros momentos estaréis Conmigo y sacaréis de vuestro corazón la maldad, gracias a Mis Sacramentos, Sacramentos que son Luz y Vida para vosotros. Yo no os traiciono, Yo busco siempre vuestro Bien, si os donáis a Mí, no solamente viviréis en Mi Bien, sino éste se irá incrementando, acrecentando, haciéndose cada vez más fuerte en vuestro ser y os dará más gozo.
Cuando un alma Me ha escogido, cuando un alma ha escogido vivir en el Bien y empieza a probar de las mieles del Amor, difícilmente se apartará de Mí, porque Yo sé consentir a las almas que dejan todo por Mí y, con esto os quiero decir que dejan el pecado, que tratan de vivir según Mis Mandatos, según Mi Amor, según Mis Enseñanzas.
Cuando un alma no desea vivir ya de lo que el mundo le da, sino que busca lo que el Cielo le provee, es cuando Yo vuelo hacia ésa alma, la abrazo, la beso, le cambio sus vestiduras y la empiezo a alimentar con manjares exquisitos y, así, al consentir a las almas, busco que nunca más se aparten de Mí, pero para esto debéis poner todo vuestro deseo, toda vuestra fuerza, todo vuestro amor para llenaros de Mí.
Es una lucha fuerte, interna, del alma contra el mundo. Ciertamente, todos vosotros habéis caído en el mal, habéis caído en el pecado, pero el hecho de que os levantéis, ya esto implica que Me estáis escogiendo, que estáis haciendo a un lado el pecado de vuestra vida. PedidMe que os ayude a que deis el cambio decisivo, que es el vivir plenamente en Mí y para Mí. Con esto no os estoy diciendo que os llevaré a vivir una vida diferente a la que estáis viviendo, sino que seguiréis viviendo lo que Yo os pedí que vivierais, pero en plenitud total. Vuestros actos serán donados totalmente a Mí, serán Bendecidos por Mí, vuestro Dios y serán más perfectos, aún aquellos actos sencillos, a veces insignificantes, actos de todos los días, porque vuestro estado de vida así los exige, al ser ofrecidos a Mí, vuestro Dios, con todo vuestro corazón, ya no van a ser actos sencillos, sino adquirirán un Poder Divino que os cambiará a vosotros y cambiará a los que estén a vuestro alrededor, porque así seréis luz, seréis ejemplo, seréis Mi Hijo sobre la Tierra, porque Mi Hijo llevó una vida sencilla, cumplió Sus obligaciones de estado ante los hombres, pero todo lo hacía en unión Conmigo, con vuestro Padre, con vuestro Dios y, así, Sus actos se volvían Divinos, porque Él estaba unido a Mi Divinidad con Su Divinidad.
Todo en Mí es sencillez, todo en Mi es Bondad, todo en Mi es Paz, todo en Mi es alegría, todo en Mi es progreso, todo en Mi es puro Amor. Aprovechad todo esto, Mis pequeños, ¿Por qué queréis seguir sufriendo cuando podéis vivir plenamente en un Amor y en un consentimiento Divino de hijos de Dios, como no lo habéis experimentado nunca?
Que vuestros actos y vuestra vida cambien a este mundo que estáis viviendo. Vivid en Mi Plenitud para que en Mi Plenitud de Amor destruya la maldad que satanás ha sembrado en vuestros corazones. Lo podéis lograr, Mis pequeños, porque Mi Hijo lo logró por vosotros, uníos a Él y sed ésos Cristos de éste tiempo, para que todo se plenifique en Mi Amor, porque así es lo que Yo deseo, porque Soy vuestro Dios, porque Soy vuestro Creador.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio, Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Es una exigencia Divina, que las almas sean purificadas en totalidad antes de entrar al Reino de los Cielos, buscad que esa purificación no os duela tanto.
(Lenguas…) Hijitos Míos, cuando Yo os dije “sean perfectos como el Padre es Perfecto”, os estoy pidiendo que lleguéis a ése grado, porque sois hijos de todo un Dios y sois hermanos Míos.
Mis pequeños, el Cielo es perfección porque es perfecta toda hechura de vuestro Padre y vuestro Dios. Todo lo creado lleva un orden perfecto, el Universo entero está creado en un orden perfecto, lo que conocéis es perfecto, aunque fue alterado por el Pecado Original, aún, en estos momentos, vosotros, la ciencia y los más prominentes en conocimiento en vuestro mundo, os seguís asombrando de la perfección que os rodea y de lo que hay en el Universo entero.
Cuando os he pedido que seáis perfectos, como Mi Padre y vuestro Padre es Perfecto, es para que podáis entrar al Reino de los Cielos, pero antes luchando para alcanzar ésa perfección, porque para entrar a un reino perfecto, vosotros debéis ya haber cambiado de la imperfección en la que vivís, a la perfección en la cual fuisteis concebidos en la Mente de vuestro Padre y vuestro Dios.
Vosotros mismos podéis constatar lo que la imperfección puede causar en aquello que está creado en la perfección. Cuando vosotros veis lo que los grandes científicos o inventores de vuestro mundo pueden hacer, guiados por la Luz del Espíritu Santo, os asombráis de lo que el hombre puede crear que, aunque no es perfecto, sí lleva un alto grado de perfección, porque está guiado por Nosotros, y si ésa maquinaria es trabajada por alguien que no tiene las capacidades, que es imperfecto, porque no tiene las capacidades para mover toda esa perfección, posiblemente se pueda destruir esa maquinaria fabulosa, que fue creada prácticamente en perfección. Por eso no puede entrar un alma imperfecta al Reino de los Cielos, simplemente, no hay lugar para ella en el Reino de los Cielos y, por eso, se os exige una purificación total antes de entrar al Reino de los Cielos y ésa, también, es vuestra tarea de toda una vida, apartar de vosotros vuestras imperfecciones, especialmente porque os llevan al pecado y no puede entrar un alma, que produce pecado, al Reino de los Cielos porque, en el Reino de los Cielos, se vive de la Pureza y de la santidad. Se viven todas las Virtudes en alto grado, en grado perfecto y, vuestra imperfección no puede entrar al Reino de los Cielos.
Por eso, agradeced a vuestro Padre y vuestro Dios, todo lo que permita en vuestra vida, para que os vaya purificando, y ofreced cada instante de vuestra vida, ya sea bueno o doloroso, para que os vayáis purificando, vosotros y vuestros hermanos, al ofrecer también vuestros deseos por ellos.
Sed perfectos, como vuestro Padre es Perfecto, mantened en vuestra mente y en vuestro corazón esta frase, para que ella os vaya apartando del mal y para que luchéis para alcanzar ésa perfección a la que estáis llamados todos vosotros, sobre todo para que podáis entrar al Reino de los Cielos, porque es una exigencia Divina, que las almas sean purificadas en totalidad antes de entrar al Reino de los Cielos, buscad que esa purificación no os duela tanto, y solamente lo lograréis con vuestra vida de ejemplo, con vuestra vida en virtud, con vuestra vida llena de amor. No hay otra forma, Mis pequeños, porque así es como se vive en el Cielo y es como debéis empezar a vivir ya sobre la Tierra.
Gracias, Mis pequeños.


Fuente: http://www.diospadresemanifiesta.com